Discurso 39/2014
10 de junio de 2014
Muy buenos días a todas y a todos. Agradecemos muchísimo su presencia el día de hoy aquí para tratar este tema, que desafortunadamente y por los lamentables sucesos que se han dado a conocer en las última semanas, ha cobrado visibilidad, pero no se trata, desde luego, de un tema nuevo, ni que haya surgido con estos acontecimientos.
Y quisiera comenzar diciendo que toda propuesta criminalizante para erradicar o para sancionar el bullying es demagogia, es demagogia legislativa, es demagogia política por varias razones. En primer lugar, porque cuando como consecuencia del acoso escolar se cometen algunos delitos, éstos se encuentran ya contemplados en los códigos penales, por lo que no es necesario el crear nuevas conductas, porque no van a tener absolutamente ningún efecto.
Sumado a lo anterior, también tenemos que desde la perspectiva académica, en distintos países se ha estudiado y se ha comprobado que el crear nuevos tipos penales, la sanción de las conductas, no inhiben la comisión de estas conductas.
Por eso es que la respuesta no es criminalizar, no es crear nuevos tipos penales, pero además también tenemos que tener claro que los niños y niñas menores de 12 años de edad —está establecido en nuestra Constitución, en cumplimiento a los compromisos internacionales firmados por México—, no pueden ser sujetos del derecho penal. Y esto está establecido en la Constitución y ninguna Ley, desde luego, puede contradecir esta norma constitucional.
Pero además, esta visión criminalizante, ya sea desde el Derecho Penal o desde los supuestos reglamentos escolares que muchas veces son sancionadores y criminalizantes, en una manera más drástica que lo es el Derecho Penal, dejan del lado también otras conductas de violencia escolar y en concreto de acoso, el acoso que no deriva precisamente en acciones o en conductas tan llamativas o tan alarmantes como la muerte de una niña o un niño, lesiones o algún tipo de ataques a la integridad física, pero que constituyen un gran sufrimiento, y hacen precisamente que se niegue el derecho a una infancia plena y feliz, a la integridad física, a la integridad sicológica, a hacer amigos, a todo lo que debemos garantizar a niñas y niños.
¿Cuál debe ser la respuesta entonces? ¿Si no podemos criminalizar, si la respuesta es sancionar? Es precisamente, abordar, desde un enfoque de derechos humanos el problema. En primer lugar es entender el acoso escolar como un problema de violencia, como una de las muchas manifestaciones que se dan de violencia hacia la infancia, y de violencia en el contexto de la educación formal, pero también se requiere trabajar muchísimo, como ya han dicho la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y la Presidenta del COPRED, en una cultura de la inclusión, de la aceptación de la diversidad, de la cultura de la paz en los centros escolares, una visión de derechos del niño.
Y es precisamente estas reflexiones las que pretendemos abordar en el Foro que se ha propuesto, es un foro en el que, desde la academia estamos muy interesados en participar, porque creemos que debemos ampliar el debate para sugerir propuestas eficaces que sean respetuosas de los derechos humanos de niñas y niños y que implican a todos los interesados. Y la primera implicación tiene que darse desde las propuestas.
Es por eso que en próximas fechas les estaremos comunicando en qué condiciones se van a dar estos espacios, porque se advierte que serán muchos, espacios plurales, desde donde las distintas perspectivas y siempre desde un enfoque de derechos humanos, se va a abordar ese problema que desafortunadamente ha tenido consecuencias lamentables que han salido a la opinión pública, pero que ocurren en todos los contextos escolares de nuestro país.
Y quisiera terminar diciendo que esta perspectiva, que estas líneas de acción que se están proponiendo aquí no son optativas, no son una ocurrencia del COPRED ni de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, son una obligación constitucional de todas las autoridades. Por lo tanto también hacemos, desde este foro, un llamado a todas las autoridades involucradas (que podemos decir en resumidas cuentas que son todas las autoridades del país, federales y locales) a sumarse a estas reflexiones y a este gran debate para encontrar juntos unas alternativas que, desde la perspectiva del derecho, de los derechos humanos, cuentan con esta obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes, especialmente en el contexto escolar.
Muchas gracias.