Discurso 40/2016
17 de octubre de 2016
Buenos días a todas y todos, saludo al distinguido presídium que nos acompaña el día de hoy, al Doctor Medardo Serna González, Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; al Doctor Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral; al Doctor Orepani García Rodríguez, Director General de Desarrollo e Investigación Educativa de Morelia, Michoacán, en representación del señor Gobernador Silvano Aureoles; y al señor Jesús Ávalos Plata, Secretario de Ayuntamiento de Morelia.
Es un honor estar en esta cuna de héroes, crisol de pensadores que representa la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
En el año de 2003, cinco Organismos Públicos de derechos humanos, emprendieron juntos varias acciones orientadas a la profesionalización de sus labores y la búsqueda de mecanismos de financiamiento internacional, con el fin de impulsar su fortalecimiento institucional.
La Fundación MacArthur y la Comisión Europea reconocieron la importancia y consistencia de este proyecto y en su momento decidieron apoyarlo incluso económicamente.
En esta primera etapa, se constituyeron las redes de educación y defensa de derechos humanos, se editaron materiales técnicos y de divulgación en la materia y se impartió un curso de alta formación en derechos humanos, que además de elevar los niveles de especialización, también facilitó la interacción con otras instituciones públicas y no gubernamentales, y permitió estrechar vínculos con reconocidos especialistas nacionales e internacionales.
Estas experiencias, únicas en su tipo, alimentaron la agenda temática con cuestiones capitales como el establecimiento del servicio profesional de carrera, la formación y actualización permanente de las y los servidores públicos, la búsqueda de fuentes alternas de financiamiento y, en particular, la consolidación de la autonomía e independencia de los organismos involucrados, como instituciones de Estado, para su mejor funcionamiento.
De esa forma, en el año 2006, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato, convencidas de la importancia de la autonomía, la transparencia y la rendición de cuentas en un Estado democrático de derecho, llevaron a cabo el Primer Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos con el apoyo de los Organismos Públicos de derechos humanos de Guerrero, San Luis Potosí y Sinaloa, en el que se abordaron temas de autonomía, gestión y rendición de cuentas.
A lo largo de diez años y un número similar de Congresos Nacionales, la Red de Organismos Públicos Autónomos de México, con la suma de todos los actores de la autonomía en México, tanto locales como federales, se ha ensanchado y consolidado como el principal espacio integrador de las instituciones garantes, a través de encuentros plurales, abiertos y nutridos, como el que hoy nos convoca, que permiten a sus integrantes, a miembros de la academia y a la sociedad en general, intercambiar opiniones, experiencias y propuestas, con el propósito de reflexionar y profundizar sobre el rol de los Organismos Públicos Autónomos y su incidencia en la implementación de políticas públicas incluyentes y de protección, para la construcción de una verdadera cultura democrática, vigilante del actuar gubernamental y el pleno respeto a los derechos humanos.
Resultado del debate, el análisis y el acuerdo, los Organismos Públicos Autónomos hemos podido generar sinergias e instrumentar acciones útiles, para fortalecer la autonomía, proteger los derechos humanos, impulsar la transparencia y la rendición de cuentas, consolidar el ejercicio democrático, difundir el conocimiento y sortear obstáculos comunes; lo que da sentido y continuidad a tan importante esfuerzo.
En el mismo periodo, hemos sido testigos de importantes cambios y transformaciones tanto en los Organismos Públicos Autónomos como en su marco constitucional de actuación, incluyendo la creación de nuevas instituciones y sistemas de articulación. Cambios que las y los asistentes a cada Congreso, hemos abordado con atención y profunda responsabilidad. Cambios que en función del contexto en que suceden, representan oportunidades, pero también riesgos. Cambios que obligan a reflexionar y pronunciarse sin ambages.
Los tiempos que vive México, caracterizados por una violencia que no cesa, una latente crisis de derechos humanos, el resurgimiento de escenarios de intolerancia que creíamos superados y una difícil situación económica, exigen un mayor esfuerzo de nuestra parte para visibilizar los problemas que nos aquejan e ir más allá del cumplimiento de la tarea que a cada uno nos toca, garantizando la progresividad de los derechos adquiridos y vigilando que no avance la tentación de los retrocesos ni se soslaye la perspectiva de género.
En este escenario, la propuesta de cambiar la naturaleza del órgano garante en materia de derechos humanos en el ámbito de la Ciudad de México, obliga a hacer una revisión profunda del proyecto constitucional y el andamiaje necesario, a efecto de prever su impacto en el sistema no jurisdiccional de los derechos humanos, dada su posición como referente nacional.
Por lo anterior, en el marco de este espléndido foro y como parte de la Red OPAM, reitero que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal estará vigilante y sobre todo propositiva respecto de dicho debate; pero siempre con el compromiso irrenunciable de consolidar el sistema no jurisdiccional de los derechos humanos, con base en los más altos estándares internacionales, las mejores prácticas y la propia razón de ser de los organismos defensores de derechos humanos, y en su caso, defenderlo hasta las últimas consecuencias, de embates que van desde campañas de descalificación hasta estratagemas judiciales por parte de quienes sólo pretenden debilitar a instituciones “incómodas” para ciertos intereses arbitrarios, que se resisten a transitar hacia un verdadero Estado democrático de derecho, en el que se reconozcan y garanticen las libertades de todas las personas.
De igual forma, habremos de insistir en la necesidad de garantizar constitucional y orgánicamente la autonomía de los Organismos Públicos Autónomos y su función de contrapeso con los poderes; así como garantizar la autonomía funcional de los órganos internos de control y su vinculación con los sistemas anticorrupción, sin comprometer la de los Organismos Públicos Autónomos.
En ese sentido, es preciso vigilar que las limitaciones presupuestales, en escenarios de crisis, corrupción y desconfianza en las instituciones, no se traduzcan en una afectación directa al papel de contrapeso y la autonomía de los Organismos y las Universidades Públicas, a quienes el marco jurídico (constitucional o legal) concede este atributo; y que tampoco retarden la instrumentación de las Reformas Constitucionales en materia de combate a la corrupción, rendición de cuentas y defensa de los derechos humanos, en perjuicio de una sociedad que en todos lados se muestra cada vez más agraviada y polarizada.
Finalmente, las Universidades y los Organismos Públicos Autónomos, debemos reforzar nuestro papel en materia de transversalización de derechos e incidencia en políticas públicas, y para ello resulta vital que, en estos dos días de trabajo, nos ayudemos y coordinemos mejor para que nuestro mensaje realmente llegue a las personas y surta efecto, ante escenarios que creíamos superados y que obligan a salir con más fuerza a defender y rendir cuentas.
Como lo señalé el año pasado en la Ciudad de México, durante la inauguración del 10° Congreso, el reto es grande y los Organismos Públicos Autónomos tenemos la misión de consolidar la confianza de las personas en las instituciones democráticas. Nos une la tarea de garantizar el respeto pleno de los derechos humanos, la transparencia, la rendición de cuentas, el combate a la corrupción, la autonomía universitaria y el ejercicio democrático. Seguramente el compartir experiencias y desafíos ayudará a construir un mejor futuro, en el que los Organismos Públicos Autónomos y la sociedad colaboren intensamente, para impulsar un mejor ejercicio del poder público.
A nombre de los organismos anfitriones y convocantes, y agradeciendo siempre la generosidad de los ponentes y las ponentes que van a estar sumadas a las diferentes mesas de trabajo, esperemos que este evento y los acuerdos que del mismo resulten, sean un ejemplo de lo que podemos lograr trabajando articuladamente para el fortalecimiento de nuestras instituciones, a favor de la sociedad y sobre todo en beneficio de México.
Muchas gracias.