Reconocimiento público al Pueblo de Axotla como Pueblo Originario del Distrito Federal
Boletín 205/2010
25 de julio de 2010
En el acto de entrega de documentos que acreditan al Pueblo de Axotla como Pueblo Originario, el Secretario Ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), José Luis Gutiérrez Espíndola, destacó que este es un reconocimiento a su vida comunitaria y a su contribución a la riqueza cultural de la ciudad de México.
En el marco del Congreso de Pueblos Originarios, Indígenas y Núcleos Agrarios, cuya sesión plenaria se realizó en la sede de la CDHDF, Gutiérrez Espíndola resaltó el reconocimiento público de San Sebastián Axotla como asentamiento que ha perdurado prácticamente desde la conquista y que ha recreado y mantenido, a lo largo de siglos, vivas algunas de sus tradiciones, instituciones y costumbres.
Dijo que es fundamental reconocer y visibilizar a los pueblos indígenas, a los pueblos originarios, sus barrios, sus habitantes y organizaciones, como titulares de derechos, “el derecho a su territorio, al acceso y disfrute preferente de los recursos naturales de los mismos, a preservar sus lenguas, promover sus tradiciones y, si fuese el caso, designar a sus autoridades tradicionales y contar con sus propios sistemas normativos, siempre que no contravengan el orden constitucional y respeten los derechos humanos de todas las personas”.
Expresó que si los pueblos originarios han de ser sujetos de derechos y no meros receptores pasivos de las políticas públicas, “el trabajo de reconocimiento y visibilización debe tener un carácter participativo; se trata de que se escuche la voz de estos pueblos, que tengan espacio y oportunidades efectivas para hacerse presentes en la vida de la ciudad, como culturas vivas y plurales en su interior y como expresiones de la diversidad sociocultural”.
Por su parte, la Presidenta del Consejo de los Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal, Fabiola Poblano Ramos, quien fue testigo de honor, mencionó que esta entrega pública de documentación, que acredita la nomenclatura y reconocimiento del Pueblo de Axotla a sus habitantes, se hizo a solicitud y por gestiones de la CDHDF.
Explicó que si bien la documentación de Axotla ya estaba dentro de los lineamientos requeridos por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), instancia que por ley tiene la facultad de reconocer a los pueblos, como otros pueblos, que aun contando con Códices, con documentación, con organización y autoridades tradicionales, son excluidos de la participación y de la vida pública por arbitrio de las delegaciones.
A su vez, el Presidente de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Leonel Luna Estrada, dijo que estos reconocimientos son mecanismos que debe servir para conservar el uso de suelo, los edificios, las plazas, los espacios públicos y la identidad misma de los pueblos.
Indicó que urgen mecanismos jurídicos y legales para blindar estas zonas de la ciudad que son tan importantes. Mencionó que se requieren normas transversales para que se cumpla el objetivo de preservar los pueblos originarios, una norma que regule y le dé un marco de protección a los pueblos originarios.
El Presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, Pueblos Originarios y Atención de Migrantes de la ALDF, Horacio Martínez Meza, expuso que los habitantes de los pueblos originarios quieren se escuchados y tomados en cuenta, de ahí que los resolutivos del Congreso nutrirán los ordenamientos legales.
Confió en que la Ley de Cultura y Derechos de los Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas en la Ciudad de México sea aprobada entre octubre y noviembre de este año, y que sirva para proteger a los pueblos originarios y a sus barrios. Dijo que impulsarán que en esa norma se cree la figura del Congreso de Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal.
A nombre de los vecinos del Pueblo de Axotla (lugar de ajolotes) hablaron Ricardo Enrique Ramírez y Elizabeth Vega Zárate, quienes expresaron su orgullo por vivir en un pueblo originario, el contar con un vocabulario propio, un calendario cívico, religioso y popular, donde destacan las festividades de los santos patronos y la función social y tradicional desempeñada por las mayordomías.
Así como los vínculos de intercambio histórico y cultural con otros pueblos, a través de los usos y costumbres heredados a lo largo de la historia, identidad comunitaria, propiedad de la tierra privada y comunal por generaciones, la práctica de la medicina tradicional y la elaboración de artesanías, todo lo cual es el patrimonio tangible e intangible de una región