Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México 
Discurso 71/2014
20 de agosto de 2014
Gracias, buenos días a todas y todos; distinguidas y distinguidos integrantes del presídium, comunidad educativa de la Universidad Nacional Autónoma de México, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), medios de comunicación y público en general aquí presente.
Me honra participar en la inauguración de este Foro, que tiene por objetivo identificar los orígenes multifactoriales de la violencia escolar, a fin de promover propuestas integrales para el diseño e implementación de acciones y políticas públicas que permitan atender este problema desde un enfoque preventivo y no criminalizante, que ponga en el centro de las y los integrantes de las comunidades educativas y, en particular, los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Este Foro forma parte de la estrategia que anunciamos en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el pasado 10 de junio, en conjunto con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación de la ciudad de México (COPRED) y las OSC Ririki, Intervención Social; la Oficina de la Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI) y el Grupo de Educación Popular con Mujeres.
Esta estrategia tiene como objetivo el desarrollo de una serie de trabajos conjuntos, que involucren a diversas instancias gubernamentales y de la sociedad civil, para que generen medidas de prevención, ante las situaciones de violencia en las aulas. Las valiosas reflexiones y propuestas que se generarán en las mesas de este Foro, a partir de las ponencias, de las y los especialistas que nos acompañan, así como de las intervenciones del público asistente, nos permitirá generar los primeros insumos para trazar una ruta de incidencia en políticas públicas, de manera que podamos plantear medidas eficaces de prevención y atención al problema de la violencia escolar.
Las instituciones educativas deben recuperar su función socializadora y cumplir su función de ciudadanía, teniendo como un componente esencial el aprender a vivir juntas y juntos sin violencia y a solucionar los inevitables conflictos que acompañan a la tarea pedagógica. Este es uno de los principales aportes que la educación puede hacer a una sociedad que aspira a la democracia plena y hoy busca salidas a una crisis de seguridad y violencia que ha permeado en muchas de las estructuras e instituciones que la conforma, entre ellas, la escuela.
Los actores que convocamos a este Foro tenemos la certeza de que la soluciones simplistas, punitivas y criminalizantes frente al tema de la violencia escolar no contribuyen a su solución y, por el contrario, pueden llegar a vulnerar derechos fundamentales de las y los involucrados, por ello, proponemos un tratamiento integral y con enfoque de derechos humanos, cuyos ejes centrales de análisis y atención giren en torno a las causas multifactoriales de este fenómeno, a fin de comprender sus características, modalidades, dinámicas y posibilidades de intervención.
Será necesario implementar medidas específicas para atender los impactos diferenciados de la violencia escolar, desde situaciones que requieren contención y atenciones generales, hasta situaciones excepcionales de extrema violencia que requieren un tratamiento sancionador; aun así, debe prevalecer en todo momento el respeto a los derechos fundamentales de las niñas, niños y adolescentes.
No existen soluciones fáciles, y el esquema integral que proponemos requiere acciones organizadas por parte de autoridades, familias, comunidades educativas y entornos escolares, pues sólo trabajando de manera coordinada se podrá atender este fenómeno, teniendo siempre como primera vía a la prevención y la solución pacífica de los conflictos.
Si bien, la prevención y erradicación de la violencia escolar es responsabilidad de la sociedad en su conjunto, también constituye una obligación clara e inmediata del Estado mexicano, enmarcada en la garantía y protección del Interés Superior de niñas, niños y adolescentes, así como en el aseguramiento de los derechos a la educación, a una vida libre de violencia, a la integridad física y psicológica, al juego, a participar y a ser escuchadas y escuchados, así como a la privacidad.
A 25 años de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, este espacio de reflexión constituye un esfuerzo más por dar cabal cumplimiento en su integridad e interdependencia a los derechos humanos de la infancia en la Ciudad de México y en nuestro país.
Muchas gracias por su atención, por el interés en este Foro y, por parte de la Comisión, junto con las instituciones convocantes, asumimos y seguiremos en el compromiso integral de difundir y generar las acciones que son ya urgentes y necesarias en nuestra sociedad. Muchas gracias.
