Discurso 58/2019
3 de julio de 2019
Buenos días a todas, todos y todes. Ustedes saben muy bien, cuando hablamos de construir nuestras lenguas, nuestra manera de comunicarnos; que son, digamos, de las apuestas ancestrales, en términos de los que y las que aquí estamos reunidas.
Agradezco a las instituciones que están aquí presentes, ya lo dijo Mario, ya lo dijo Gabi: tenemos un camino ya andado en apuestas que tienen qué ver con la participación política, en general, pero particularmente de las mujeres de la Ciudad. Y también, en estas apuestas, entender que los Derechos Políticos son Derechos Humanos, y que parte de la garantía y avanzar en los derechos tiene qué ver en que podamos ejercerlos, y que estos Derechos Políticos no se limitan a la esfera de las elecciones, sino que tienen qué formar parte de nuestro día a día en el barrio, la comunidad, en la cuadra, en la colonia, en donde estemos.
Entonces, permítanme antes de compartirles un poco de las notas que traigo preparadas, decirles tres cosas de contexto inicial: uno, que me alegra mucho que estemos aquí, coincidentemente el 3 de julio, porque este día de hace 64 años, fue la primera vez que votaron las mujeres en esta Ciudad, en el ámbito federal y, pues bueno, celebrar esto aquí, el día de hoy con este taller, nos refiere básicamente…, de repente pensamos que no hemos hecho mucho, pero cuando vemos que apenas hace 64 años, yo tengo 60; o sea, hace apenas mi vida, que las mujeres pudieron ejercer su voto en el ámbito federal en este país. Entonces, tenemos que reconfortarnos también a que, en verdad, claro que necesitamos hacer más, y claro que necesitamos avanzar más; pero que, la verdad es que, pues hemos hecho mucho, para tan poco.
Y lo segundo, un poco esto también reivindica la participación de las mujeres en lo general, sino específicamente de las mujeres indígenas y de comunidades originarias que, básicamente lo que te hace ser también de pueblo originario, es que te empiezas a reconocer y auto-adscribir y a construir historia, que eso es, desde mi punto de vista, traer a la memoria avanza muchísimo, y eso a qué otro espacio reconocemos. Porque en esta Ciudad, que de repente se piensa como en lo urbano, como si todas fuéramos lo mismo, pues tenemos que tener una visión en donde en esta Ciudad se habla la mayoría de las lenguas indígenas del país, de nuestro mosaico que es folclor, nuestro mosaico es cultura, nuestro mosaico es lo que tendría que hacernos florecer, y tendría que hacer florecer a esta Ciudad.
Y, para terminar este contexto rápidamente, algo que son, digamos de las tareas y de las cosas que tenemos que prestar atención: el año pasado, en noviembre, se hizo la Encuesta Infantil y Juvenil, por el Instituto Nacional Electoral (INE), también se hizo una encuesta, pero acá fue para el presupuesto participativo. A nivel nacional, esta Encuesta viene repitiéndose desde 1997 y, sí, la verdad es que es un esfuerzo importante, desde mi punto de vista, el más importante, en términos de intentar oír a las Niñas, los Niñas y a los Adolescentes (NNA), que generalmente no se oyen.
Y el dato aquí importante, y se los dejo aquí como también de reflexión del contexto, es que 3% de las NNA que contestaron esta Encuesta que llegó casi al medio millón en la Ciudad, decía que hablaba una lengua indígena. Si se dan cuenta, está por debajo de lo que básicamente dice el INEGI que hay en la Ciudad, que es el 8%. El otro dato más importante, es que esos mismos niños encuestados, que solamente 3% decía que hablaba una lengua indígena, refería en 9% que en su casa había un hablante de lengua indígena; en su familia, alguien hablaba una lengua indígena.
Entonces, está hablando esto de un reto fundamental: tenemos qué ver cómo no se pierde, porque con la lengua se pierde la cultura, se pierden los sentidos; se pierde básicamente, y ustedes lo saben, la manera de decir ‘Te quiero’. Porque en eso, exactamente, nosotros podemos dejar de usar quizá nuestra lengua materna en muchas cosas, por el trabajo, por la escuela, porque nos obligan y todo. Pero cuando queremos decir ‘Te quiero’, lo decimos en nuestra lengua materna. Entonces, por eso, no debemos perderla, y creo que es una gran oportunidad para hacerlo.
Hay mucho, aún falta por subsanar la deuda histórica que ha colocado a las personas indígenas en este país en una situación de desigualdad estructural. Desde una mirada intersectorial, esa desigualdad, que ya es profunda, resulta más acentuada en las mujeres indígenas. Es importante, para lo que van a desarrollar ahorita, estas miradas intersectoriales: no, no es lo mismo ser mujer, en general, que ser mujer indígena; no es lo mismo ser mujer indígena, y además ser adulta mayor: no es lo mismo ser mujer indígena, y además tener una discapacidad.
Entonces, esas miradas son importante, que nosotros, en estas miradas, en estos contextos, lo que hablamos, es de cómo hacemos sobrevivir lo heterogéneo, podemos exactamente en esas lógicas, no encasillarnos, sino vivirnos exactamente en esa plenitud y en esas diferencias.
Básicamente, en la Comisión de Derechos Humanos, hemos recibido alrededor de 80 quejas que tienen que ver particularmente con mujeres indígenas y generalmente están relacionadas al Debido Proceso; tenemos compañeras, ustedes lo saben, que están en reclusorios, porque no tuvieron un intérprete ahí que pudiera hacerlo. Tenemos compañeras indígenas, pero también no indígenas, que están ahí porque también, hay que hacer preservar cosas, pero también hay que cuestionar cosas, y muchas están ahí en la lógica de hacer cosas para sus parejas, de ser engañadas ‘por amor’, por sus parejas; hay que cuestionarse también esas cosas, de eso se trata, se trata de preservar y construir lo que nos construye, y también de deconstruir lo que finalmente tenemos que deconstruir en este marco, y por eso la gran oportunidad de este Taller piloto para identificar necesidades de capacitación para fortalecer el liderazgo de mujeres indígenas de la Ciudad de México.
Creo, y no voy a extenderme más, pero desde la Comisión nos da muchísimo gusto poder ser cómplices y participar en estas alianzas con ustedes, con las instituciones y, pensamos que son estas complicidades las que nos van a permitir avanzar juntas con mayor rapidez.
Les deseo el mayor de los éxitos y, pues ya saben, ahí en el Metro Viveros estamos para servirles, pero les tengo también una noticia, y es que antes de acabar este año, estaremos en las Alcaldías, ya estamos, como se dice en inglés, en los scoutings de los lugares donde vamos a estar, para estar más cerca de ustedes, y queremos estar más cerca en Alcaldías y estamos intentando hacerlo en muchos lugares, queremos estar en sus asambleas, queremos que nos inviten a las fiestas, queremos estar en donde quiera que podamos servir de mediación para conflictos entre pares, entre vecinos, con la autoridad, porque queremos, exactamente igual que ustedes, cambiar el rostro de la Comisión de Derechos Humanos de esta Ciudad.
Muy buenos días.