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Palabras de la Doctora Perla Gómez Gallardo, Presidenta de la CDHDF, en la promulgación de la Ley de los Derechos de las Personas Jóvenes en la Ciudad de México

Discurso 26/2015
13 de agosto de 2015

 

Buenos días a todas y a todos. Saludo en primer término al Doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de nuestra Ciudad; a los familiares de las víctimas del caso New’s Divine, Sociedad Civil, miembros del Gabinete, Diputadas, Diputados, jóvenes que están aquí presentes.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) reconoce como un avance la promulgación de la Ley de los derechos de las personas jóvenes en la Ciudad de México, que tiene por objetivo reconocer la dignidad humana de las juventudes, que significa considerar a las y a los jóvenes como sujetos plenos de derecho, respetando siempre la existencia de su diversidad territorial, cultural y socio-histórica, pues las juventudes, en la actualidad, exigen que se les considere como agentes de cambio y no sólo como objetos de política; es decir, exigen su participación en las mismas, a través del entendimiento y colaboración entre generaciones. Y con esta Ley se avanza en la atención integral, al orientar las políticas públicas y acciones tendientes al reconocimiento, promoción, protección, respeto y garantía de sus derechos humanos.

En México, la población de jóvenes de entre 15 y 19 años, corresponde a 26.4%; es decir, más de la cuarta parte. Y tan sólo en la Ciudad de México, se concentra 7.8% de este sector, convirtiéndose así en la segunda entidad con personas jóvenes. Es por ello que la regulación de un sector de la población tan activo y con características singulares requiere de esta atención preferencial.

El ciclo de la juventud se encuentra inmerso en múltiples dimensiones, como la social y la política, la cultural, la ambiental, el momento histórico y el territorio actual. Por lo tanto, sus problemas son variados y deben ser atendidos de forma integral por parte del Estado, con políticas que tengan la finalidad de generar las condiciones de una vida digna para todas aquellas personas, visibilizando, además, los subgrupos de este sector de la población que requieren atención especial y medidas de carácter reforzado por parte del Estado, como lo son los derechos de las personas jóvenes con discapacidad, pues este sector de la población asciende a casi 500 mil personas.

Asimismo, generar rutas que protejan el Derecho a la Educación, ya que 54% de la población joven carecen de la Educación Media Superior, y tan solo 16.8% accede a la Educación Superior.

Por lo que respecta a las mujeres, este es un grupo caracterizado por vivir una doble vulnerabilidad, pues se le discrimina por ser mujer y por ser joven. Es una realidad que las mujeres jóvenes son más propensas a sufrir ataques en contra de sus Derechos Sexuales y Reproductivos, como lo son el abuso sexual, matrimonio forzado o embarazo no deseado.

La Ley de los derechos de las personas jóvenes en la Ciudad de México reconoce el Derecho a la Salud y, de una manera integral, reconociendo los Derechos Sexuales y Reproductivos, no con la intención de menoscabar otros derechos, sino con el objetivo de lograr el goce del ejercicio pleno de derechos que les brinde la oportunidad de desarrollarse y potencializarse como personas dignas. Es un reconocimiento a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la Sociedad Civil; mostrar que con la voluntad política del Jefe de Gobierno de esta Ciudad que seguimos y seguiremos conservando los derechos adquiridos y seguiremos ensanchando con esa progresividad los derechos humanos.

Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es erradicar la estigmatización negativa hacia las juventudes. Basta con señalar la asociación que se realiza entre la juventud y la inmadurez, y la falta de compromiso.

Las y los jóvenes tienden a ser criminalizados, es decir, etiquetados socialmente y agrupados en aquello que la sociedad considera como delincuente o criminal, y tales estereotipos pueden servir como justificación suficiente para un arresto restrictivo a su libertad y seguridad personal, así como para que se cometan violaciones a otros derechos humanos.

En la Comisión de Derechos Humanos, de enero de 2010 a julio de 2015 se han recibido alrededor de 8 mil 290 quejas relacionadas a las probables violaciones a derechos humanos, cometidas en agravio a este sector de la población, lo que demuestra que hay un factor relevante para la vulnerabilidad y la necesaria promulgación de esta Ley de nuestra Ciudad.

La emisión del instrumento recomendatorio, como lo fue la Recomendación 11/2008, relacionada con los hechos ocurridos en el caso New’s Divine, considerado como un caso emblemático del contexto de criminalización de las prácticas sistemáticas de represión en contra de las y los jóvenes en la Ciudad; situación que, en un acto de no repetición, esperamos que se evite con la vigencia de esta Ley.

Señoras, señores, su caso no fue olvidado, su caso tuvo una reacción en política pública y no volverá a repetirse gracias a la implementación de estas leyes y otras prácticas de este Gobierno. El espíritu que recoge esta Ley es de suma importancia, consiste en reivindicar a las y los jóvenes en este contexto social, actual, así como en todos los espacios vitales, con el fin de que se les contemple como seres humanos activos y participativos, y así romper con las concepciones que coarten su posibilidad de desarrollo, bajo estigmas o esquemas que no se les ha encasillado. Asimismo, sienta las bases para garantizar un desarrollo social libre de violencia y con perspectiva juvenil y de género, pues no hay que olvidar que una sociedad debe caminar de una manera conjunta, y el reconocimiento de unos será una herramienta para el progreso de todos.

Esta Comisión agradece la participación de todas las organizaciones que trabajaron en la construcción de tan importante marco jurídico, el cual será un medio de disfrute para las y los jóvenes del Distrito Federal.

También reconocemos el trabajo de las autoridades del Distrito Federal: la Consejería Jurídica y Servicios Legales, el Instituto de la Juventud del Distrito Federal, así como el interés y el empeño de las y los asambleístas que impulsaron la aprobación de la presente Ley.

Finalmente también reconozco la voluntad política del señor Jefe de Gobierno de la Ciudad en la implementación de estas políticas públicas con visión de derechos humanos. Ésta y otras leyes que se están impulsando en esta gestión, y con el trabajo conjunto de la Asamblea y la Sociedad Civil, son un mensaje claro de que esta Ciudad sigue siendo diferente para todos los que habitan y transitan en esta su capital. Muchas gracias.

Inklusion
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