domingo , 22 diciembre 2024

Discurso de la Presidenta de la CDHDF, Nashieli Ramírez Hernández, en la inauguración del “Diplomado de Derechos Humanos, Libertad de Expresión y Periodismo”.

Discurso 68/2018
10 de agosto de 2018

Voy a ser breve, porque no podría hablar. Buenas tardes a todas y a todos, espero que no se nos haya hecho noche mientras estamos aquí sentados. Gracias Jan, Eduardo, Randolfo, Témoris, Cirenia, Margaret, por acompañar aquí este acto de inauguración. Gracias al equipo de la Dirección de Vinculación y Programas de Políticas Públicas de la Comisión, en especial a Brisa, a Yunuhen, a la Relatoría de Libertad de Expresión de esta Comisión.

“Que no haya una manifestación de la vida, cuyos diarios accidentes no sorprendan al diarista. Eso es hacer un buen diario, decir lo que a todos conviene y no decir nada que alguien pueda convenir. Que todos encuentren en el diario lo que pueden necesitar saber”: José Martí.

Estoy muy contenta de estar en la inauguración del Diplomado en Derechos Humanos, Libertad de Expresión y Periodismo, el cual no nada más es el resultado de un trabajo compartido, sino sobre todo de una complicidad militante, una complicidad militante alrededor de la importancia del periodismo y la libertad de expresión como vehículos para la garantía y la promoción de los derechos humanos. Y como decía Témoris, también la garantía para la democracia.

Esta complicidad y este trabajo entre la Universidad Iberoamericana, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la Oficina del Alto Comisionado, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Ojos de Perro y CIMAC, el Diplomado que hoy convoca es una respuesta ante la situación de riesgo que desafortunadamente se ha extendido en el país y afecta de manera directa a quienes dedican su vida al ejercicio del periodismo; pero al mismo tiempo, obedece a una necesidad urgente de continuar construyendo bastiones de resistencia colectiva, de articulación y profesionalización para defender desde distintos espacios nuestros derechos humanos y completamente el derecho a la libertad de expresión.

Ya no sabemos, no dejamos de contar, según Artículo 19, contabilidades más, contabilidades menos, en 18 años llevamos alrededor de 120 comunicadores muertos, asesinados. Esto nos da un promedio de un asesinato a periodistas cada bimestre en estos últimos 18 años. Más allá, en los últimos tres meses, de mayo al día de antier, en donde tuvimos el asesinato del fotoperiodista Rodolfo García, pues contamos a José Guadalupe Chan, a Rubén Pat, a Juan Carlos Huerta, a Luis Pérez García, y solamente estamos hablando de un cuatrimestre. Casi casi decimos: “Ya párenle, ya queremos dejar de contar”.

Estas cifras dan cuenta de la pertinencia y la relevancia de impulsar acciones coordinadas para contribuir a la prevención de más afectaciones en contra de periodistas, pero también nos llevan a la inevitable reflexión sobre el impacto que estos hechos tienen en nuestro desarrollo como sociedad.

Hablar de asesinatos de periodistas es enfrentarnos una y otra vez a que se nos arrebaten vidas, voces y palabras valiosas, no como las mías, pero también es una afrenta social, tanto que nos es arrebatado con ellas y ellos nuestro derecho a la información. Es continuar en el día realizando una labor que implica un miedo creciente, un riesgo constante.

Otras formas de violencia contra la prensa se presentan a diario en los mismos medios y muchas y muchos compañeros han tenido que salir de forma emergente de sus lugares de origen con todo lo que ello conlleva. Ante esta complicada situación recibirles, acompañarles y coadyuvar a generar una estrategia digna para ellas y ellos es una labor urgente y también titánica. Por ello apostamos a que éste sea un espacio de encuentro, escucha, profesionalización e intercambio de herramientas para su trabajo, para su labor, para su vida cotidiana.

Desde la Comisión somos conscientes de que en materia de protección de periodistas existe un largo camino por recorrer, y que el reto no es menor. Sin embargo, creemos firmemente que este Diplomado representa una oportunidad de mantener la apertura a nuevos aprendizajes y acercar los derechos humanos como una herramienta fundamental para la transformación social y el desarrollo de proyectos de la vida de las personas.

La riqueza de la capacitación en temas de derechos humanos es que necesariamente tiene como eje rector a las personas y a su dignidad, siendo ello impulsora de la autonomía individual y colectiva, por ello a estos 25 compañeras y compañeros, a quienes agradecemos que estén en esta apuesta, porque sabemos que lo hacen paralelamente a su trabajo, sabemos que les va a implicar triple o cuádruples jornadas y que están aquí, y que están en esta apuesta con nosotros, les invitamos a no perder la esperanza, a confiar en que es a través del empoderamiento de las personas y la protección efectiva de los derechos que estaremos en posibilidad de incorporarlos en nuestra actividades cotidianas, sean públicas o privadas.

No olviden que este surge de una complicidad militante de los que estamos aquí y de ustedes que están allá, y que debe ser un punto de partida, un espacio de encuentro, para que se reconozcan, para que se conozcan, para que construyan colectivo y comunidad y apuesten por el desarrollo de proyectos en favor de la libertad de expresión, la protección y sobre todo, también lastimosamente, el autocuidado.

Por ello, sin más preámbulos y previo al inicio de la conferencia les pido nos pongamos de pie. Siendo las 6 en punto de la tarde del día 9 de agosto declaro formalmente inaugurado el Diplomado de Derechos Humanos, Libertad de Expresión y Periodismo; que tengamos muchos éxitos. Muchísimas gracias.

Inklusion
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