Discurso 16/2017
16 de mayo de 2017
Buenos días a todas y a todos, saludo al Doctor Álvaro Augusto Pérez Juárez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México; al Maestro Lawrence Salome Flores Ayvar, Consejero de la Comisión de Derechos Humanos de nuestra Ciudad; al Licenciado Armando Vázquez Galván, muchas gracias por su generosidad, señor Magistrado en retiro del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México; y a la Doctora Blanca Estela del Rosario Zamudio Valdés, Consejera de la Judicatura, gracias también por sus palabras. También saludo a las y a los integrantes del Consejo de la Judicatura que nos acompañan el día de hoy. Señora Norma, muchas gracias también por esta solidaridad por venir a la presentación de este libro.
Voy a dar un desliz porque me dio nostalgia el regresar aquí. Hace 13 años exactamente fue cuando di mi primera clase de maestría aquí en el Tribunal Superior de Justicia a Jueces y Magistrados Penales. Epistemología Jurídica fue lo que padecieron. De veras me da un gusto, fue como un reencuentro muy melancólico muy nostálgico y con toda gratitud de lo que ha sido iniciar mi formación docente como catedrática justo en este espacio. Hace 13 cabalísticamente y aquí estamos el día de hoy.
Son ya tres ediciones del Concurso Fiat Iustitia que hemos llevado a cabo, y para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal es un privilegio convocar junto con el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México a este importante certamen que constituye una estrategia eficaz para visibilizar e incentivar el importante trabajo jurisdiccional que se realiza día con día.
La importancia de este concurso radica en que al identificar, promover y difundir las sentencias innovadoras y sobresalientes en materia de protección y el respeto a los derechos humanos, se incentiva a las y los operadores jurídicos a realizar la interpretación y aplicación de las normas de derechos humanos, en concordancia armónica con los estándares internacionales y nacionales establecidos.
En ese tenor, se pretende que cada vez más juezas y jueces, magistradas y magistrados, incorporen en su manera de interpretar y aplicar el derecho, diversos principios y criterios acordes con las normas de derechos humanos, tales como: la perspectiva de género, el principio pro persona, la igualdad sustantiva y el mínimo vital, por citar algunos, con lo que se contribuye al establecimiento, desarrollo y conformación de un orden jurídico más completo, proteccionista, útil, efectivo y eficaz, en materia de derechos humanos.
A través de las diversas ediciones del Concurso Fiat Iustitia nos hemos podido dar cuenta de la enorme y benéfica evolución que ha tenido la labor del Poder Judicial de la Ciudad de México en materia de defensa y respeto a los derechos humanos de las personas que acuden ante esta instancia para dirimir sus diferencias. Este trabajo jurisdiccional es de especial relevancia, pues a través de él se han ido conformando valiosos criterios que propician la identificación de un numeroso catálogo de derechos que conforman el patrimonio jurídico de las personas que viven y transitan en la Ciudad de México, y al mismo tiempo, nos permiten contar con un sistema de justicia más garantista y proteccionista de los derechos humanos.
Por todo ello, es muy importante que se maximicen y difundan los resultados del Concurso y con ese fin, es que se propuso la publicación de un libro que visibilizara los logros alcanzados hasta este momento.
Es así que con este libro que se elaboró con base en los resultados de las primeras dos ediciones del Concurso, se solicitó, como bien se dijo, a personas expertas en derechos humanos que hicieran comentarios sobre las sentencias en cuestión, analizaran su contenido, identificaran los elementos que las hicieron sobresalientes y se pronunciaran sobre la relevancia de cada una de ellas.
A través de los muy atinados comentarios que emitieron, es posible evidenciar qué fue lo que en cada caso hicieron las juezas y los jueces, junto con sus equipos de trabajo, para proteger de mejor manera los derechos humanos de las personas.
Esta publicación tiene dos grupos destinatarios. Primero, las personas responsables de la protección, promoción y defensa de los derechos humanos que pueden aprovechar este conocimiento para un mejor desempeño de sus respectivas labores; es decir, quienes son parte del propio Poder Judicial, así como las y los integrantes de Organismos Públicos de derechos humanos, personas servidoras públicas, activistas y Organizaciones de la Sociedad Civil.
El segundo grupo es todas aquellas personas que atraviesan circunstancias semejantes a las descritas en las sentencias. Ahora, ellas podrán saber qué derechos pueden invocar, así como cuáles son los criterios imperantes y los elementos que deberán tomar en cuenta las y los juzgadores en estos tiempos para dictar su sentencia en armonía con el desarrollo progresivo de los derechos humanos.
Felicito nuevamente, es un honor también reconocer, a las y los ganadores del Concurso Fiat Iustitia, quienes con sus destacadas Resoluciones nos han demostrado que es posible alcanzar avances significativos en la protección y respeto a los derechos humanos en nuestro país.
Agradezco también a las personas que opinaron sobre las sentencias ganadoras: al Maestro Lawrence Salome Flores Ayvar y a la Maestra Wendy Aidé Godínez Méndez, por sus comentarios a la Sentencia sobre violencia escolar en 2014; al Licenciado David González Pérez, por su revisión de la sentencia sobre cobro excesivo de intereses moratorios en 2014; al Maestro Francisco Rubén Quiñónez Huízar, por su opinión respecto de la Sentencia sobre remisión parcial de la pena en 2014; al Doctor Roberto Ávila Ornelas, por el estudio de la Sentencia sobre lesiones culposas por responsabilidad profesional en 2015; a la Doctora Eva Alcántara y a la Maestra Estefanía Vela Barba, por sus comentarios a la Sentencia ganadora sobre adolescente transgénero en 2015; a la Maestra Verónica Cervera Torres, por su trabajo con la Sentencia ganadora sobre arrendamiento inmobiliario y derecho a la educación en 2015; y al Licenciado Fernando David Ramírez Oropeza, por el comentario a la Sentencia sobre cobro excesivo de intereses moratorios en 2015.
También quiero aprovechar este espacio para reconocer a todas las personas que hicieron posible la publicación de este libro. Desde quienes organizaron y coordinaron el propio concurso, hasta quienes se encargaron de la revisión, edición, diseño, impresión y distribución de la obra.
Finalmente, no me queda más que refrendar el compromiso con el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y con el Consejo de la Judicatura de esta Ciudad de México en los temas de derechos humanos para seguir fortaleciendo e incentivando. Y de veras nos da mucho saber que cada vez llegan más sentencias y cada vez es más difícil dar un ganador o ganadora porque hay un compromiso que se ve, y que merece todo el reconocimiento porque no es fácil su labor, y es una labor necesaria, útil. De verdad este refrendar el compromiso, pero sobre todo el posicionar la confianza con esta noble institución.
Muchas gracias.