Discurso 64/2014
12 de agosto de 2014
Gracias, buenos días a todas y a todos. Es un enorme gusto poder recibirles el día de hoy para presentar el libro que, sin duda, resulta relevante en el contexto que vive nuestro país.
Antes que nada, agradecer también el poder compartir esta mesa con las y los expertos en la materia, y agradecer también la confianza depositada en esta institución para poder generar la presentación de esta importante obra.
Como todas y todos ustedes saben, el año 2011 representó para nuestro país un momento de transformación y de crecimiento jurídico de enorme calado, gracias a la promulgación de la Reforma Penal en Derechos Humanos, la cual se sumó a otras reformas en materia de amparo, acciones colectivas, sistema de justicia penal, entre otras. Durante los años que siguieron a la entrada en vigor de estas reformas, y particularmente en lo que se refiere a los derechos humanos, muchos han sido los estudios y análisis que han generado, y que se han intentado para explorar los impactos y las virtudes que dichos cambios constitucionales traen aparejados para la vida democrática de nuestro país.
Sin embargo, debe señalarse que su adecuada implementación requiere de una serie de condiciones que, como sociedad e instituciones, debemos generar y consolidar, a fin de asegurarnos que las mismas puedan funcionar eficazmente.
No debe dejarse de mencionar que hasta este momento, diversas instituciones, entre las que se encuentra esta Comisión, han promovido un importante impulso a la consolidación y efectiva aplicación de la Reforma Constitucional en materia de derechos humanos, a fin de lograr que todas las personas puedan gozar de estos derechos.
Sin embargo, y como todo proceso de transformación, la articulación integral de los cambios constitucionales y democráticos que conlleva la Reforma en Derechos Humanos requiere de tiempo y perseverancia, pues en el fondo lo que implica es un cambio de tal magnitud, es en el reto de generar las condiciones de transformación institucional y acciones de las autoridades en diferentes ámbitos.
En el campo de las y los juristas, por ejemplo, el reto no es menor; es el de superar la implementación ortodoxa del silogismo lógico jurídico que puede restringir durante muchos años el goce de los derechos humanos.
En el campo de las y los servidores públicos también, se trata de entender que el mandato de las instituciones se encuentra condicionado por un axioma que son los derechos de las personas. Y finalmente, resulta fundamental comprender que como sociedad tenemos que generar herramientas para fomentar la participación ciudadana y la conciencia de la exigibilidad de los derechos para empoderar a las personas.
En esta medida, en el libro coordinado por el Doctor Sepúlveda y el Doctor Bustamante, titulado Reforma Constitucional en Derechos Humanos: Perspectivas y Retos, el cual tenemos hoy el gusto de presentar en esta Comisión, resulta tan interesante y de lectura indispensable, pues a partir de un conjunto de artículos y contribuciones escritas por expertas y expertos en la materia de derechos humanos, nos ayuda a comprender los principales obstáculos que aún enfrentamos en el país, y específicamente en la propia ciudad para lograr la adecuada implementación de la Reforma Constitucional en materia de derechos humanos, por tanto, los retos asociados a la implementación y vigencia de la Reforma Constitucional se encuentran en la base de una participación conjunta y de responsabilidades compartidas que vinculan a diversos actores sociales, tanto públicos como privados.
En este ámbito conjunto de responsabilidades de todas y todos que ahora tenemos con base en el Artículo 1º Constitucional, ahora debemos observar con seriedad la aplicación de los derechos humanos sobre la base y perspectiva de los estándares más protectores a favor de las personas, lo que implica el reto de asumir la fundamentación y motivación de los casos con este enfoque.
Tal como ustedes podrán identificarlo, a partir de la lectura de este libro, la Reforma Constitucional en Derechos Humanos, también representa una posibilidad de apertura y diálogo, incluso, tal vez sea ésta una de las perspectivas más interesantes que merece especial atención e investigación, pues con los cambios que de ella derivan, es posible e indispensable hacer uso del conjunto de herramientas, principalmente jurídicas, que tanto a nivel nacional e internacional, existen en esta materia.
Hoy por hoy, la comunicación e intercambio de experiencias con otros organismos e instituciones de orden nacional e internacional, suponen una realidad que debe ser impulsada en beneficio de todas y todos.
La Reforma 2011 abre, entonces, un sin fin de oportunidades, no sólo para la defensa de los derechos humanos, sino también para la transición hacia modelos democráticos más sólidos, sustentados en visiones de protección y prevención integral de generación de esquemas de igualdad hacia como de efectivos procesos de reparación para evitar la repetición de violaciones a derechos humanos. Como siempre, es un gusto para esta institución poder ser partícipe del esfuerzo y de los resultados que personas tan comprometidas y desde luego, especialistas en el tema, como las que hoy me acompañan en esta mesa, realizan a través de sus actividades diarias que el día de hoy se ven reflejadas en esta obra que, estoy segura, contribuirá a fomentar el diálogo y la discusión sobre los retos y las perspectivas que aún deben analizarse en torno a esta Reforma Constitucional. En hora buena y todo un gusto recibirlos en su casa.