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Transcripción de la intervención de la Doctora Perla Gómez Gallardo, Presidenta de la CDHDF, en la Conferencia de Prensa para Solicitar Garantías para Defensores de Poblaciones Callejeras en la Ciudad de México

Discurso 45/2016
8 de noviembre de 2016

Gracias, buenos días a todas las personas que nos acompañan. Agradezco su interés y asistencia a esta conferencia; principalmente, también a los medios de comunicación, donde la Comisión de Derechos humanos del Distrito Federal hace pública su posición de respaldo al trabajo que realizan las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que promueven y defienden los derechos humanos de las personas que viven y sobreviven en la calle.

En ocasiones anteriores, esta Comisión ha expresado su preocupación por la constante estigmatización, exclusión y criminalización, tanto de las personas que viven y sobreviven en las calles de la Ciudad de México, como de las Organizaciones y personas que promueven y defienden sus derechos humanos.

En este contexto, hemos visto como se han multiplicado diversas acciones por parte de diferentes actores estatales y no estatales para descalificar y obstaculizar la labor de personas y Organizaciones Civiles defensoras de derechos humanos, cuya labor gira en torno a la defensa, promoción, protección y observancia de los derechos humanos de estos grupos que se encuentran en una condición extrema de discriminación.

En días pasados se difundió una nota donde presuntamente autoridades de la Delegación Cuauhtémoc denuestan el trabajo que Organizaciones de la Sociedad Civil, tales como El Caracol, Ponte en mi Lugar, Red por los Derechos de la Infancia en México y Ednica, realizan para contribuir a la defensa, promoción y garantía de los derechos de las personas que viven y sobreviven en las calles de dicha demarcación.

La Comisión externa su rechazo a las declaraciones públicas que desacreditan la labor de defensa de los derechos humanos, pues dichas expresiones sólo refuerzan los estereotipos discriminatorios que debilitan el respeto a su trabajo y propician un ambiente inseguro e inadecuado para el ejercicio de su labor.

Para la Comisión, el trabajo que realizan las Organizaciones de la Sociedad Civil es prioritario y debe ser objeto de protección y respeto, pues como lo ha señalado la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la existencia de una sociedad civil dinámica, diversa e independiente, capaz de actuar libremente y preparada en lo que se refiere a los derechos humanos, es fundamental para garantizar una protección sostenible de éstos en todas las regiones del mundo[1].

Es importante reconocer que desde la Sociedad Civil organizada es de donde provienen los cambios sustanciales en favor de una cultura de protección y respeto a los derechos humanos de todas las personas, sin importar su condición económica o social.

En la Ciudad de México, las Organizaciones juegan un papel indispensable en la defensa de los derechos humanos, en cuanto a su capacidad para documentar casos de violaciones a derechos, denuncia, litigio y acompañamiento ante tribunales nacionales e internacionales, desde una postura sensible, crítica y propositiva.

En este sentido, las descalificaciones sin fundamento alguno, no únicamente afectan la reputación y la vida privada de la personas defensoras, sino que, de acuerdo con la OEA: “la descalificación de la labor de defensoras, defensores y sus organizaciones […] genera una estigmatización que puede producir cargas psicológicas que lesionan el derecho a la integridad psíquica y moral del defensor o defensora involucrado y, a la vez, puede generar un clima de hostilidad que dificulte el ejercicio legítimo de la libertad de asociación de demás defensoras y defensores”[2].

Recordemos que en abril de 2016, el Relator Especial sobre la situación de defensores de derechos humanos, el Relator Especial sobre libertad de opinión y de expresión, y el Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, todos de las Naciones Unidas, exhortaron al Estado mexicano “a expresar su completo respaldo al trabajo de los defensores y las organizaciones de derechos humanos de la sociedad civil, y a contrarrestar activamente la actual campaña de estigmatización que busca socavar su trabajo como promotores de las libertades fundamentales en el país”[3].

Aunado a lo anterior, es preciso destacar que el trabajo estratégico de la Comisión de Derechos Humanos sobre poblaciones que viven y sobreviven en las calles, se ha estado enfocando en cuatro ejes.

El primero, en la Consolidación de procesos de investigación de quejas sobre problemáticas en el punto de calle; el derecho a la salud; y administración y procuración de justicia, transversalizando las temáticas relativas a mujeres, niñas, niños y adolescentes.

El segundo, en la valoración de los avances en las propuestas de políticas públicas contenidas en el Informe Especial. Situación de los derechos humanos de las poblaciones callejeras en el Distrito Federal 2012-2013; elaborado desde la perspectiva de las personas que viven y sobreviven en calle.

El tercero, en la verificación del cumplimiento de Recomendaciones emitidas por la Comisión, aceptadas por las autoridades.

Y cuarto, la generación de insumos que contribuyan a los planteamientos del proceso legislativo, con miras a la emisión de una ley sobre los derechos humanos de las poblaciones que viven y sobreviven en calle en la Ciudad de México.

Por lo anterior, es que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, desde el pasado 24 de octubre, en coordinación con las Organizaciones El Caracol y Ednica, ha realizado visitas a diversos puntos de pernocta de poblaciones que viven y sobreviven en calle, ubicados principalmente en las Delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Coyoacán, para documentar la situación en que se encuentran las personas.

En esta Comisión tenemos la convicción de que la promoción y defensa de los derechos humanos es fundamental en la prosecución de una sociedad más igualitaria, donde haya espacio para la tolerancia, la verdad, la justicia, la paz y el respeto a los derechos de todos los individuos; por lo que la participación de la Sociedad Civil en esta gran tarea resulta de vital importancia, especialmente el trabajo que realizan las y los defensores de derechos humanos.

En consecuencia, con base en las Recomendaciones dictadas por los Organismos Internacionales y en cumplimiento al Mandato Constitucional establecido en los Artículos 1º y 102 Inciso B de nuestra Carta Magna, la Comisión exhorta a las autoridades implicadas a:

Primero. Reconocer la labor y las funciones de las personas, grupos e instituciones, en la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, dado que constituye el primer paso hacia un entorno de trabajo seguro y de libre ejercicio de sus funciones para las defensoras y las defensoras.

Segundo. Abstenerse de estigmatizar y obstaculizar la labor de las defensoras y los defensores de derechos humanos.

Tercero. Adoptar las diferentes medidas efectivas y necesarias, para generar un entorno propicio y seguro para que las defensoras y defensores ejerzan su trabajo a defender los derechos humanos y para la protección y respeto a los derechos de las demás personas relacionadas.

Y Cuarto, establecer mecanismos de protección gubernamentales y adoptar medidas de prevención suficientes en el ámbito de su competencia, para evitar ataques contra defensoras y defensores de forma tal que generen las condiciones adecuadas para que puedan llevar a cabo su labor sin temor a represalias.

Muchas gracias.

[1] OACNUDH. La sociedad civil. Folleto informativo disponible en http://www.ohchr.org/Documents/AboutUs/CivilSociety/CSS-OHCHR-Leaflet_sp.pdf

[2] Ibíd.

[3] Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Consultado en http://www.ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=19784&LangID=S el día 1 de noviembre de 2016.

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