Discurso 32/2015
03 de septiembre de 2015
Gracias, buenos días a todas y todos. Saludo al honorable presídium, encabezado este acto protocolario por el Doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF); al Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), al Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), al Auditor Superior de la Ciudad de México, al Primer Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al Consejo del Instituto Nacional Electoral (INE), a la Comisionada Presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
A nombre de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), de los Organismos anfitriones, convocantes y patrocinadores del Décimo Congreso Nacional de Organismos Autónomos de México (OPAM), damos la bienvenida a las y los representantes de los Organismos Autónomos provenientes de las 32 entidades federativas, a las y los representantes de la sociedad civil, instituciones académicas y público en general de ámbitos diversos, con el común interés en los temas que nos mueven como ciudadanas, ciudadanos, y como instituciones, que han respondido a esta convocatoria para el encuentro de reflexiones y propuestas, del alcance y calidad que avala la experiencia de nueve congresos anteriores.
Hoy en la Ciudad de México tenemos el gusto de ser sede por segunda vez del Congreso Nacional en circunstancias distintas a las de 2009, pero con la misma convicción de compartir experiencias ante los retos que no dejan de surgir en materia de Derechos Humanos, Transparencia, Democracia, Seguridad, Justicia y Rendición de Cuentas. Es un camino que se sigue abriendo y asentando, donde los organismos autónomos son piedra angular del Estado Democrático de Derecho y juegan papeles de incidencia cada vez mayor.
La ruta esbozada en Guanajuato en 2006; que continuó trabajándose en Culiacán en 2007, el gran logro de servir como escenario para el surgimiento de la idea integradora que dio forma a la Red de Organismos Públicos Autónomos de México, se ha ensanchado desde entonces. A lo largo de este tránsito por San Luis Potosí (2008), la Ciudad de México (2009), Aguascalientes (2010), Mérida (2011), Puebla (2012), Pachuca (2013) y Guadalajara (2014), la convocatoria no ha dejado de extenderse a Organismos estatales, federales, nacionales.
Durante este tiempo, hemos sido testigos de importantes cambios y evoluciones en los Organismos Públicos Autónomos; la creación de nuevos de ellos y el fortalecimiento o la transformación para otros. Los encuentros anuales de la Red OPAM han sido cada vez más concurridos y nutridos tanto en la pluralidad de los puntos de vista, como en el impulso que da continuidad a sus esfuerzos.
Los tiempos que vive México actualmente, exigen contar con instituciones eficientes, eficaces, críticas, comprometidas y que sean ejemplo del Gobierno Abierto, para lo cual es indispensable promover su articulación mediante actividades como la que hoy nos reúne y a través de la misma, consolidar su autonomía en el marco de la Ley.
Es preciso recordar, las cuestiones y problemáticas sociales que dieron origen a los Órganos Públicos Autónomos los cuales han sido, en primer lugar una respuesta frente a las demandas sociales por lo que son fundamentales para la evolución misma de todo Estado constitucional y democrático de Derecho.
Particularmente, vale la pena considerar que el surgimiento de los OPAM significa una modificación importante en la configuración de la división tradicional del poder del Estado en la función legislativa, ejecutiva y judicial, pues estos Organismos no forman parte de la estructura de los tres órdenes de Gobierno y tampoco están subordinados a ellos.
De esta forma, son Organismos que en muchas ocasiones tienen un origen constitucional y están protegidos ante los demás poderes estatales para realizar sus funciones con sólida independencia y autonomía en favor de todas y todos.
El reto es grande. Los Organismos Públicos Autónomos tenemos la misión de consolidar la confianza de las personas en las instituciones democráticas. Nos une la tarea de garantizar el respeto pleno a los Derechos Humanos, la Transparencia, la Rendición de Cuentas y el Ejercicio Democrático. Seguramente el compartir experiencias y desafíos ayudará a construir un mejor futuro, en el que los Organismos Públicos Autónomos y la sociedad colaboren intensamente para impulsar un mejor ejercicio del poder público.
Valga reconocer a las universidades autónomas del país, el día de hoy representadas por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo las cuales han jugado un papel fundamental para la construcción de los profesionales que necesitamos.
Aprovecho la ocasión para reconocer la gran labor del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que este año celebra su 75 aniversario. Felicito y celebro el compromiso de todas y todos los investigadores que lo conforman. Al igual que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que en su 25 aniversario enfrenta retos trascendentales para reforzar el Estado de derecho que exige la sociedad.
La conquista de la autonomía no es menor. La especialización, el abrir fronteras en temas que representan retos y el ser contrapeso que evite los abusos de la autoridad, siempre debe mantenernos alertas para no perder los tres ejes de la autonomía que nos permiten operar: la gestión, la decisión y el presupuesto. Sometida también nuestra labor al necesario escrutinio público.
Además de dar la más calurosa bienvenida a todas y todos, quiero agradecer a quienes se sumaron a esta iniciativa y colaboraron permanentemente para la mejor organización de este Décimo Congreso Nacional. Este evento y los acuerdos que del mismo resulten serán un ejemplo de lo que podemos lograr trabajando articuladamente, en nuestro papel de órganos garantes, en beneficio de la sociedad y para el fortalecimiento de nuestras instituciones.
Igualmente, quiero hacer un reconocimiento al Gobierno del Distrito Federal. Su presencia protocolaria en esta inauguración es muestra del respeto y articulación que se logra con la voluntad política y objetivos compartidos.
Gracias también a todas, a todos y a cada una de las personas que nos honran con sus participaciones en la conferencias, los paneles y las mesas de reflexión, así como a todas y todos los que han trabajado y siguen haciéndolo para que el evento sea un éxito. Muchas gracias.