Discurso 88/2018
5 de octubre de 2018
Muchísimas gracias por la invitación para estar en la final. La verdad es que es una experiencia, porque es mi primera vez, la verdad es que lo agradezco mucho.
Estos procesos son procesos de ida y vuelta. El aprendizaje no es nunca unidireccional. Siempre aprendemos a través de los otros y con los otros, sino no estamos aprendiendo. Entonces es lo primero que quiero reconocer del porqué estamos aquí.
Agradecer a quienes me acompañan aquí al frente, particularmente al Director de esta Facultad y a quienes aquí están representados que son lo primero que quiero destacar, y es que este es un esfuerzo en donde también se requiere de una línea que tenemos que conservar y es cómo tampoco podemos hacerlo solos.
Las cosas se hacen en colectivo y cuando se hacen en colectivo tienen una fuerza de muchos, pero también la fuerza de poder hacer que esto continúe y siga habiendo procesos como los que aquí vivimos.
Entonces agradecer igual y decir que para la Comisión de Derechos Humanos de esta Ciudad es siempre y siempre va a hacer una apuesta con estos maravillosos aliados para poder continuar con estos procesos, que básicamente son procesos educativos de aprendizaje, pero también, como lo decía Pedro, de compromiso.
Hoy ustedes son…, la mayoría de los que están aquí nacieron alrededor de los 25 años del movimiento del 68. ¿Qué pasa después de 25 años? Hoy estamos alrededor de los 50 años, pues pasa que ustedes también forman la potencialidad que renueva lo que la juventud y lo que los jóvenes representa no nada más para esta Ciudad y para este país, sino para el mundo.
En los últimos meses, sobre todo de parte de los jóvenes de la Universidad, ustedes, hemos visto otra vez renacer la esperanza en términos de una protesta social, en una Ciudad, en donde tenemos que hacer persistir que se puede hacer protesta social en paz; que ustedes pueden, como muchos otros jóvenes y estudiantes de esta Ciudad y de este país, levantar la bandera, levantar sus demandas y nosotros, como mundo adulto, estar abiertos a hacerlo.
Yo no concibo un Siglo XXI que no tenga como marco de la utopía y de la esperanza a los derechos humanos. He ahí la importancia de por qué estamos aquí, nos dediquemos exactamente a la materia o no, tendremos y tenemos que reivindicar que si nosotros caminamos hacia la justicia y la igualdad, si nosotros tenemos empatía y solidaridad y fraternidad, lo que nos da el escenario, no nada más normativo, no nada más de contexto legal, sino de esperanza de vida por un mundo mejor, son los derechos humanos.
Por eso, bienvenidos y bienvenidas sean estos esfuerzos, bienvenidos y bienvenidas sean sus esfuerzos de meses, para trabajar en esta Competencia. Muchísimas felicidades.