Discurso 010/2014
28 de febrero de 2014
Perla Gómez Gallardo (PGG): Gracias, buenos días a todas y todos. Antes que nada, siempre este foro es muy difícil porque lo que viven es una tragedia, y la tragedia se lleva en la ausencia, la desesperación y lo peor: la esperanza, en la lógica de tener la posibilidad de encontrar o no al familiar que ya no está con ustedes, y esto se vuelve una doble afrenta.
Cuando el Estado no está listo institucionalmente para reaccionar, cuando se acercan a él y viven ahora no sólo la situación de la tragedia, sino la frustración y la rabia legítima de saberse sin una solución viable.
Y lamentablemente esto se vino detonando y ya existe la experiencia, ya existen formas en que se han tratado de acercar a las instituciones, que no han sido exitosas, e incluso existen leyes —yo creo que son de las leyes más vergonzosas pero esperemos que sean temporales— de defensa de defensores, donde incluso quien quiere usar o alzar la voz para reclamar una situación, se ponen en situación de riesgo y se da en un esquema lamentable de impunidad que pasa también por la omisión de no darle una satisfacción en la indemnización, que es lo último que piden, porque lo que no debiera existir es alguien que esté esperando a una persona con nombre.
Y de este lado es, justo en este tipo de foros, en este tipo de acercamientos, que sepan: uno, es que no están solos, que no es menor esa expresión. Que no están solas, no están solos; pero también es que sí nos importa, y el sí nos importa es cómo lo hacemos de manera inteligente y estratégica para que concentremos toda la experiencia, para que veamos la comparación de experiencias internacionales, donde desafortunadamente han pasado estos mismos fenómenos y cómo, sin ponerlos en situación de riesgo, porque también eso ya pasó en nuestro país y sería muy irresponsable también generar un esquema que no pase por ver en qué contexto estamos.
Y hay otra cuestión, del que es optimista con experiencia, que es un pesimista que sabe dónde está parado, pero también saber dónde estamos parados nos ayuda a saber hacia dónde queremos impulsar, con todo y el desgaste-frustración, que sabemos que a veces el punto de inflexión no llega inmediatamente y que la tragedia sigue latente.
Pero que esto que les pasa a ustedes tenga un sentido de vida, para que no le pase a nadie más, y que detone una acción que tenga sentido la ausencia del que en este momento no está con nosotros. Y en ese sentido, como Comisión de Derechos Humanos, efectivamente con las limitaciones institucionales, pero con la estrategia, con el sí nos importa y el ver la voluntad de cómo sistematizar, hacerles llegar las mejores prácticas, traer los especialistas, pero sobre todo traer los esquemas que sean más útiles —y siempre hay que decirlo—, no es lo mismo cualquier experiencia que la experiencia al estilo mexicano, y al estilo mexicano hay que saber también cómo somos para hacer la incidencia estratégica y que una por lo menos se paralice, se detenga la situación que sigue agravándose en personas que al día de hoy se siguen desapareciendo.
Y otra es cómo hacemos en la situación de la impunidad donde sí cueste el que la autoridad no actúe ante la omisión, donde no vale evadirse diciendo: ahora no soy yo, sino es el crimen organizado.
Entonces desde la Comisión podemos ofrecer la sistematización, la información, el que pueda compartir, abrir la red de información. Efectivamente a veces hasta las vanidades ganan y desafortunadamente no abonan, y aquí la cuestión es que hay un interés mayor que es antes que nada las personas que no están con nosotros, la seguridad de quienes las están buscando y la reacción institucional que se puede crear desde la misma evaluación de leyes que vemos que no ayudan, que a veces hasta estorban, que la falta de voluntad también tenga un costo hacia la autoridad como legítimamente tiene sentido.
No sirve ninguna institución si no pasa por el respeto y dignidad de las personas. ¿Para qué queremos un Estado que violente derechos humanos? Eso no es la esencia de ningún Estado, pero está pasando y existe, y hay que mostrarlo, y está aquí y la situación es cómo le hacemos en estas experiencias, podérselas sistematizar, poder recabar sus experiencias de buenas prácticas o no; nos damos cuenta que no son el mejor escenario, pero ya sabemos dónde estamos parados y podemos visualizar, con esquemas estratégicos, este tipo de acercamientos para que sea hacia las autoridades, subir el nivel de debate.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal también estar ahí, sumarnos, generar las sinergias, no sólo cerrando una calle, sino llegando con el actor directamente, manejando una carta fundada, estableciendo mecanismos de políticas públicas que ayuden a que se dé la situación y que tengan en el radar que aquí están las personas que al día de hoy siguen viviendo una tragedia y que es una afrenta institucional que estemos en un Estado que no reaccione ante esta situación.
Pero finalmente el Estado pasa por las personas y somos todas nosotras las que tenemos que hacer esa incidencia con un doble sentido, los que están viviendo esa tragedia tienen una motivación sustancial. Pero los que tenemos la fortuna o un privilegio de no tener que padecer eso, aunque hemos vivido el riesgo de saber que no vamos a estar aquí es que aun así no nos van a acobardar, y sabemos que esta es la esencia misma de lo que nos da sentido. Si una temporalidad tenemos en esta vida es para que tenga un principio y un valor y un sentido, pero estratégico, inteligente.
Seamos más inteligentes que las instituciones que se manejan de manera fáctica y hagamos esa incidencia porque sí hay un punto de inflexión. Hay veces que no se ve, pero ya está pasando, y el que estén ustedes aquí, que sepan de veras que nos importa, pero que tenemos que hacer algo de manera estratégica, detonémoslo, organicémoslo, hagámoslo, de la mano conjuntamente, y evidenciemos la situación y la necesidad que no va a desaparecer mientras no estén aquí con nosotros o por lo menos donde puedan ustedes cerrar un duelo legítimo de aquellos que no están acompañándonos.
Ese sentido es el compromiso institucional de generar esta sistematización, de ver estrategias, de generar las redes que a ustedes les permita identificar otros factores a nivel nacional y esta es su casa, este es su espacio y desde aquí detonar, articular, generar lo que ustedes consideren, que se pueda hacer una estrategia organizada, como institución, con otras Comisiones, con actores estratégicos, políticos, institucionales y con la propia sociedad civil que finalmente es quien detona también estos procesos. En ese sentido son las palabras que les quiero compartir, pero pongámosle ruta, hagamos tema, generemos acciones y crean que la Comisión en este sentido no tendría razón de ser una titularidad si no se hace para algo tan sensible como este y otros temas tan dolorosos de nuestro país. Muchas gracias.