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Discurso de la Presidenta de la CDHDF, Nashieli Ramírez Hernández, en la presentación del libro «Al Encuentro de mis Pasos»

Discurso 33/2018
9 de mayo de 2018

Buenos días a todas y todos.

Primero, quiero decirles, que estar aquí con ustedes y presentando y compartiendo con ustedes la presentación del libro me hace sentir muy cómoda, y déjenme decirles por qué: Ednica y, bueno, Gerardo, así como lo ven, por eso ya está calvito y todo, es fundador de Ednica; también allá Gabo, pero él no es fundador.

Ednica, y hago referencia al libro, Al encuentro de mis pasos… Cuando yo lo estaba viendo, además de todo lo que ya han compartido con ustedes, pensaba el libro, no nada más hacía referencia a las historias de Ednica, sino también hacía referencia a los pasos, al encuentro de los pasos de Ednica. También al encuentro de los pasos de… Aquí veo a compañeros y compañeras que trabajan con personas en situación de calle, que lo han hecho, al igual que Ednica, desde hace ya tres décadas. Y que, entonces, digamos que aquí, además de todo lo que hemos compartido: de las historias, de dar visión, de dar palabras, de dar miradas, de ver los pasos de las compañeras y de otras que no están aquí; lo que también atestiguamos son los pasos de la propia organización, una organización que además ha tenido la virtud, como muchas de las que están aquí presentes, de no quedarse en los discursos de hace 30 años, de no quedarse en las visiones de la calle y de las personas que habitan de manera permanente o temporal, transitoria en ella, con estas visiones de antes. Creo que hay, y hay que reconocerlo así, una capacidad de ir transformándose, en la medida que se han transformado las características de las personas de la calle y de cómo se relacionan con ella.

Entonces, creo que muy importante el seguir los pasos, a través de con quien Ednica trabaja todos los días, pero también que reconocerse en eso, se reconoce también, ellos y ellas como participantes de esta organización.

A mí, y por eso les decía, me es muy cómodo, yo quiero agradecer a Ednica, más bien, que haya escogido a la Comisión para venir a presentar este libro. He tenido la oportunidad de trabajar con Ednica muchas cosas, durante muchos años, y yo espero seguir teniendo la oportunidad, desde donde esté, de seguir trabajando con Ednica otras cosas más y durante muchos años más, un poquito antes de que se jubile Gerardo.

A ver, creo que lo primero que hay que rescatar es esta mirada, en donde están teniendo y están poniendo en apuesta una mirada de integralidad; el poder trabajar sobre básicamente estas tres líneas: sobre la canalización, en términos de rehabilitación y cómo te recuperas y cómo te sanas; todo lo que tiene que ver con los procesos educativos, que son más socio-emocionales y psico-emocionales que otra cosa, que son los que importan; y toda esta parte de las becas tuteladas, que tienen que ver con que, básicamente, el derecho y parte de la recuperación y restitución de derechos de todas las personas que en diferentes circunstancias, tienen que habitar la calle en algún momento, es dejar la calle.

Y sobre ese sentido, ya lo decía Jackie: es el derecho, no a vivir en la calle, sino a no vivir en la calle. Y de eso hablo, en término de las organizaciones y personas que están aquí, y de la propia Ednica, con esta apuesta, que se contrapone a otras miradas, y eso hay que reconocerlo. Pero habría que reivindicar que desde la lógica de los derechos humanos es exactamente este planteamiento; el planteamiento que más se acerca, exactamente, a garantizar los derechos humanos de todas las personas que, como les digo, por alguna circunstancia y por algunas temporalidades, tienen que usar el espacio público como su hábitat, como su habitación.

Entonces, yo los invito naturalmente a que lean; ya les han compartido los testimonios, ahí están; el libro es facilísimo de digerir, en términos de la estructura cómo está propuesta, pero tiene muchísimo para reflexionar; y creo que nos da líneas para ir viendo cómo impulsamos diferentes ejercicios desde las organizaciones, pero también políticas públicas que retomen este tipo de miradas y este tipo de experiencias.

Yo felicito mucho a quienes tuvieron la oportunidad y ahorita están teniendo la oportunidad con estas lógicas con Ednica, y a los que tampoco están aquí, pero que lo han hecho para construir esto que, sin duda, es una alternativa de trabajo y de visión para un problema complejo, para población de alta vulnerabilidad y alta discriminación, como son las poblaciones conectadas o vinculadas en situaciones de calle diversas en esta Ciudad.

Quisiera finalizar con la parte que me tocó, cuando me subí, que tiene que ver con la maternidad. Y yo creo que tiene sentido por todo esto y por todo lo que están compartiendo las compañeras.

La maternidad por sí misma no se puede definir por una característica. Lupita es bonita, eso nadie lo niega, y ella es bonita por ser bonita; inteligente por ser inteligente; simpática por ser simpática. Entonces, hay cosas que nos caracterizan por nuestra situación individual, por nuestras características.

La maternidad es algo que no es individual. No se puede ser madre si no se tiene un hijo o una hija; es decir, si no se tiene al otro. Se es madre y se ejerce la maternidad, ya sea biológica o no, en la medida en que hay otro. Eso es lo que da la maternidad: es básicamente una construcción cultural y colectiva, porque no podemos ser madres sin hijas o hijos adoptados, putativos, biológicos o como lo queramos ver. Hoy por hoy, hasta los millenials, con la relación que tienen, por ejemplo con los perros, también eso son maternidades y paternidades, y aquí hay que asumirlo, estamos en el Siglo XXI. Pero tienen que ver con el otro, tienen que dar con el dar, tienen que ver con el amor, tienen que ver básicamente con una característica y cosas que se dan y a partir del vínculo con los otros.

Por eso es importante también estas historias, y por eso son tan importantes además en esta relación, porque básicamente nos están hablando de una característica de construcción que nos hace más humanos, y es la mirada hacia los otros. Y este libro nos invita a eso: Ednica todos los días, todos los que participan y han participado en los trabajos de Ednica, lo hacen día a día y es cómo nos significamos a través de los otros. En esa medida, mis felicitaciones, mi invitación a ustedes a que lean el libro, ahí está.

Pues enhorabuena y, como decía Gerardo, pues seguir haciendo el esfuerzo en la cotidianidad, por seguir sistematizando y generando conocimiento para avanzar exactamente hacia lo que tendría que ser el fin último de las organizaciones y de quienes tenemos esta agenda y, es decir, que esta agenda se acabe y que podamos incidir en políticas públicas, y en hacer que esto se generalice y que nosotros tengamos y nos inventemos muchos otros más trabajos y vayamos dejando los otros en manos de quien es el obligado: el Estado, para proteger a este tipo de poblaciones

Muchas gracias.

Inklusion
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