Discurso 21/2018
20 de marzo de 2018
Bienvenidas a todas y a todos. Bienvenidos a las y a los alumnos del Instituto Miguel Ángel. Gracias por estar aquí queridos y queridas. ¿Ya habían estado en la Comisión? Para que sepan por dónde viene el camino y que aquí están las puertas abiertas.
De entrada quiero agradecer a Auge, a David, a Jacqueline, por más bien el dar oportunidad a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal de poder en el marco del Día Internacional contra la Discriminación Racial estar oyendo y disfrutando de ustedes quienes forman esta Orquesta que se llama “Sonar las Joyas”. ¿Por qué vienen de Las Joyas de León, Guanajuato, verdad? Más o menos. ¿Todos vienen del mismo barrio? Sí, qué bueno.
Y exactamente es el sentido de llamarse así porque es un lugar que se llama Las Joyas en León y, bueno, esta es la apuesta por básicamente, exactamente lo que decía Jacqueline, es cómo sumamos, cómo aprendemos a resolver conflictos, cómo aprendemos a comunicarnos a través de algo que es fundamental en términos de mecanismos socioeducativos, que es la música.
Cuando a muchos seguramente de ustedes les cuesta trabajo hablar, pero qué tal cuando hablan a través de lo que expresan en la música, ahí se sienten mejor. Y quienes los escuchamos, y quienes estamos alrededor y compartimos eso también aprendemos alrededor de eso que no es nada más la estética por arte, sino más bien es la convivencia y es el aprender a sumar, y una orquesta lo hace muy bien, ya lo decía Jacky también, es cómo sumas en lo colectivo.
En lo individual, y ustedes lo saben cuando ensayan, se oyen de cierta manera y luego cuando se oyen entre los mismos instrumentos, acá los violines, se oyen de cierta manera, pero cuando se conjugan después se oyen de otra manera. Y de eso se trata exactamente el poder vivir sin discriminación. El poder sentir que cuando yo toco mi instrumento me oigo de una manera, pero cuando sumo con otros que se parecen a mí me oigo de otra manera y lo más potente es cuando sumo a los que no se parecen a mi sonido, creando un sonido colectivo, un mundo mejor.
De ahí que tiene mucho sentido que estemos aquí en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Me da muchísimo placer que hayan escogido este espacio para compartir. Les damos la bienvenida. Sépase que aunque estén en León aquí siempre tienen su casa. Y muchas gracias por compartir su mundo, muchas gracias por querer hablar con nosotros, muchas gracias por enseñarnos un camino de construcción diferente. Ustedes, creando bien, nosotros ganamos mucho más de lo que ustedes creen oyéndolos y sabiendo lo que son. Muchas gracias. Bienvenidas y bienvenidos. Y paso a lo importante, que es a oírlos.