Discurso 3/2019
30 de enero de 2019
Buenos días todos, todas y todes.
A finales del año pasado me encontré con Jorge Meléndez en una reunión Puma y tenía este libro y acordamos que lo teníamos que presentar en la Comisión. Yo agradezco a Enrique Condés, agradezco a Jorge que pudimos hacerlo. Queríamos hacerlo el año pasado, pero no nos alcanzó ya el año, para que quedara igual en los 50 años, pero de todos modos esos son cortes que igual que inventamos nosotros, pues igual des-inventamos y seguimos pensando que estamos en el cincuentenario.
De entrada, lo primero que creo que es importante es lo que estaba señalando, que tiene que ver con que nos sumemos a que esto no se quede en una bodega. Yo les propongo que la Comisión lo va a hacer. Vamos a ver cómo hacemos una campaña, de entrada, ya en redes para presionar, Cómo hacemos cosas institucionales también para solicitar que estos ejemplares estén afuera.
Y estén afuera porque compartías el dato de 312, pero nunca es suficiente. ¿Y por qué nunca es suficiente? Yo creo que aquí lo han planteado los dos y tiene que ver con que el 68’ no es nada más el 2 de octubre, de entrada en el país, pero también es un año paradigmático que permite construirnos o que debería aportarnos para seguir construyendo una memoria colectiva.
Entonces, es sí el 68’ el 2 de octubre, pero esa es la primavera de París, es Praga, es Alemania, es Italia, es un montón de lugares en donde ya Enrique hizo favor de abundar en términos de cómo entenderlo más allá; déjense de lo local, y de un evento en específico, si no en un contexto que tiene que ser reflexionado en varias lógicas de memoria.
Como tú dices, este libro de entrada tiene la lógica del poder de lo que tiene que ser la construcción histórica del coro de las voces, de lo que permite explicarnos por qué estamos aquí, lo que somos ahorita y lo que tenemos que conservar en base a que no son logros nuestros, que no nos corresponden. ¿Qué se nos hizo fácil o qué se nos hizo difícil a partir de exactamente lo que está pasando? Porque es increíble que un libro que habla exactamente sobre un movimiento que iba en contra de la opresión constante del Estado, la familia, la escuela y todo lo que se articulaba, hoy está encerrado en una bodega y que no digamos nada.
O muchísimos logros que hoy tenemos y que tenemos que reconocerlos y tenemos que verlos a la luz exactamente de qué pasó en todas sus aristas en ese año en este país, pero también en el mundo; porque da contexto a ver toda la corriente anti bélica. Mientras esto pasaba aquí, estábamos viendo en Estado Unidos dos movimientos muy importantes. Uno era Vietnam, pero también estaba el cómo se concretaba después de casi 15 años de supuestamente las leyes de no segregación, lo que era la incorporación de afroamericanos a la vida verdaderamente cotidiana de los Estados Unidos. Entonces, eso es uno, pero si vemos por todos lados había un “ya basta” en términos de eso.
Y son además, también hay que verlos como movimientos históricos. Es decir, se habla poco por ejemplo del antecedente del 66’ del movimiento médico, donde muchos de los compañeros del movimiento médico, que en ese entonces además eran estudiantes, que está catalogados como el primer movimiento de profesionistas en este país, después del profesionista no como licenciatura en este entonces del movimiento magisterial de los 50’. Entonces nada surge, y mucho menos estos movimientos, como de repente en la lógica de “quién sabe qué pasó” y surgió, no. Y así, finalmente aquí hay muchos jóvenes, tenemos que aportar para seguir y nosotros a que no se nos olvide, porque luego nos da como alzheimer. Pero no podemos entender, en serio, las luchas hoy por los derechos humanos, que en ese entonces ni se hablaba de eso, no tenía ningún tipo de referente, sino lo hacemos desde ahí, porque las luchas hoy de los derechos humanos, el movimiento feminista, los derechos de los jóvenes, los derechos de las mujeres, los derechos de la diversidad, los derechos políticos, vienen, y como tú lo dices, y tienen un referente exactamente en el 68’.
A mí en particular además, como tú dices hay historias, todo el mundo tiene historias alrededor del 68’. Yo era niña, yo tenía ocho años, pero tuve, y por eso ya tenemos años de conocernos, fui una niña que viví muy de cerca el 68’ porque mi papá, él (Jorge) era estudiante y formaba parte del Comité de Lucha de Economía, pues mi papá era maestro y formaba parte del Comité de Lucha de Economía.
Entonces el 68’ tiene muchos impactos muy personales porque lo vivimos muy de cerca, y además tocaba la casualidad que vivíamos en la Ex Hipódromo de Peralvillo, a una cuadra de La Ronda, a dos cuadras de Tlatelolco. O sea, me tocó vivir el 2 de octubre específicamente mucho más de cerca con los exténsiles y los volantes en el estudio de mi casa.
Entonces para mí fluye mucho muy de manera personal, pero como tú lo decías, no se trata de memorias individuales, se trata de cómo hacemos en coro y cómo le damos el contexto que dimensiona qué pasó, por qué pasó y por qué eso nos acompaña.
A mí me da mucho gusto además que en el libro haya exactamente perspectivas que muchos dejan fuera. Ya mencionaste tú dos muy importantes, es esta otra parte de la diversidad. De repente los universitarios Pumas humanísticos acaparan la visión del movimiento, cuando teníamos a los rudos y a los compas además que venían…, bueno, en general la Universidad era una Universidad producto de la movilidad social. Eso es un hecho y tampoco era que los fifís estuvieran en la UNAM y los Politécnicos no. Pero también es cierto que estábamos hablando del impulso y el inicio de lo que era el producto de la movilidad social y se veía mucho más cruda, mucho más representada en los Politécnicos, que muchos de ellos además venían de fuera de la Ciudad y venían además con un antecedente no de marginalidad urbana, sino de pobreza rural, con el primer acceso a…, digamos, con un uso muy pragmático de lo social. Porque ser ingeniero, decidir ser eso, era decidir trabajar por los otros. Y generalmente la palabra la tenían los humanistas y no se veía esta otra parte, que además tenía características interesantes y también sumar.
Se piensa que nada más eran quienes estaban en ese entonces en el chiquito Partido Comunista, o el más chiquito trostkista. Todos por cierto en la clandestinidad, por eso el discurso y la percepción eran muy fuertes en decir “ya vienen”. No podían ni ponerse de acuerdo. Y estos otros grupos, como jugadores de futbol americano, que también se incorporaron, porque finalmente cuando hablamos de un movimiento de alto alcance que tenía que ver con la práctica social, con la lucha por poder usar la minifalda, por poder salir de noche, por no ser estigmatizada, por ejemplo, como mujer, pues es una lucha social que iba mucho más allá de quienes por su lado sí tenían claro banderas que tenían que ver con el cambio político. Para los otros era el cambio en la cotidianidad en muchos sentidos.
Entonces creo que vale mucho la pena. Yo le agradezco a Jorge y a Enrique que nos dejen dos ejemplares. Lo vamos a tener ahí a disposición de la gente de la Comisión, mientras armamos una lucha. Yo creo que no podemos permitir que en el año 2019 tengamos una posición de opresión a la libertad de expresión como la que estamos viviendo y creo que estas historias están hechas de personas.
Ya comentabas de las compañeras que también fueron muy invisibilizadas en el movimiento por esta lógica de la prevalecencia de las lecturas desde lo masculino. Yo te agregaría ahí a, ahorita que lo estabas comentando, a Alcira Soust Scaffo. Alcira era una uruguaya, fue la poeta que se quedó 15 días encerrada en Filosofía y que nunca se repuso, porque yo a Alcira la conocí en la preparatoria en el 74’, rondaba por la Universidad, por la Prepa y por los comités de lucha y se veía como una viejita de 60 años en ese entonces y era una joven. Nunca quedó bien después de esos 15 días y, para quien quiera conocer la historia de ella, Roberto Bolaños, en “Amuleto”, la que es la protagonista ella es Alcira y sí existió y murió en el 97’ en Montevideo. Pero nunca quedó bien.
Y así como el ejemplo es este no nada más de ver que había mujeres ahí, sino que el 68’ tocó para bien, y muchas veces tocó para mal y otros ya no lo pudieron contar. Y creo que esto también reivindica no nada más lo que nos toca a nosotros como memoria colectiva, sino que reivindica a cada una de personas que en muchos casos vieron afectada su integridad física para siempre y en otros siguieron igual con una afectación que no pudieron nunca elaborar durante toda su vida, y que es importante por lo tanto también darle este tipo de espacios.
Entonces yo quisiera pedirles un aplauso al coordinador, a Jorge Meléndez, y que sea través de este aplauso, por favor, se los hagan llegar a los compañeros y que cuenten con la Comisión. No nada más gracias por esta presentación, porque nos abona, sino también para empezar y liderar una presión para que estos libros estén en las manos de jóvenes, estén en las manos de estas nuevas generaciones. Muchas gracias.