Discurso 47/2019
6 de junio de 2019
Bienvenida María Rita. Gracias Angélica. En 2011 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró una Resolución para establecer el Día Internacional de la Niña, para los 11s de octubre. Mucho antes de eso, principios de los 2000, Angélica de la Peña era Diputada y organizaba cada año –esos tres años que le tocó- un conversatorio, una mirada, una discusión sobre las niñas. Eso habla del compromiso que Angélica ha tenido hacia esa mirada, no nada más hacia la infancia y el feminismo, sino también en particular a las niñas. Tiene historia, se adelantó hasta a Declaraciones internacionales. El primer año en el que se celebró ya en octubre de 2012, ya Angélica era Senadora, empezaba también e hizo un evento, ahí estuvimos para esa mirada. Esta mirada que Rita aterriza en un Decálogo que va a tener oportunidad de aterrizar ella. Como ya vieron, lo van a hacer con mucho agrado, es una gran conversadora y va a estar interesante, sensibilizador y divertido, eso también es importante.
Déjenme dar un repaso muy rápido de lo que tuve oportunidad de ver al revisar el Decálogo. Uno, es esta mirada de porqué sí es necesario mirar a las niñas en específico, y no nada más tener esa mirada y estos lentes. En un país donde la mitad de las niñas y los niños son pobres, lo que tenemos y lo que la estadística nos dice también es que esta pobreza se recrudece tanto en familias donde la cabecera son mujeres, como en las niñas que viven en esas familias. A pesar de que hemos logrado y avanzado en la retención escolar por más años, por políticas que se llamaban básicamente de miradas especiales: por ejemplo, que las becas fueran más altas para los niños que para las niñas, que los niños salían más o menos al tercer grado de primaria y que se estuvieron enfocando así; tuvieron un impacto sí, no quizás sobre la pobreza en general, pero sí en la retención escolar.
Sin embargo, seguimos y las niñas pagan el costo de la marginalidad, pagan el costo de la urbanización y entonces tenemos que las niñas en secundaria y preparatoria ya están saliendo más rápido de la escuela, tenemos que las niñas y las adolescentes están teniendo que estar a cargo de sus hermanas y hermanos desde muy pequeñas ellas mismas, cuando aquí discutimos el matrimonio infantil. No nada más discutimos la prohibición –que, por cierto, nos congratula hoy que ya tenemos a nivel nacional la prohibición expresa del matrimonio infantil en México, ya es un avance para el Decálogo este tipo de cosas-, pero no nada más ahí. Esta parte es como el matrimonio per se, las uniones per se, estamos hablando de que las niñas adquieren obligaciones no acordes a su edad, básicamente en ciudades como la nuestra, cuando adquieren responsabilidades que no les corresponden. Son madres tempranas, no por biología, sino por lo social. Esas miradas son las que nos tienen que seguir empujando como este Decálogo, seguir esta agenda.
Nos compartía Rita y parte de su Decálogo trae la prohibición a infringir en genitales a niñas, que es un uso común en Asia, en algunos países también de África; aquí no hay eso, pero tenemos muchas veces situaciones que son equivalentes a eso. Niñas violadas a los 12 o 13 años que son obligadas a atender a los niños, a sus hijos. Tenemos incremento… y si bien es cierto que hemos estado trabajado sobre el embarazo adolescente, lo que nos dice el Observatorio Latinoamericano es que entre los periodos de 1980 a 2017 hemos decrecido en la tasa de fecundidad, pero si nos comparamos con la mayoría de los países del Caribe, ya no digan de Centroamérica o Sudamérica, del Caribe, el ritmo ha sido mucho más lento. Es decir, tenemos una deuda porque pudimos haber hecho más. Aquí en las reflexiones es “no que bien estamos respecto a otras”, sino “por qué no hemos avanzado lo suficientemente rápido”, para no tener esto en la agenda de la protección de los derechos de niñas en nuestro país.
Más bien es una oportunidad para la Comisión y yo agradezco a Angélica que haya pensado en nosotros para estar albergando y transmitiendo en vivo –ahí en streaming– esta platica. Es un lujo no nada más tener a Rita, sino tener a Angélica. Y a las personas que van a estar aquí en el Conversatorio, como Lety Bonifaz, en esto que es una agenda prioritaria para el país. Ya lo decía Rita, y no es un discurso feminista per se, ella misma lo dijo, tenemos hoy en el Siglo XXI suficiente evidencia científica para saber que muchas de las cosas que limitan a las niñas y después a las mujeres son culturales, y por lo tanto, se pueden cambiar. Muchísimas gracias Rita, Angélica, muchísimas gracias a todas, todos y todes. Estaré siguiéndolas, les deseo el mejor de los éxitos.