Discurso 6/2020
10 de febrero de 2020
De entrada, muchísimas gracias a la Diputada Lilia (Eugenia Rossbach Suárez) por la invitación, a venir compartir con ustedes algunas reflexiones alrededor de la Ley en materia de Adopción para la Ciudad de México.
Lo primero que quisiera compartirles es que, digamos, el tema de adopciones en la agenda de infancia es un tema recurrente, y un tema muy espinoso a nivel nacional y de muchísima discusión paradójicamente.
Lo primero es que no hay quien, y se los digo después de trabajar muchísimo en la agenda de infancia, no hay quien se incorpore a la administración pública, tradicionalmente por ejemplo en el DIF, que no quiera retomar lo que pasa y los procesos de adopción.
Sin embargo, es muy difícil y tenemos un grave problema no nada más en la Ciudad, yo creo que en la Ciudad lo tenemos menos, esa es la verdad, tenemos un gran problema a nivel del país con relación a este esquema, y tiene diferentes vertientes. La primera vertiente tiene que ver con la falta de información. Todavía hoy no podemos tener un registro nacional que nos permita conocer ni cuántos niñas y niños son sujetos de adopción, ni cuántos, ¡ojo!, han sido adoptados.
¿Y por qué? Porque seguimos con criterios y tenemos una ausencia en términos de los registros que preocupa muchísimo. Si nosotros, por ejemplo, queremos saber cuántas adopciones internacionales hay en el país, un dato lo va a tener Relaciones Exteriores, otro dato lo va a tener el DIF Nacional, y otro dato no lo va a tener nadie; es decir, no tenemos consolidado de qué universo estamos hablando, y yo creo que eso es un primer reto. Y es un primer reto de la ley en términos de asegurar que tengamos un marco cuantitativo que nos permita dimensionar qué es lo que tenemos que hacer para poder avanzar en esta lógica.
Lo otro es que es importantísimo las iniciativas locales porque hay una gran discusión nacional en cuanto a una ley nacional y una ley general de adopciones. Desde mi particular punto de vista no es la ruta, y no es la ruta porque ya, seguramente lo han dicho quienes me antecedieron en la palabra, es complejo, no es una sola ley. Es el código, son otras leyes que están consultantes y por lo tanto se requieren, y el esfuerzo para poder empezar a hacer algo por este tema requiere de esfuerzos muy locales, de esfuerzos que de entrada lo que hagan es que en todo el país tengamos leyes que estén, si no homologadas, que por lo menos tengan los principios iguales para poder avanzar sobre la materia.
Entonces de entrada es decir que ante esas posiciones a nivel federal nosotros, y por lo menos en lo personal, la posición es que no, que avancemos como lo estamos haciendo aquí en el nivel local; y que en esa medida, cuando sigamos avanzando a nivel local, seguramente el problema que tenemos a nivel federal, que es el mismo que les decía, quedará un poco más solventado.
Sin duda tenemos un escenario en donde hemos avanzado. Si hablamos de hace 20 años todavía estaríamos hablando de una situación sumamente irregular en cuanto a los procesos de adopción. El país ha avanzado, la conformación de las Comisiones, las rutas para poder hacer algo más transparente, algo que la adopción no fuera otra vez materia de si tenías cómo o no tenías cómo, y eso empareja el piso a quienes tienen la posibilidad y la decisión de poder adoptar. Entonces creo que ahí hay que fortalecer muchísimo más en términos de cómo ir haciendo y concretando todos estos mecanismos que, como les digo, lo que hacen es transparentar el proceso de adopción.
La otra ruta, y que no hay que descuidar en la iniciativa y ahí está, es uno pensar que esta Ciudad tenemos cuatro leyes al menos que hablan de niñas, niños y adolescentes y que necesitamos armonizar esto. Solamente en una de ellas, que es del Sistema de Cuidado, que no es el sistema que estamos por construir sino el anterior, que además esa Ley de Cuidado para niñas, niños y adolescentes, con todo respeto, nadie la toma en cuenta, pero ahí está, y en esa ley sí está planteado, por ejemplo, familias de acogida, que es una de las opciones, pero nadie hace caso de esta parte. Entonces necesitamos agarrar, ver qué está pasando con estas cuatro, armonizarlas, y también no descuidar ni Código Penal ni Código Civil para poder entonces armar verdaderamente un sistema que esté totalmente consolidado.
En estas lógicas el ir pensando en varias cosas. Uno, el Interés Superior, y aquí la Ciudad ha avanzado mucho en cómo se concretiza el Interés Superior desde la primera infancia en la posibilidad de adopción; y creo que eso es un reconocimiento que tiene que hacerse ley porque claro que hay un nivel de empatía, que hay un nivel en donde los niños y las niñas intuitivamente pueden decidir y hacen lo pertinente para decidir con qué familia quieren estar. Y creo que eso puede sonar como muy fuera de nuestros usos y costumbres, pero es importante, mucho muy importante seguir en esa lógica y plantear esto del interés superior en el centro.
Lo segundo tiene que ver con no descuidar lo que también en esta Ciudad hemos avanzado, y vuelvo a lo de familias de acogida; es decir, nosotros tenemos, como muy pocos los estados de la República que lo tienen, esta figura normada y es importante seguir trabajando sobre eso.
Las rutas de la adopción no son nada más las tradicionales de la adopción. Son también estas nuevas rutas en donde lo que no queremos, y eso es muy importante, es que los niños estén institucionalizados. Esa es la meta, la no institucionalización de los niños sin cuidado parental, eso es nuestro foco, y entonces tenemos que abrirnos y ser creativos: familia de acogida, familia extensa, la comunidad como familia. Somos una Ciudad que nos hemos olvidado de los compadrazgos, que nos hemos olvidado de nuestros orígenes, de quién es madrina, quién es padrino en nuestras lógicas comunitarias.
Y por lo tanto, ¡ojo!, la adopción no es nada más la familia tradicional, son todas estas figuras de acogimiento, todas estas figuras de amor, todas estas figuras de protección y de garantía de derechos de las niñas y los niños para poder tener este espacio que, está probado, asegura este tipo de espacios no nada más un mejor futuro, sino sobre todo una mejor vida en el presente.
Ya ni siquiera me agoto mucho porque, me supongo que aquí no está en discusión, por lo menos no esta Ciudad, el otro tipo de familia, familias homoparentales, familias de diversidad sexual, familias de diferentes maneras que tenemos para ser familias con niños y perrijos y todo lo demás, todo incluido, por lo tanto eso no lo vamos a discutir ahorita, pero también no perderlo de vista porque siempre, no lo van a creer, cuando uno piensa que ya ganó, hay alguien que viene atrás siempre y en eso tenemos que luchar para no hacer retrocesos.
Y finalmente dejar dos cuestiones de provocación, no sin antes felicitarte Lilia por este trabajo, felicitar a las Diputadas y los Diputados que están involucrados en esta Iniciativa y en esta temática, naturalmente a Estela Damián por lo que está haciendo también no en la ley, pero en los hechos alrededor de este tema.
Permítanme decirles dos cosas, qué pendientes hay y los dos pendientes para mí, además del Legislativo y además de los programas y de no perder el foco y todo lo que ustedes quieran, son pendientes culturales. Y el primero es que seguimos en que si no te adoptan a los cinco o antes de los cinco años muy difícilmente te van a adoptar, y eso deriva de una percepción cultural y una percepción social que tenemos que empezar y seguir combatiendo.
Porque esta percepción deriva de una percepción anterior en términos de que los niños dejan de ser tiernos y bonitos a volverse un peligro. Entonces cómo voy yo a cuidar, a adoptar y a querer a un niño de 10 años que quién sabe qué mañas o de dónde y qué va a salir, y eso, discúlpenme, es cultural y eso tenemos que combatirlo. ¿Por qué? Porque no importa que hagamos todo lo demás este sistema va a cubrir básicamente a los niños de cero a tres años de edad; y después de los tres a los cinco a algunos y después de los cinco a los 10 a poquísimos, y después de los 10 olvídense. Y por lo tanto eso tenemos que seguir viendo no nada más en términos de programas, lo que sea, y estas amplias visiones de, como les digo, esta agenda de protección a niños y niñas y adolescentes sin cuidado parental.
Y la siguiente tiene que ver también con una percepción cultural y social que también tenemos que combatir y es la adopción como la resignación y el castigo. Entonces “no puedes tener hijos, adoptar siquiera”. No. Sí puedes tener hijos y adoptar, porque hay miles de niños que requieren de tu cuidado. ¿Entonces esta percepción de la adopción es castigo? Y hasta falta de esto pues tienes ahora sí que el trapito. No. No es ningún remedio. La adopción es la oportunidad que tenemos los adultos de dar, de ser empáticos, de ser amorosos; ¿pero además qué creen?, la oportunidad de que nos quieran, de que sean empáticos con nosotros y de que sean amorosos con nosotros.
Y con esa reflexión cierro y espero que sigamos adelante con esto. Muchísimas felicidades.