Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México 
Discurso 32/2018
4 de mayo de 2018
Bienvenidas y bienvenidos a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, yo agradezco a las organizadoras y organizadores de este evento en que hayan pensado en la Comisión para que ustedes estén aquí el día de hoy.
No es un favor, ustedes al igual que cualquier otro mexicano o mexicana, al igual que cualquier otro habitante cotidiano de esta Ciudad son sujetos de los derechos que nosotros defendemos, esto es un evento que tiene que ver, ustedes más que proveedores de remesas son sujetos de derechos de estos, por ser mexicanos. Son mexicanos aquí, son mexicanos en Illinois, son mexicanos en Los Ángeles, en California, en Miami. Y en esa lógica nosotros desde la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal aplaudimos y naturalmente nos sentimos muy complacidos de poder ser de este su evento, de esta su lucha, de esta su plataforma.
No hay ninguna duda, nosotros, lo que somos aquí, los que vivimos aquí, lo somos desde la lógica también de que no hay ninguno, ningún mexicano o mexicana, ningún chilango o chilanga que no tenga un vecino, que no tenga un familiar o que no tenga un paisano que esté allá, que esté allá siendo nosotros, no nada más en lo que implica el pragmatismo económico, sino como lo dijeron y lo plantean por lo que representan, en lo que es la ciudadanía mexicana que no será desde el territorio en donde vivimos, sino será en el territorio que llevamos aquí en la cultura, en la moral, en todo lo que ustedes y nosotros construimos desde diferentes comunidades para este México.
Les deseo el mayor de los éxitos, sé y como están planteándolo que esta es una agenda que requiere mucho más que esto, pero que es un inicio y está muy bien, exactamente que se esté planteando y que se diga mil, mil veces más, que el futuro de este país, que el presente de este país no puede pensarse sin ustedes.
Muy bienvenidos.
