Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México 
Discurso 103/2019
12 de noviembre de 2019
Doy las gracias a la Secretaria, Soledad (Aragón Martínez), por la invitación a venir a compartir con ustedes. Lo bueno de cerrar la primera ronda es que puedo decir que ya se ha dicho todo y coincido completamente con todo lo que se ha abordado. Déjenme agregar algunas cuestiones que tienen que ver con este primer saque de cómo nos va en este diagnóstico.
Lo primero es el planteamiento en términos de que la discriminación es la obstaculización y negación de un derecho, así lo pondríamos en general, y en este caso estamos hablando del derecho al trabajo. En esa lógica, también aquí lo han señalado, no nada más es el ingreso, acceso, sino también la permanencia en condiciones de igualdad, lo que implicaría exactamente un proceso de discriminación que ataque en este caso el derecho al trabajo.
También se ha dicho y es muy importante reiterarlo, tenemos una visión de que esta discriminación se da en los grupos de atención prioritaria, en el caso de que nuestra Constitución reconoce a 14 grupos de atención prioritaria, algunos ya han sido señalados; pero también se da en el propio mercado laboral, asalariado o no asalariado. El ejemplo de las personas que hacen limpieza en nuestra Ciudad, el ejemplo del mercado mal llamado “informal”, que tiene que ver -desde mi punto de vista- que le da vida y sostiene a esta Ciudad en términos del intercambio de productos. Ahí también tenemos brechas y procesos de discriminación en general.
Importante resaltar y ahí sí puntualizar, que en esta discriminación tenemos que tener una mirada interseccional. ¿Qué quiere decir esto? Tienes a una persona que es mujer, pero además es VIH positivo, además está embarazada… estas cuestiones señalan que estos procesos de discriminación tienen que tener, no una mirada fija, no es una fotografía fija, sino que tiene que tener una visibilidad. Los procesos de discriminación van exponenciales, no acumulativos, dependiendo de esta mirada interseccional.
Lo otro es que el mundo laboral no está en “Marte”, el mundo laboral forma parte de nuestro mundo. Muchas de las cosas que ya han señalado, que tienen y que se reflejan en el mundo del trabajo, se reflejan en nuestra cultural general, en nuestra manera de verlos, y, por lo tanto, necesitamos comprender que muchos de nuestros estigmas están señalados en el mundo laboral y están relacionados con todos los retos cultural y socialmente que superar. La mirada hacia las mujeres, o la mirada hacia ciertos grupos de atención prioritaria no nada más es esa mirada estigmatizante y discriminatoria en el mundo del trabajo, sino que también es un gran reto en términos de que lo naturalizamos y lo vemos en el otro escenario.
Cuando hablamos de personas privadas de su libertad –lo decía Geraldina (González de la Vega Hernández)-, no nada más es que no tengan acceso al mercado laboral, sino que el estigma no les permite el acceso a la reinserción social. El derecho al futuro se llama –me encanta mucho ese término-, es precisamente lo que está limitado, pero en el mundo laboral ahí es un reflejo de la discriminación y el estigma social.
Otro ejemplo muy claro es el de personas con discapacidad, ya lo han señalado, hasta en el conteo, tenemos un gran problema con la autonomía. Lo que está planteado en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad en los Artículos 12 y 19, específicamente que es el de la autonomía, se cruza perfectamente y tienen mucho impacto en el mercado laboral. Pero aquí la discusión es: nosotros tenemos una dominancia social en donde pensamos que las personas con discapacidad tendrían que estar, algunas institucionalizadas, a otras las seguimos llamando “incapaces”, no nada más para el mundo del trabajo, sino incapaces para el mundo social. Este estigma tiene que cruzar sobre estas miradas que hay que cambiar si queremos cambiar o queremos visibilizar en términos de discriminación, y ya lo decían aquí, estamos hablando de cuestiones estructurales.
Algunos de los ejemplos que daban, de lo que han estado analizando sobre el mundo laboral, hay un estudio que se hizo sobre cómo tratan a las mujeres estudiantes científicas y a las científicas, es un estudio que se hizo en Estados Unidos… En los comités editoriales y en los comités de selección de los papers tenían una valoración diferente si no les ponías quién era. La valoración cambiaba dependiendo si sabían que eran mujeres o si eran hombres. Esto también es otro ejemplo.
Finalmente, antes de pasar a la otra parte y que para mí es como una agenda emergente, no la hemos tocado todavía en esta parte de diagnóstico es, uno, que toda esta mirada discriminación en el ámbito tiene que verse igual de la mano con el ciclo laboral. El ciclo de vida laboral tiene que cruzarse también con esta mirada de cómo sucede la discriminación en este ámbito.
También llamar la atención sobre algo que está ahí y que tenemos que discutir muchísimo: cómo las personas mayores cada vez más vamos siendo una mayoría en términos del mercado laboral y que requiere de miradas diferentes. Nosotros tenemos en la Comisión un servicio de personas que son quienes ayudan en la parte de limpieza, en su mayoría son personas mayores. Tenemos el gran dilema: se da trabajo o no se da trabajo. Cuando finalmente llega la gente y dice: “¿Cómo tienes…?” La persona necesita trabajar porque aparte, acordémonos que bajo el sistema que tenemos -de por sí ya la seguridad social, que ya ni siquiera se llama así, se llama protección social… el tipo de mercado laboral que tenemos tampoco apuntaba mucho para la tuviésemos- la esperanza de vida lo que nos está planteando en esa lógica es la incorporación de personas mayores.
¿Qué tenemos que hacer para exactamente contemplar su derecho al trabajo y este sea mirando y contemplando ese tipo de situación que viven las personas mayores y no la negación del derecho al trabajo? Tenemos una visión traída por lo menos en mi generación… mis abuelos se jubilaron… muchos llegaban a mi edad ya estaban súper jubilados, había gente que se jubilaba a los 50, y ahora eso cambió. Necesitamos ver cómo cambiamos esta mirada.
