domingo , 22 diciembre 2024

Discurso de la Presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en la inauguración de las Mesas de Deliberación sobre los Resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2018. Hacia la Construcción de una Agenda para Su Atención.

Discurso 107/2019
2 de diciembre de 2019

Sean ustedes bienvenidas, bienvenidos y bienvenides a esta Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, que les agradece que hayan escogido este espacio para poder estar en estas mesas de análisis. Nosotros ya habíamos hecho una primera, con resultados de la Ciudad de México, como se hicieron en casi todas las entidades federativas. Pero platicando con la Dirección Ejecutiva de Educación y con las personas involucradas del Instituto Nacional Electoral, se pensó en seguir dándole vuelo al análisis de esta Consulta.

Déjenme plantear rápidamente tres cosas, porque en la Mesa que sigue voy a estar participando, entonces, para no repetir. Lo primero, que tiene que ver con el reconocimiento de una Consulta que no tiene comparativo en el país, ni en ningún espacio, ni educativo de ningún lado, y es esta Consulta Infantil y Juvenil, que lleva más de 20 años operándose, eso a un país donde pasan seis años, o a veces tres, y estamos en un municipio y las cosas cambian…, es importante reconocerlo, porque es un esfuerzo continuado que nos permite, como bien lo decía Patricia, hacer comparativos y ver qué y cómo vamos mejorando.

Durante todo el año pasado, tuvimos la oportunidad las instituciones aquí presentes, falta Mónica (González Contró, Abogada General de la Universidad Nacional Autónoma de México -UNAM-), de formar parte de un Comité Técnico, que hizo evaluaciones sobre lo que igual comentaban: qué le falta, qué le haría falta, cómo podemos avanzar, cuáles eran los grandes retos de esta Consulta.

Lo primero, y que tenía que ver con la cobertura, era que hubo algunos ejercicios, ustedes se acuerdan que se dejó de estar el día de la jornada electoral, y se pasó a las escuelas. Pues no; porque de entrada, los niños y las niñas, como cualquiera de nosotros, si nos dijeran ahorita ‘les voy a hacer un examen’, les aseguro que además como traemos ese chip, cambiaríamos toda nuestra posición, hasta nuestra corporalidad, porque entonces vamos a ver que vamos a empezar a tomar apuntes, porque saliendo les voy a preguntar, y entonces entramos a otra lógica.

Y, entonces, hacer una Consulta donde pretendemos que las niñas y los niños, y los adolescentes, participen de la manera más abierta posible, se dificulta. Igual pasa, de todos modos, haciéndola en la calle, porque van con los papás, van con el adulto; entonces, también ahí hay cosas que tenemos que cuidar, pero definitivamente no hacerlos en las escuelas, que nos aseguraba, entre comillas, una población mucho más cautiva, era algo que tenía que seguir de continuo, en la calle, el espacio público es donde hay que hacer y retomar.

Lo otro, tiene que ver con estos mismos ejercicios que todavía se queda, corto, porque como ya lo dijeron, el asunto de esto no es que aquí estemos los expertos, los institucionales hablando de lo que dicen las niñas, niños y adolescentes; sino cómo hacemos para que esto que dijeron y esto que plantearon en ésta como en otras Consultas, se les devuelva, o sea, que haya espacios en donde haya solamente niñas, niños y adolescentes, que hayan o no participado en la Consulta, porque finalmente habrá algunos que hubieran querido, pero pues no estaban, pero se necesitan ver y decir: ‘Bueno, eso que dicen la mayoría, yo creo que no, o ¿cómo les suena?’.

Porque si no, no vamos a avanzar en algo que es bien importante, que dijo Paola: los niveles de participación son niveles, y la Consulta es un avance, sí, pero no es la participación plena de niñas, niños y adolescentes.

Y aquí me detengo para decir simplemente, estamos celebrando los alrededores de los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño, y la participación no nada más es un derecho, es un principio, y ese principio prevalece, y para mí es uno de los grandes retos, en términos de cómo hacer realidad los derechos de niñas, niños y adolescentes, porque tiene qué ver con nuestra visión estereotipada, y tiene que ver con que cuando hacemos a alguien ser parte de, lo hacemos igualitario, y es algo que el mundo adulto definitivamente no quiere. Tan no quiere, que son poquísimos los países que han firmado el Tercer Protocolo del Comité de los Derechos del Niño, incluyendo México, porque le tememos a esto, que básicamente es la diferencia entre oír y escuchar. Cuando yo oigo, pues oigo.

Cuando escucho, estoy hablando de un mecanismo que es recíproco, de ida y vuelta, e incluye otras cosas más que oírte, que es oírte y hacer cosas, oírte y hacerte caso, oírte y actuar en consecuencia a lo que te estoy oyendo, y eso es escuchar y yo creo que eso son los grandes retos en términos de la participación.

De entrada, ¿avanzamos? Sí, avanzamos, en una visión de ciudadanía que va más allá de la ciudadanía jurídica, es decir, pues son ciudadanos los mayores de 18 años… No. Son ciudadanos sociales quienes nacen, y como dicen, no nacen con un pan bajo el brazo, nacen con sus derechos bajo el brazo.

Y en esa lógica, ese tipo de ejercicios avanzan muchísimo más, exactamente a romper estos estereotipos de pensar que a los 17 años, unas horas antes de cumplir los 18, amaneces al día siguiente y ya eres adulto, y ya puedes tomar decisiones y ya eres catalogado… Cuando no: eres ser humano, y sujeto de derechos, desde que naces. Conclusión: pues estas cosas reconocen esta parte de la ciudadanía, y hay que retomarlas.

Concluiría agradeciéndole a Roberto (Heycher Cardiel Soto, Director Ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del Instituto Nacional Electoral -INE-); a Paola (Gómez, Oficial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF- en México); a Paty (Patricia Colchero Aragonés, Coordinadora de Información y Estudios del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes -SIPINNA-).

Decirles que la Comisión sigue abierta para el trabajo, sobre todo de derechos de niñas, niños y adolescentes, tengo una especial predilección por esa agenda, y que finalmente tenemos además que ser muy abiertos a lo que se trabaje aquí, pero cómo se actúa en consecuencia, porque lo que sí, y lo tenemos que reconsiderar, es que tenemos a niños y, sobre todo a adolescentes hoy, a la vanguardia de la agenda pública, sobre todo, diría yo a nivel global, de dos agendas. La primera, es el cambio climático, o sea, los líderes, las voces que se oyen, son de niños, son de niñas y son de adolescentes.

En este mismo país, la marcha que hubo de cambio climático, no la de este fin de semana pasado, sino la que hubo, anterior, con niñas, niños y adolescentes, de primarias y secundarias, eran eso, niñas, niños y preadolescentes, hablando sobre lo que básicamente lo que no es su futuro, sino lo que nosotros como adultos estamos construyendo o destruyendo para su futuro.

Y lo segundo, es la agenda feminista. Vean nada más las imágenes del sábado pasado, ahí hay maternidades feministas, van con sus hijas; unas de brazos, otras chiquititas hablando y tratando de entender por qué la violación es un ejercicio que se hace contra las mujeres, por qué finalmente no tiene nada qué ver ni cómo te vistas ni a qué hora salgas, ni nada, simplemente tiene qué ver con una agenda así, y el movimiento feminista no se puede hoy entender si no se entiende la participación de muchas adolescentes y de muchas niñas en esta agenda.

Entonces, eso es la apertura con la que tendremos que estar analizando aquí, y es la apertura de los aportes que tiene qué dar esto para seguir adelante. Va a ser una jornada muy fructífera, espero que se sientan así como dijeron, en su casa. Gracias.

Inklusion
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