Discurso 35/2014
27 de mayo de 2014
Gracias, bienvenidas a todas y todos. Agradezco la presencia del presídium que nos acompaña el día de hoy, a todas las personas de Organizaciones de Sociedad Civil, academia, medios de comunicación, así como a los propios compañeros y compañeras de la Comisión.
El tema de los derechos de las mujeres es una agenda prioritaria, y en este sentido, la preocupación que nos ha llevado a impulsar el ejercicio, reflexión, discusión y análisis profundo de diversas temáticas precisamente en este tenor les quiero compartir lo que es la protección de los derechos reproductivos desde la Comisión de Derechos Humanos.
Aunque la protección de los derechos humanos de las mujeres cuenta con una amplia tradición en el quehacer cotidiano de la Comisión, desde el año 2012 la institución ha desarrollado diversas actividades para promover y defender los derechos reproductivos de las mujeres. En particular, en relación con la necesidad de garantizarles una atención humanizada en el parto.
En este sentido, quiero recordar a todas y todos que el reconocimiento del denominado parto humanizado no constituye una ocurrencia ni debe ser considerado como un asunto de coyuntura, sino que por el contrario, constituye un paso decisivo del Estado mexicano para el pleno cumplimiento y garantía de diversos compromisos internacionales que nuestro país ha adquirido mediante la ratificación de instrumentos como laConvención de Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. De igual forma debemos recordar que la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, en 94; y la Conferencia de Beijing en 95, fueron dos momentos clave en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, entre ellos, la salud materna.
Tenemos la Cartilla sobre Atención Humanizada al Parto, con las organizaciones GIRE y Parto Libre. En este contexto hay que destacar la importancia de las acciones que la Comisión ha emprendido, siempre de la mano de Organizaciones de la Sociedad Civil expertas en el tema, y entre las que destaca la reciente realización de la Cartilla sobre Atención Humanizada al Parto, la cual tiene por objeto difundir entre la población en general y las mujeres en particular, así como el personal de salud, los derechos de las mujeres en el momento del parto y la intervención que debe realizar el personal de salud, de acuerdo con los más altos estándares internacionales, y de conformidad con la evidencia científica proporcionada por la Organización Mundial de la Salud.
Quiero comentarles que debido a la amplia demanda este material está actualmente en proceso de reimpresión. De igual forma, elInforme que presentamos como parte del Complemento delInforme Anual que rinde la Comisión, con el tema “Salud Materna y Violencia Obstétrica”.
Sobre algunas consideraciones relevantes del Informe destaca que es necesario reconocer que la salud materna abarca el respeto y protección a toda una gama de derechos humanos fundamentales de las mujeres, vinculados con su autonomía, dignidad, así como lo relativo a poder tomar decisiones libres e informadas respecto a su embarazo. De igual forma, la protección de la salud materna debe velar porque las prácticas sociales y tradicionales no afecten el acceso a la atención anterior y posterior al parto, adoptando medidas de protección para mujeres en situación de vulnerabilidad.
Precisamente por ello, el Estado debe garantizar de forma especial la protección de las mujeres en contra de cualquier forma de violencia en el marco del ejercicio de este derecho, así como avanzar en la eliminación de estereotipos de género que obstaculizan en la práctica el acceso de las mujeres a servicios de salud.
En cuanto al acceso relacionado con la salud materna en el Distrito Federal, el Informe reconoce que existen diversas problemáticas que obstaculizan el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Algunas de las que destacan son acceso a consulta médica.
El Informe destaca una serie de estudios que abordan la temática de la salud materna, por ejemplo: según datos de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en 2010, aun cuando la consulta médica durante el primer trimestre del embarazo resulta crucial para la prevención de malformaciones congénitas, sólo el 29.3% de las mujeres la reciben en su primera consulta en este lapso. El 32% durante el segundo trimestre, y más del 38 hasta el tercer trimestre.
En cuanto a atención en hospitales públicos y privados, tenemos el acuerdo, con los datos del Subsistema de Información sobre Nacimientos en el DF, que durante el año 2012, la mayoría de los embarazos fueron atendidos en hospitales de la Secretaría de Salud capitalina, el 32.4%; seguido por el Instituto Mexicano del Seguro Social con el 24%; y hospitales privados con un 22.8%. Sin embargo, nuestro estudio advierte que la tendencia presenta un incremento en la atención por parte de los hospitales privados.
En cuanto a atención de médicos frente a parteras o comadronas, de acuerdo con el Inegi, a través de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica y el Consejo Nacional de la Población, se ha advertido que el 98% de los eventos de parto son atendidos por personal médico, contra un 0.5 que es con parteras o comadronas.
En cuanto al incremento de cesáreas, tenemos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición un incremento del 63.1% por cesárea, 80% de los cuales se realizan en hospitales de naturaleza privada.
En cuanto a problemáticas más relevantes, se destacan algunos de los que se encontraron vinculados con la salud materna. Respecto al rubro nacimiento por cesárea México se sitúa en el cuarto lugar en el mundo, después de China, Brasil y Estados Unidos, con una proporción alta de cesáreas por diagnósticos imprecisos y no siempre justificados.
En el Distrito Federal, durante 2012 más del 52% de los nacimientos registrados ocurrieron a través de la práctica quirúrgica de la cesárea. Es importante recordar que la Norma Oficial Mexicana para la atención de la mujer durante el embarazo, parto, puerperio y del recién nacido recomienda que este tipo de práctica no debería exceder el 20% del total de los nacimientos. Esta situación evidencia que aún se sigue utilizando en nuestra ciudad la denominada cesárea de rutina, aspecto que contraviene una parte fundamental de las recomendaciones de la OMS, la cual advierte sobre la importancia del cuidado del embarazo y parto no sean medicalizados y se basen en el uso de una tecnología apropiada, respetando la privacidad, dignidad, confidencialidad y las propias decisiones de las mujeres.
En cuanto al tema de muerte materna el país ha sido señalado por diversas instancias internacionales por su alto índice de muertes maternas, que incluso es superior al promedio observado en los países que forman parte de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico. Esos indicadores evidencian algunos de los retos relacionados con la salud materna en un contexto en que los avances médicos y tecnológicos no siempre sirven al bienestar de las mujeres, y más bien coexisten con situaciones de riesgo y desigualdad que en ocasiones llevan a muchas de ellas a la muerte.
En cuanto a lo que hemos identificado, desde el trabajo de la Comisión, tenemos durante el 2013 la recepción de 52 quejas por presuntas violaciones a derechos humanos en relación con la salud materna; y en la historia de la Comisión se han emitido seis Recomendaciones relacionadas con el tema: dos en 2006, una en 2009 y tres durante 2011 a 2013. Todas ellas dirigidas a la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Estas Recomendaciones documentan 32 casos en los que mujeres, recién nacidos, o ambos, fueron víctimas de violaciones a sus derechos humanos, e incluso perdieron la vida o quedaron con secuelas al negárseles atención médica, ya sea por falta de personal especializado o de material o equipo adecuado, así como causa de una atención médica, deficiencia inoportuna durante el embarazo o el parto.
En virtud de lo anterior, se señalaron violaciones a los derechos a la salud, a la integridad física, al disfrute del más alto nivel posible de salud, a la vida, a las garantías judiciales, al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, a la igualdad y no discriminación y al desarrollo, supervivencia, vida y salud de niñas y niños.
Por ello queremos reiterar que la salud materna implica una serie de cuidados que deben proporcionarse antes, durante y después del parto. Y abarca también la protección de toda una gama de derechos relacionados con la autonomía y dignidad de las mujeres, así como la toma de decisiones libres e informadas, en relación con el parto y embarazo.
El Estado mexicano en sus distintos niveles y organizaciones de Gobierno ha adquirido la responsabilidad ética y jurídica de cumplir con la obligación de respetar, proteger, garantizar y promover los derechos reproductivos de todas las mujeres sin discriminación alguna, específicamente aquellos relacionados con la maternidad.
Destaco finalmente algunas preocupaciones; A pesar de que se ha observado una progresiva institucionalización de un marco legal, normativo, técnico y político con el propósito de asegurar que las mujeres embarazadas reciban atención médica durante el embarazo, parto y puerperio, el Informe advierte que los programas de Gobierno no asumen el carácter prioritario de salud materna estipulado en la ley. Los esfuerzos en la materia son fragmentados y están enfocados principalmente a la difusión de información y orientación.
De la misma forma, el estudio reconoce que poco se ha avanzado en la formación y capacitación del personal para eliminar prácticas de violencia obstétrica y garantizar a las mujeres una atención de calidad y libre de prejuicios en el embarazo y parto.
Un pendiente fundamental se relaciona con la formación del personal en atención humanizada del embarazo, parto y en los estándares internacionales en la materia.
Entre las propuestas, a manera de conclusión que tenemos en elInforme disponible ya en el portal de nuestra Comisión, se destaca la necesidad de dar a la maternidad el carácter prioritario y de desarrollo humano que diversos órganos internacionales, leyes federales y locales le otorgan, colocando en el centro el respeto de las mujeres a decidir libremente sobre su embarazo, parto y puerperio, consolidar un marco jurídico que incluya las recomendaciones de la OMS sobre cuidados del embarazo y nacimiento, así como las obligaciones de respeto, protección, garantía y promoción de la salud materna, desarrollar programas y estrategias enfocadas a erradicar la violencia obstétrica, así como a promover la capacitación del personal en materia de parto humanizado y estándares internacionales sobre salud materna, así como la participación de parteras, enfermeras, obstetras y otros profesionales de la maternidad; asignar mayores recursos humanos y materiales para la atención humanizada durante el embarazo, parto y puerperio y la lactancia en los establecimientos y servicios de salud en el DF y garantizar el acceso de las mujeres a información oportuna, confiable, completa y accesible para vivir con plenitud su maternidad.
Como pueden observar, es necesario seguir avanzando en esta materia con el propósito de mejorar las condiciones en que las mujeres ejercen sus derechos en la ciudad. Celebro los esfuerzos que de este tipo se desarrollan, tanto en la Comisión con las Organizaciones y las propias autoridades, que se den siempre con un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Tengan la seguridad que en esta gestión seguiremos impulsando, retomando y priorizando el tema en materia de género, en materia tan sensible de esta naturaleza. Muchas gracias a todas y todos.
Gracias, bienvenidas a todas y todos. Agradezco la presencia del presídium que nos acompaña el día de hoy, a todas las personas de Organizaciones de Sociedad Civil, academia, medios de comunicación, así como a los propios compañeros y compañeras de la Comisión.
El tema de los derechos de las mujeres es una agenda prioritaria, y en este sentido, la preocupación que nos ha llevado a impulsar el ejercicio, reflexión, discusión y análisis profundo de diversas temáticas precisamente en este tenor les quiero compartir lo que es la protección de los derechos reproductivos desde la Comisión de Derechos Humanos.
Aunque la protección de los derechos humanos de las mujeres cuenta con una amplia tradición en el quehacer cotidiano de la Comisión, desde el año 2012 la institución ha desarrollado diversas actividades para promover y defender los derechos reproductivos de las mujeres. En particular, en relación con la necesidad de garantizarles una atención humanizada en el parto.
En este sentido, quiero recordar a todas y todos que el reconocimiento del denominado parto humanizado no constituye una ocurrencia ni debe ser considerado como un asunto de coyuntura, sino que por el contrario, constituye un paso decisivo del Estado mexicano para el pleno cumplimiento y garantía de diversos compromisos internacionales que nuestro país ha adquirido mediante la ratificación de instrumentos como laConvención de Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. De igual forma debemos recordar que la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, en 94; y la Conferencia de Beijing en 95, fueron dos momentos clave en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, entre ellos, la salud materna.
Tenemos la Cartilla sobre Atención Humanizada al Parto, con las organizaciones GIRE y Parto Libre. En este contexto hay que destacar la importancia de las acciones que la Comisión ha emprendido, siempre de la mano de Organizaciones de la Sociedad Civil expertas en el tema, y entre las que destaca la reciente realización de la Cartilla sobre Atención Humanizada al Parto, la cual tiene por objeto difundir entre la población en general y las mujeres en particular, así como el personal de salud, los derechos de las mujeres en el momento del parto y la intervención que debe realizar el personal de salud, de acuerdo con los más altos estándares internacionales, y de conformidad con la evidencia científica proporcionada por la Organización Mundial de la Salud.
Quiero comentarles que debido a la amplia demanda este material está actualmente en proceso de reimpresión. De igual forma, elInforme que presentamos como parte del Complemento delInforme Anual que rinde la Comisión, con el tema “Salud Materna y Violencia Obstétrica”.
Sobre algunas consideraciones relevantes del Informe destaca que es necesario reconocer que la salud materna abarca el respeto y protección a toda una gama de derechos humanos fundamentales de las mujeres, vinculados con su autonomía, dignidad, así como lo relativo a poder tomar decisiones libres e informadas respecto a su embarazo. De igual forma, la protección de la salud materna debe velar porque las prácticas sociales y tradicionales no afecten el acceso a la atención anterior y posterior al parto, adoptando medidas de protección para mujeres en situación de vulnerabilidad.
Precisamente por ello, el Estado debe garantizar de forma especial la protección de las mujeres en contra de cualquier forma de violencia en el marco del ejercicio de este derecho, así como avanzar en la eliminación de estereotipos de género que obstaculizan en la práctica el acceso de las mujeres a servicios de salud.
En cuanto al acceso relacionado con la salud materna en el Distrito Federal, el Informe reconoce que existen diversas problemáticas que obstaculizan el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Algunas de las que destacan son acceso a consulta médica.
El Informe destaca una serie de estudios que abordan la temática de la salud materna, por ejemplo: según datos de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en 2010, aun cuando la consulta médica durante el primer trimestre del embarazo resulta crucial para la prevención de malformaciones congénitas, sólo el 29.3% de las mujeres la reciben en su primera consulta en este lapso. El 32% durante el segundo trimestre, y más del 38 hasta el tercer trimestre.
En cuanto a atención en hospitales públicos y privados, tenemos el acuerdo, con los datos del Subsistema de Información sobre Nacimientos en el DF, que durante el año 2012, la mayoría de los embarazos fueron atendidos en hospitales de la Secretaría de Salud capitalina, el 32.4%; seguido por el Instituto Mexicano del Seguro Social con el 24%; y hospitales privados con un 22.8%. Sin embargo, nuestro estudio advierte que la tendencia presenta un incremento en la atención por parte de los hospitales privados.
En cuanto a atención de médicos frente a parteras o comadronas, de acuerdo con el Inegi, a través de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica y el Consejo Nacional de la Población, se ha advertido que el 98% de los eventos de parto son atendidos por personal médico, contra un 0.5 que es con parteras o comadronas.
En cuanto al incremento de cesáreas, tenemos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición un incremento del 63.1% por cesárea, 80% de los cuales se realizan en hospitales de naturaleza privada.
En cuanto a problemáticas más relevantes, se destacan algunos de los que se encontraron vinculados con la salud materna. Respecto al rubro nacimiento por cesárea México se sitúa en el cuarto lugar en el mundo, después de China, Brasil y Estados Unidos, con una proporción alta de cesáreas por diagnósticos imprecisos y no siempre justificados.
En el Distrito Federal, durante 2012 más del 52% de los nacimientos registrados ocurrieron a través de la práctica quirúrgica de la cesárea. Es importante recordar que la Norma Oficial Mexicana para la atención de la mujer durante el embarazo, parto, puerperio y del recién nacido recomienda que este tipo de práctica no debería exceder el 20% del total de los nacimientos. Esta situación evidencia que aún se sigue utilizando en nuestra ciudad la denominada cesárea de rutina, aspecto que contraviene una parte fundamental de las recomendaciones de la OMS, la cual advierte sobre la importancia del cuidado del embarazo y parto no sean medicalizados y se basen en el uso de una tecnología apropiada, respetando la privacidad, dignidad, confidencialidad y las propias decisiones de las mujeres.
En cuanto al tema de muerte materna el país ha sido señalado por diversas instancias internacionales por su alto índice de muertes maternas, que incluso es superior al promedio observado en los países que forman parte de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico. Esos indicadores evidencian algunos de los retos relacionados con la salud materna en un contexto en que los avances médicos y tecnológicos no siempre sirven al bienestar de las mujeres, y más bien coexisten con situaciones de riesgo y desigualdad que en ocasiones llevan a muchas de ellas a la muerte.
En cuanto a lo que hemos identificado, desde el trabajo de la Comisión, tenemos durante el 2013 la recepción de 52 quejas por presuntas violaciones a derechos humanos en relación con la salud materna; y en la historia de la Comisión se han emitido seis Recomendaciones relacionadas con el tema: dos en 2006, una en 2009 y tres durante 2011 a 2013. Todas ellas dirigidas a la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Estas Recomendaciones documentan 32 casos en los que mujeres, recién nacidos, o ambos, fueron víctimas de violaciones a sus derechos humanos, e incluso perdieron la vida o quedaron con secuelas al negárseles atención médica, ya sea por falta de personal especializado o de material o equipo adecuado, así como causa de una atención médica, deficiencia inoportuna durante el embarazo o el parto.
En virtud de lo anterior, se señalaron violaciones a los derechos a la salud, a la integridad física, al disfrute del más alto nivel posible de salud, a la vida, a las garantías judiciales, al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, a la igualdad y no discriminación y al desarrollo, supervivencia, vida y salud de niñas y niños.
Por ello queremos reiterar que la salud materna implica una serie de cuidados que deben proporcionarse antes, durante y después del parto. Y abarca también la protección de toda una gama de derechos relacionados con la autonomía y dignidad de las mujeres, así como la toma de decisiones libres e informadas, en relación con el parto y embarazo.
El Estado mexicano en sus distintos niveles y organizaciones de Gobierno ha adquirido la responsabilidad ética y jurídica de cumplir con la obligación de respetar, proteger, garantizar y promover los derechos reproductivos de todas las mujeres sin discriminación alguna, específicamente aquellos relacionados con la maternidad.
Destaco finalmente algunas preocupaciones; A pesar de que se ha observado una progresiva institucionalización de un marco legal, normativo, técnico y político con el propósito de asegurar que las mujeres embarazadas reciban atención médica durante el embarazo, parto y puerperio, el Informe advierte que los programas de Gobierno no asumen el carácter prioritario de salud materna estipulado en la ley. Los esfuerzos en la materia son fragmentados y están enfocados principalmente a la difusión de información y orientación.
De la misma forma, el estudio reconoce que poco se ha avanzado en la formación y capacitación del personal para eliminar prácticas de violencia obstétrica y garantizar a las mujeres una atención de calidad y libre de prejuicios en el embarazo y parto.
Un pendiente fundamental se relaciona con la formación del personal en atención humanizada del embarazo, parto y en los estándares internacionales en la materia.
Entre las propuestas, a manera de conclusión que tenemos en elInforme disponible ya en el portal de nuestra Comisión, se destaca la necesidad de dar a la maternidad el carácter prioritario y de desarrollo humano que diversos órganos internacionales, leyes federales y locales le otorgan, colocando en el centro el respeto de las mujeres a decidir libremente sobre su embarazo, parto y puerperio, consolidar un marco jurídico que incluya las recomendaciones de la OMS sobre cuidados del embarazo y nacimiento, así como las obligaciones de respeto, protección, garantía y promoción de la salud materna, desarrollar programas y estrategias enfocadas a erradicar la violencia obstétrica, así como a promover la capacitación del personal en materia de parto humanizado y estándares internacionales sobre salud materna, así como la participación de parteras, enfermeras, obstetras y otros profesionales de la maternidad; asignar mayores recursos humanos y materiales para la atención humanizada durante el embarazo, parto y puerperio y la lactancia en los establecimientos y servicios de salud en el DF y garantizar el acceso de las mujeres a información oportuna, confiable, completa y accesible para vivir con plenitud su maternidad.
Como pueden observar, es necesario seguir avanzando en esta materia con el propósito de mejorar las condiciones en que las mujeres ejercen sus derechos en la ciudad. Celebro los esfuerzos que de este tipo se desarrollan, tanto en la Comisión con las Organizaciones y las propias autoridades, que se den siempre con un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Tengan la seguridad que en esta gestión seguiremos impulsando, retomando y priorizando el tema en materia de género, en materia tan sensible de esta naturaleza. Muchas gracias a todas y todos.