Discurso 22/2018
26 de marzo de 2018
Buenos días a todas y a todos, muchísimas gracias, Julio, Rodolfo, Ruth, Vania, Antonio, Iván y naturalmente a Eunice por permitir que la Comisión comparta este tipo de experiencias y lo comparte en la lógica no nada más de una experiencia exitosa, o no, sino en la lógica de una experiencia y un programa que básicamente está ligado al enfoque de derechos entorno a las personas privadas de libertad.
En el libro dice aquí, “no es una broma, el programa va en serio” y sí, no es una broma el programa fue en serio, muchísimas felicidades Eunice y permítanme compartir, ya no mucho porque ser el final en la palabra, es bien tramposo porque ya no puedo decir todo lo que ya dijeron mis compañeras y compañeros que también suscribo, déjenme ser bastante breve.
Todos pertenecemos al país de nuestra infancia y yo soy, mi país de la infancia fueron los 60´s y 70´s. Y los sábados a las siete de la noche mis abuelos prendían la televisión para ver la trasmisión de las peleas de box.
Naturalmente también pasé mi infancia por el 68, ya verán que combinación también. El box, como ya lo decía Julio, es básicamente mexicano, es el deporte que más logros ha traído a este país, tenemos más de 200 campeones mundiales y el box es el segundo deporte olímpico que nos ha dado medallas, tenemos 14 campeones en el salón de la fama, básicamente el box es México.
Hoy por hoy a estas alturas de mi vida no soy tan boxística, eso fue en mi infancia, pero finalmente en términos de lo que plantea el programa “Ring” , naturalmente me sumo y me sumo porque básicamente todo lo que apuesta a la reinserción, apuesta al enfoque de Derechos.
Apuesta como lo decía Ruth a que la gente básicamente está decidiendo su castigo, se puede decir así privada de su libertad, pero no lo tiene que hacer privada de su dignidad, privada de sus derechos humanos.
Y de esto se trata “Ring” y de esto se trata todas estas iniciativas que tratan sobre el derecho al porvenir, sobre el derecho a la dignidad, sobre los derechos de las personas privadas de su libertad.
Se trata también de lo que tiene que ver con los derechos humanos de un programa de prevención. Y uno podría decir, pues se previene con los niños que están afuera, los más chiquitos, pero también se previene desde ahí, desde los centro de reinserción, de hecho una estudiosa de la prevención como puede ser Eunice, nos puede dar una clase completa sobre las diferencias en la prevención primaria, secundaria y terciaria. Terciaria es esto, la gente privada de su libertad y se hace trabajo de prevención, se debe hacer trabajo de prevención y tenemos que básicamente, el ir contra corriente de una sociedad, que pensamos que estando ahí, esos seres humanos son seres humanos desechables y en esa lógica estamos hablando de prevención, y estamos hablando, ya lo decía Hazael, ya lo decía Ruth, ya lo decíamos todos, requiere de estos programas, se requieren para reinsertar, pero no nada más tienen un impacto y nos compartía, dicen con datos duros, el impacto no nada más es en lo individual, no es nada más que Rodolfo esté trasmitiendo y haciendo y enseñando, lo que Vania nos comparte de que su construcción ya de futuro, de su presente, sino se trata también de lo que hacen de manera colectiva. Porque no nada más adentro de las propias cárceles, sino afuera, de esto se trata cuando nosotros hacemos prevención terciaria, hacemos prevención terciaria con ellos y hacemos prevención primaria con sus hijos, con sus sobrinos, con el barrio, con la raza, porque está probado también con los estudios que quien regresa y regresa a la sociedad después de la cárcel y no tiene este tipo de procesos de atención y prevención, regresa al círculo vicioso y además está probado en las comunidades de adolescentes que más del 80% de esos adolescentes en conflicto con la Ley, están refiriendo que algún familiar cercano, estuvo o tiene problemas en términos carcelarios.
Entonces estamos haciendo con esto prevenciones a todos los niveles y que tenemos hoy, y hay que señalarlo perfecto, el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia en este país, el federal, no quiere dar un quinto a este tipo de programas porque plantea que las cárceles y los centros de reclusión no están en los polígonos de atención inmediata, porque no entienden lo que es la prevención social y hay que decirlo: “se están equivocando”.
Porque de lo que se trata esto no es nada más decir que bonito, tenemos un programa que salió muy padre, sino como decíamos; las buenas prácticas son para hacer política pública. Y por eso es importante que estemos aquí presentándolo y discutiéndolo y compartiendo, porque lo que se requiere es que estas políticas públicas y de prevención, sean políticas públicas nacionales. Porque lo que necesitamos es que esté en todos lados y ya sea a través del ring, ya sea a través de otros deportes lo que necesitamos es ver la prevención terciaria y verla de manera integral, en esta parte de atención psicosocial, que tiene que ver con atención psicosocial directamente individual, pero también en lo colectivo, que es muy importante reconocer en este esfuerzo.
Entre bíceps y tríceps, podríamos hacer esto que Julio nos dice, cómo separar lo que es el enemigo del rival y entonces hacer una suerte de que este tipo de ejercicios, si bien en un primer momento podrían pensar que lo que hacen en promover la violencia, es al contrario, lo que hacen es disminuirla y vernos en resoluciones no violentas de conflicto, porque aunque pensáramos en primera instancia que lo que hacen, es promoverla.
Este asunto además tiene que ver con cómo sistematizamos y cómo vamos apostándole a este tipo de lógica, no nada más para México, porque esta situación básicamente es excepcional donde no lo hay, allá como el ejemplo de Noruega.
Generalmente vamos a ver esta persistencia, esta visión discriminadora, no inclusiva, y de castigo y no preventiva en casi todos los lugares del mundo y especialmente en México y en nuestra región.
Permítanme recomendarles, acaba de salir un libro “La balada de Rocky Rontal”, de Daniel Alarcón que es un escritor peruano, lo recomiendo mucho, es un escritor joven peruano, tiene algunas cosas digamos de literatura, pero aparte acaba de publicar este libro “La Balada de Rocky Rontal”, y básicamente son crónicas de la cárcel en Perú, que son cárceles muy parecidas a las nuestras, hace algunas crónicas igual, de algunas cárceles en Estados Unidos porque él vive allá.
Entonces cuando uno recorre esas lecturas que son crónicas noveladas se da cuenta, de ese recorrido en términos de lo que nos es constante en estas lógicas, la crueldad, la violencia, los traumas nunca superados.
Desde esa lógica, creo que, exactamente desde la crueldad, la violencia y los traumas nunca superados, llegan cosas como “Ring” que hay que hacer políticas públicas exactamente para superarlos, exactamente para caminar en la mediación, exactamente para reconstruirnos como Ciudad y como país, porque ellos son tan sujetos de derechos como lo somos los que estamos aquí presentes.
Sean bienvenidos pues este tipo de iniciativas y muchas gracias por compartir Eunice esto en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, que es la casa de ustedes, que es la casa de todas y todos.