Discurso 62/2014
6 de agosto de 2014
A nombre de la doctora Perla Gómez Gallardo, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, les doy la más cordial bienvenida a esta ceremonia.
Estamos aquí reunidos porque hoy concluye una actividad de formación substancial, que integró una perspectiva paradigmática de los Derechos Humanos en el Sistema Penitenciario.
Primeramente, quiero agradecer al licenciado Antonio Hazael Ruiz Ortega, Subsecretario de Sistema Penitenciario, por su compromiso y al licenciado Daniel Juárez Venancio, Director del Instituto de Capacitación Penitenciaria (INCAPE), por acompañarnos, a las y los miembros de sus equipos que tomaron este curso, lo cual muestra el apoyo que tendrán aplicando los conocimientos adquiridos en materia de derechos humanos.
El que estén ustedes hoy aquí, acompañando a las y los miembros de sus equipos que tomaron este curso, da muestra del apoyo que tendrán aplicando los conocimientos adquiridos en materia de derechos humanos.
También, agradezco al maestro Miguel Sarre, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo (ITAM) y miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU, por todo su apoyo en el desarrollo de este proceso de formación.
La suma de sus esfuerzos por acompañar esta iniciativa es muestra de la sensibilidad e interés que tienen por incorporar medidas de gran trascendencia para el fortalecimiento de la estrecha relación que guarda el sistema penitenciario y los derechos humanos.
Ahora bien, en relación con este proceso de formación quiero comentar lo siguiente:
A lo largo de estos doce días las y los participantes de diversas áreas de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario –entre las que se pueden mencionar el Instituto de Capacitación Penitenciaria, la Dirección de Seguridad Penitenciaria con integrantes del Grupo URI, la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes y la Dirección Área Jurídica– contribuyeron con su asistencia y participación a la consolidación de este “Curso de especialización Sistema Penitenciario con enfoque de derechos humanos”.
Este ejercicio de formación es, sin duda, un paso en el impulso y reflexión en torno a la reivindicación del Estado de Derecho Social y Democrático y su resultado constituye, no sólo un conjunto de contenidos estructurados en torno a ciertos temas, sino que supone además, una inestimable contribución en la búsqueda de un modelo penitenciario que establezca ambientes que garanticen condiciones mínimas y más justas de respeto y dignidad en las prisiones del Distrito Federal.
Durante el curso se trataron temas tan primordiales como el deber del Estado de garantizar un trato digno a las personas privadas de libertad, tomando como base jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual ha referido que “toda persona privada de la libertad tiene derecho a vivir en una situación de detención compatible con su dignidad personal, lo cual debe ser asegurado por el Estado en razón de que éste se encuentra en posición especial de garante con respecto a dichas personas porque las autoridades penitenciarias ejercen un control total sobre él…”.
Asimismo, se hicieron propuestas para enmarcar líneas de trabajo en la labor de las y los participantes que contribuyan en la reducción de abusos en el sistema penal y que pongan en el centro a la persona y sus derechos humanos.
Los mecanismos de protección de los derechos sobre los cuales se trabajó fueron: garantías concretas a la función preventiva y al debido proceso en el cumplimiento de la pena; lo anterior, bajo los principios de igualdad y no discriminación y los nuevos alcances de los Derechos Humanos en el régimen constitucional mexicano, el cual contempla que en el desempeño del sistema penitenciario con las personas privadas de su libertad, se podrá disponer de una esfera más amplia de derechos y garantías, y comprometerá responsabilidades para los servidores públicos que laboran en éste sistema.
El cierre de este curso no es el fin del proceso de formación en materia de derechos humanos en el Sistema Penitenciario. Por el contrario, este ejercicio plantea más retos y preguntas, como: cuáles fueron las metas alcanzadas dentro de éste proceso de formación, cuáles quedan pendientes y cuáles son las expectativas de progresión a corto y mediano plazo.
En este marco la CDHDF se ha comprometido a seguir trabajando con el INCAPE y a continuar con una siguiente etapa que comprenderá el “Curso Herramientas para Formadores en derechos Humanos”, de 42 horas de duración. Así como con la elaboración de un ejercicio que evaluará el impacto de todo este esfuerzo institucional de capacitación.
Por último, quiero reconocer la labor de todas las personas que han hecho posible que celebremos éste evento, particularmente al equipo de la Dirección Ejecutiva de Educación por los Derechos Humanos de nuestra Institución, y naturalmente a todas y todos ustedes, participantes del “Curso de especialización Sistema Penitenciario con enfoque de derechos humanos”.
Declaramos oficialmente clausurado éste proceso educativo con un fuerte aplauso.
Muchas Gracias.