Discurso 53/2014
22 de julio de 2014
Gracias, buenos días a todas y todos. Saludo al presídium, a las autoridades internacionales, a los coordinadores y las coordinadoras de los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, y antes que nada me gustaría agradecer a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, la invitación para participar en la inauguración de este evento.
Quiero empezar la presentación refiriéndome a la importancia de construir una agenda legislativa para el Distrito Federal desde la visión de los derechos humanos, pues para hacer efectivos los derechos de todas las personas se requieren de normas apropiadas y acordes con los estándares más altos que enmarquen, por una parte, la actuación de las autoridades pero también de un sistema de carácter democrático que, por otro lado, reconozca debidamente su interdependencia e indivisibilidad.
Por ello, es importante realizar algunas precisiones sobre la evolución del concepto de seguridad humana dentro de un Estado democrático, el cual ha sido relevante para el trabajo de defensa, promoción y protección que realiza la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Pensar el concepto de desarrollo como el simple crecimiento económico de un país no necesariamente conduce a la realización de los derechos humanos. Por tanto, el concepto de desarrollo debe ser abordado desde una visión humanista centrada en el pleno despliegue de las potencialidades inherentes a la naturaleza del ser humano, así como en la provisión y garantía de las condiciones básicas que permitan a todas y a todos tener una vida digna.
Por tal motivo, durante los últimos años, nuestros esfuerzos institucionales se han enfocado precisamente en promover la comprensión de la idea de desarrollo entendido éste último como desarrollo humano.
El desarrollo humano constituye un concepto amplio que contempla e integra distintas áreas importantes para la construcción de sociedades justas e incluyentes como la gobernabilidad democrática, la sostenibilidad ambiental y principalmente, la seguridad humana.
La seguridad humana es una noción sustentada en la paz y en los derechos humanos. Básicamente, se focaliza en las preocupaciones cotidianas de las personas desde una visión más amplia e integral que la idea de la seguridad nacional o de la seguridad pública, pues su objetivo es la protección de las personas, misma que no puede alcanzarse a través de la vía de la fuerza o de las armas.
Quiero recordar que el concepto de seguridad humana se introdujo en el panorama mundial en los años 90 a través del ya famoso Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y apareció con la finalidad de resolver los problemas de millones de personas que continuamente ven afectado el goce y disfrute de sus derechos humanos por las constantes transformaciones políticas, económicas y sociales a las que se encuentran sometidas las sociedades modernas.
En el caso de la Ciudad de México, donde habitan y transitan millones de personas de distintos sexos y edades con situaciones y condiciones diversas que demandan bienes y servicios con un requisito muy alto de infraestructura, los riesgos y amenazas a los derechos humanos adquieren dimensiones específicas asociadas a condiciones de desigualdad, pobreza, marginación o densidad poblacional que requieren de una protección sistemática, integral y preventiva.
En este contexto, resulta de vital importancia comprender la seguridad humana y el desarrollo humano como elementos estrechamente vinculados a la satisfacción de los derechos fundamentales.
En un primer momento, lograr la vinculación entre seguridad humana, desarrollo humano y derechos humanos en las leyes y políticas públicas del Distrito Federal se vislumbra no sólo posible, sino también necesario y fundamental para cubrir integralmente todos los factores de riesgo, peligro, contingencia o cambio repentino que afectan, día a día, la calidad de vida de las y los capitalinos.
Por ello, para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, la construcción de una agenda legislativa para la Ciudad de México enfocada en la seguridad humana y el desarrollo humano, así como en la reafirmación del gran cúmulo de obligaciones internacionales que tienen las autoridades frente a los derechos humanos de todas las personas, permitirá también generar condiciones propicias para asegurar la plena participación ciudadana.
Dentro de un Estado constitucional y democrático, alcanzar y construir condiciones propicias para la participación activa, libre y significativa de todas y todos requiere de la adopción de un enfoque basado en los derechos humanos que asegure, por un lado, el acceso a la calidad de vida de las personas y, por el otro, los mecanismos necesarios que permitan su adecuada participación en los asuntos públicos.
El enfoque derechos humanos fortalece a los sistemas democráticos ya que exige a los Estados ir más allá de la sola ratificación de los tratados y los obliga a integrarlos efectivamente en la legislación y propiciar los cambios sociales necesarios para atender las demandas políticas, sociales y económicas de toda la población.
Bajo este enfoque, un Estado constitucional y democrático no adquiere este carácter por el sólo hecho de realizar elecciones periódicas, sino que se verifica precisamente a través de la generación de condiciones para la participación significativa de todas y todos en los asuntos públicos y particularmente en los asuntos relativos al desarrollo. En este sentido, precisamente la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo establece que cualquier proceso de desarrollo debe asegurar la participación “activa, libre y significativa” de la ciudadanía.
La construcción de leyes con enfoque de derechos humanos debe ser siempre capaz de orientarse hacia la participación efectiva de las personas en todos aquellos asuntos que involucren los derechos fundamentales de éstas, pues se trata de un marco conceptual que permite analizar las desigualdades que se encuentran en el centro de los problemas de desarrollo e incluso, corregir las prácticas discriminatorias en la propia sociedad.
En tal virtud, otra de las características contenidas en este enfoque es el énfasis que debe ponerse en la materialización de los derechos humanos de las personas y grupos que se ubican en situación de vulnerabilidad a través de su propia participación e inclusión en los procesos legislativos, y particularmente, mediante la incorporación de mecanismos adecuados de rendición de cuentas.
Por ello, me encuentro convencida de que los órganos legislativos no sólo tienen la encomienda de buscar que la formulación de leyes y reglamentos se realicen claramente desde la visión de los derechos humanos, sino que además deben velar porque todas las instancias y autoridades dispongan de las capacidades y recursos necesarios para cumplir con sus objetivos.
Quiero decirles por una parte que las funciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se relacionan con propiciar y consolidar el establecimiento de una agenda legislativa en el Distrito Federal desde la perspectiva de los derechos humanos.
Les quiero reiterar a todas y todos que seguiremos colaborando para que la construcción de esta agenda sea capaz de incorporar de manera transversal el enfoque de derechos, independientemente de la materia o de la modificación de que se trate, pues estamos convencidas y convencidos que los derechos humanos tienen que guiar cualquier acción e intervención de las autoridades.
Los derechos humanos pues, deberán seguir siendo el referente y fin último de las normas ya que de alguna manera, toda norma es potencialmente una norma de derechos humanos porque debe contribuir al logro de alguno de los objetivos que satisfacen un determinado derecho.
Todas y todos podemos aportar esfuerzos para que la agenda legislativa cuente con los estándares más avanzados a nivel internacional. De la misma forma, resulta imprescindible buscar que la agenda legislativa y de políticas públicas tome en consideración la perspectiva del desarrollo humano y la seguridad humana, pues creemos que asegurar la prevención temprana de los riesgos y amenazas no sólo minimiza las repercusiones frente a la intervención tardía en los problemas que enfrentan las personas en el ejercicio de los derechos, sino que además contribuye a la construcción y consolidación de nuestra democracia. Enhorabuena y muchísimas gracias.