Discurso 18/2017
13 de marzo de 2018
Buenas tardes. Buena parte de lo que ya es hoy una buena costumbre en el ejercicio de las decisiones públicas es la toma de decisiones basadas en datos y en evidencias. Digamos, hoy podemos evaluar muchas de las cosas que todavía tenemos pendientes sobre todo con relación a la pobreza y a la desigualdad a partir del trabajo de muchos años de Gonzalo Hernández Licona. Gracias Gonzalo por acompañarnos.
Doy la más cordial bienvenida a Lizbeth Rosas, Directora General de Igualdad y Diversidad Social de la Secretaría de Desarrollo Social; al Doctor Ignacio Perrotini Hernández, que ya lo había yo comentado, sobre todo además por el trabajo con relación a esta publicación. Gracias Doctor.
A los Consejeros Óscar Alfonso Martínez, Ángela Martínez y Eréndira Viveros, del Consejo del Comité de Evaluación de Desarrollo Social de la Ciudad de México; y al Consejero de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, el Licenciado Juan Luis Gómez Jardón.
A los representantes de los medios de comunicación que nos acompañan y a los presentes, sean ustedes bienvenidas y bienvenidos.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal tiene como labor fundamental la defensa y promoción de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), desde el enfoque de seguridad humana y perspectiva de las poblaciones en situación de alta vulnerabilidad.
El acceso oportuno y la calidad en el ejercicio de los derechos sociales ha sido motivo de análisis permanente, Conversatorios con organizaciones, Informes Especiales y Recomendaciones para exigir el cumplimiento de estos derechos.
Tenemos una Visitaduría, la Tercera, que se dedica especialmente al seguimiento y la defensa de estos derechos para los habitantes y los que transitan en esta Ciudad; y en breve contaremos con una Relatoría de DESCA específicamente para esta materia.
El libro que ahora presentamos analiza tres principales fenómenos sobre los cuales se ha centrado la discusión en los últimos años: la pobreza, la desigualdad y la movilidad social.
En el ámbito de la pobreza desde hace varios años existe una conclusión compartida en la que se atribuye que la pobreza se explica por el tipo de economía que tiene el país y por la enorme desigualdad existente.
Considerando que el paradigma del desarrollo humano lleva más de 60 años en el debate, desde que…, comenzó a escribir de manera más sistemática, los más recientes estudios sugieren que la desigualdad debería ocupar un mayor centro de interés, lo que implicaría debatir y proponer un nuevo diseño y modelos para romper los proyecto-dependencias propias de una economía subdesarrollada en la que coexisten de manera fragmentada diversas realidades socioeconómicas que responden y actúan de acuerdo a con sus propias características y necesidades.
Sin duda hoy la desigualdad, los tramos de desigualdad no solamente en este país y en esta Ciudad, sino en el mundo, constituyen el eje para la gobernanza, el eje para terminar o para explicarse una generalidad o una gran cantidad de fenómenos que tienen que ver con las violencias, las violencias comunitarias, las violencias sociales.
Por lo tanto, el tener el eje exactamente en la disminución de las brechas de desigualdad es sin duda el eje principal no nada más si queremos hablar de desarrollo económico, de desarrollo particular y desarrollo colectivo en esos términos, sino de la convivencia y la cohesión social en muchos lugares del mundo, incluyendo en esta Ciudad.
Sin duda para incidir en las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad resulta necesario cuestionar el modelo de intervención pública y el entramado institucional actual, de lo contrario persistirán muchos de los efectos sociales.
En su momento se dijo que la Reforma Laboral permitiría mejorar sustancialmente el ingreso generado por el trabajo y con ello favorecer la movilidad social. Sin embargo, las características del mercado laboral no han tenido efectos positivos generalizados, por el contrario se han acentuado las desigualdades regionales, el tipo de empleo es precario y se sustenta en sueldos bajos que no ofrecen estabilidad ni prestaciones sociales completas. Ello sin mencionar la realidad en que se encuentran las personas ocupadas en la informalidad, en actividades domésticas y en el sector rural.
Los efectos no sólo los encontramos en las desigualdades regionales sino también por razón de género, ya que prevalecen condiciones laborales en donde las mujeres, y en particular las jóvenes o adultas mayores, participan en restricciones en materia de salarios y prestaciones sociales, lo cual deriva en un círculo vicioso de discriminación y exclusión social.
En estos procesos se han desarrollado mecanismos de coordinación interinstitucional, estrategias de intervención social, mayor información y mejoras sustantivas en las tomas de decisiones para dirigir y aplicar eficientemente los recursos, así como buenas prácticas de monitoreo y evaluación, transparencia y canales para iniciativas de participación social desde lo que se ha generado en CONEVAL y desde lo que se ha generado en esta Ciudad en EVALÚA Ciudad de México.
En este sentido, la Ciudad de México, desde SEDESO y su Consejo de Evaluación de Desarrollo Social, ha sido por muchos años punta de lanza en el diseño e implementación de políticas públicas innovadoras, integrales y con perspectiva amplia para promover la inclusión social de grupos de poblaciones vulnerables, así como de los instrumentos normativos para establecer objetivos, monitorear y evaluar resultados.
A pesar de todos estos esfuerzos los índices de pobreza se mantienen alarmantemente altos y hay que considerar acción de análisis y discutir un nuevo enfoque institucional que permita implementar un marco teórico y un nuevo diseño institucional que rebusque disparidades y que visibilice sociedades justas, economías igualitarias; recordando que los países que lo han logrado crean fuertes regímenes de seguridad social, salarios mínimos, impuestos progresivos y un Estado benefactor.
Por ello se debe encontrar y se debe centrar la discusión en propuestas que permitan mejorar las oportunidades de educación, el ingreso laboral, así como incorporar nuevas políticas universales impositivas que permitan una mejor redistribución de ingreso.
En este libro ustedes van contar con…, no nada más por la extensión, sino por lo que tiene, mucho material para entrar a esta discusión que finalmente es muy oportuna y es muy pertinente en una Ciudad como esta. Puede entenderse en donde se tienen que entender los procesos de exclusión social desde lógicas diversas, en términos también del enfoque de lo que implica la organización con relación a la pobreza.
Por eso bienvenidos. Desde la Comisión de la Ciudad de México nos sentimos muy agradecidos en que hayan pensado en esta Comisión para presentar este libro; y no nada más para eso, sino para ofrecerles que se discutirá no nada más hoy, sino en el futuro, porque esta es la discusión: la discusión sobre pobreza urbana, sobre urbanización y desigualdad, sobre los procesos de exclusión social en las ciudades y en una Ciudad como la nuestra están en la punta.
Solamente para poner un ejemplo los procesos educativos. Hoy cada vez más la educación no es sinónimo de movilidad social como era hace 50 años, y eso nos pone enfrente de este tipo…, a la Ciudad de México y a las ciudades como la Ciudad de México al frente de estas discusiones.
Bienvenidos y bienvenidas sean a quienes ahorita comparten la presentación de este libro y que en un futuro con estas alianzas puedan compartir su discusión para poder generar propuestas apegadas y se garantice y se promuevan los derechos humanos de todos los que transitan y habitan en esta Ciudad.
Muchas gracias