Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México 
Discurso 28/2019
26 de abril de 2019
Buenas tardes a todas, todos y todes. Para la Comisión es de especial alegría y orgullo que Rigoberta Menchú haya accedido en conjunto con una articulación con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) –mi casa-, el que estuviera aquí para compartir, desde la Comisión, sus saberes y experiencias.
Rigoberta no necesita presentación. Ya algunos datos los dio Domingo, pero casi muchos de nosotros la hemos seguido desde antes de 1992, porque básicamente Rigoberta es una defensora de derechos humanos.
Para esta casa es verdaderamente un placer tenerla aquí, tenerla charlando con nosotros y nosotras, y compartiendo no nada más sus saberes, sino su compromiso y sus experiencias.
Les quiero comunicar y aprovecho Rigoberta, para decirles que hemos tenido una larga plática; los asuntos que convergen y por los cuales vamos a trabajar en conjunto con ella, con la Fundación (Rigoberta Menchú Tum) y con la Cátedra de la Universidad, son amplios. Ahorita seguramente hará referencia a algunos. Platicábamos, básicamente sobre la pertinencia de las miradas y de las maneras que nos comparte para mirar, en una metrópoli como la nuestra, la que en este país concentra la mayor diversidad lingüística, que acostumbra invisibilizar. Si contamos entre los que habitan y transitan en la Ciudad de México a más de un millón de personas, de pueblos indígenas de nuestro país con los cuales esta Comisión tiene que ver.
Esta agenda, esta plataforma es algo con la cual hemos venido y queremos seguir trabajando. La verdad es que tener de aliada y cómplice a Rigoberta es una gran oportunidad para nosotros. Rigoberta, que seas muy bienvenida a esta tu casa. Nuevamente muchas gracias por estar con nosotros.
