Discurso 33/2020
18 de septiembre de 2020
Muy buenas tardes a todas, todos y todes. Pues muchísimas gracias por participar en la presentación de los resultados de la Consulta Infancias Encerradas en la Alcaldía Iztapalapa.
Antes de comenzar a presentarles alguno de los hallazgos, quisiera agradecer especialmente a la Alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, que no nada más está participando con nosotros en esta presentación, sino que también fue impulsora de que los niños, las niñas y los adolescentes de Iztapalapa participarán en esta Consulta.
Muchísimas gracias Alcaldesa por eso, también por todo el trabajo que hemos hecho alrededor exactamente de las infancias en Iztapalapa y, bueno, seguramente por lo que vamos hacer posteriormente a conocer estos resultados.
Y agradece a Esthela Damián, Secretaria Ejecutiva del SIPINNA en la Ciudad de México, el estar presente en esta presentación de reporte en Iztapalapa, como lo ha hecho en la presentación en las otras Alcaldías, pero también por estar muy presente junto con el SIPINNA y el DIF de la Ciudad de México en la promoción y difusión de esta encuesta.
Participaron 3,932 niños, niñas y adolescentes de Iztapalapa en esta Consulta, pues básicamente el mismo 23% de lo que son en total de población de la Ciudad, igual son el 23% de las encuestas que contestaron en esta sociedad. Quiere decir que la participación fue acorde. Mucha participación de niños, niñas y adolescentes que viven en esta demarcación.
Participaron sobre todo niños de 6 a 11 años de edad, en menor cantidad adolescentes de 15 a 17. Pero entonces tenemos una robusta encuesta y consulta y participación en niños en edad escolar; o sea, niños de primaria.
¿Qué tipo de contextos viven? Básicamente cosas a destacar que… digamos…, se tiene bastante claridad en el territorio de Iztapalapa y es que los niños viven en casas un poquito más chiquitas y en espacios más pequeños que el resto de niños de la Ciudad, en mayor proporción.
Tienen también un dato importante que es que juntos tienen un acceso menor a teléfonos celulares y propios. Están por abajo de la medida de la Ciudad por 6 puntos porcentuales; y básicamente en todo lo demás comportan más o menos igual, la mayoría viven con su mamá y su papá o su mamá o su papá.
Muchos de ellos, cinco de cada 10, con abuelas y abuelos. Acá están un poco por arriba del promedio de la Ciudad. También estamos hablando de que en Iztapalapa hay familias de corte extenso y pues los abuelos y las abuelas han tenido oportunidad de pasar esta pandemia en muchos momentos con sus nietos y nietas.
¿Qué significa el encierro para los niños, las niñas y los adolescentes en Iztapalapa? Pues como en toda la Ciudad y en todo el país, el aburrimiento es una de las claves, digamos, de referencia para ellos el encierro es esto; también lo es el no poder salir, no poder ver a los amigos, no poder hacer lo que usualmente hacen.
Es importante decir que en esta parte lo que significa el encierro —y es algo que vamos a estar viendo constantemente—, tiene que ver con la agenda de salud mental que nos está dejando la crisis de la pandemia; y aquí tenemos a un adolescente varón de 12 años de Iztapalapa diciéndonos que el encierro para él “es una situación que me ha generado estrés por no poder salir de mi casa, de que solamente así puedo protegerme de un contagio”.
¿Qué quiere decir? Es por un lado la conciencia de la protección, pero por el otro lado estamos viendo que estos procesos, y más cuando vaya pasando más el tiempo, van a generar cuestiones ya no nada más de aburrimiento y tristeza, sino de estrés y ansiedad, lo que hay que estar previniendo.
¿En qué se entretienen? Básicamente en hacer tareas, en ayudar en sus casas y apoyar actividades domésticas casi todo el tiempo y varias veces al día están haciendo tareas. Esto estamos viendo que se levantó a finales del ciclo escolar pasado. Ahorita están empezando un nuevo ciclo escolar y esperemos que digamos que la propuesta pedagógica y que la propuesta educativa descargue un poco a los niños, las niñas y los adolescentes de algo que tendría que ser, entre otras cosas también, de gozo.
Destaca que el 76% nos dice que están chateando poco o casi nada con sus amigos o con sus familiares. Creo que aquí hay un punto a atender. Están muy por encima de la media de la Ciudad que es el 70%, y habría que estar viendo cómo hacemos para que los niños y las niñas también accedan a estos medios que les permiten comunicarse con sus pares y comunicarse con familiares en esta separación.
¿Qué es lo que más les preocupa? Pues que alguien se muera, que alguien se enferme y básicamente también les preocupa lo que le preocupa al mundo adulto: básicamente pérdida de trabajo, pérdidas económicas y en este caso están por arriba de la media de la Ciudad estas preocupaciones.
Creo que… Aquí también nos dice una niña…, el Coronavirus, básicamente plantea exactamente el miedo a las pérdidas económicas.
“Me preocupa que ya no podamos sostenernos económicamente dentro de mi familia o que alguien llegue a contagiarse”, nos dice también una adolescente mujer de Iztapalapa de 17 años. Como ven se combina mucho la parte de la preocupación por la enfermedad con la preocupación económica. También aquí un adolescente de 13 años: “Que mi familia y yo nos podamos contagiar y que no tengamos para comer”.
¿Qué han estado sintiendo? En general se sienten bien, pero esta parte de la limitación en el chateo y en los contactos a través de otros medios está pegando, básicamente, en que solamente el 40% se siente bien o muy bien con sus amigos. Es decir, esto quiere decir que están fallando en su comunicación, están teniendo ahí una visión de que no se están sintiendo bien en esas relaciones. Hay que ver cómo podemos ayudar y apoyar para que esto deje de suceder.
¿Qué es lo que les da más alegría? Pues estar con su familia, jugar, que sus papás estén con ellos, hablar a veces y cuando puedan hacerlo, como lo hemos estado diciendo, pues el que tengan videollamadas con sus amigos y puedan contactarse es algo y es una fuente de alegría.
¿Qué es lo que les causa más tristeza? Pues no poder salir, no poder ver a sus amigos y creo que aquí también son muy significativos en lo que nos comparten: “que mi papá se me enferme; tenía síntomas de Covid-19 y no ha trabajado y no hay dinero”, una niña de 11 años.
Creo que es muy repetitivo, muy repetitivo en el caso de la Alcaldía Iztapalapa, cómo los niños, las niñas y los adolescentes combinan la preocupación por la enfermedad con las cuestiones económicas. “Me siento algo triste porque tengo miedo de que las personas que amo se enfermen de Coronavirus”, nos dice una niña de 7 años de Iztapalapa.
Lo que más añoran, pues extrañan estar jugando, jugar fútbol, estar haciendo cosas en la calle. Es importante aquí establecer que extrañan, por ejemplo, los adolescentes de 15 a 17 años extrañan más ir de compras que ir a la escuela. Creo que aquí hay que preocuparnos, hay que preocuparnos en la parte de deserción, porque este tipo de indicador lo tenemos así en Milpa Alta y lo tenemos así en Miguel Hidalgo. En estas tres delegaciones, Milpa Alta, Miguel Hidalgo e Iztapalapa, tenemos esta versión en donde preocupa no nada más que no extrañen igual a la escuela, sino que extrañen más ir de compras. También creo que tenemos ahí un reto de trabajar en términos del consumismo y lo que nos hace feliz y lo que no nos hace feliz.
Si pudieran pedir un deseo, ¿cuál sería? Pues como todos que se acabe el Coronavirus y poder salir. Y aquí esto que dice esta niña de 11 años es súper significativo: “Que haya una vacuna para que no sigan falleciendo más personas y volver a retomar mi vida en la normalidad”. Eso es lo que desea y yo creo que deseamos muchísimos de los que estamos aquí presentes.
¿Qué pudieran hacer y qué deseos? “Me gustaría que mi mamá tuviera más dinero para que así pueda pasar más tiempo con mis hermanos y conmigo, ya que como trabaja sólo está un ratito. Mi papá murió y en casa ella es el sustento”. Pues muchas cosas de las que enfrentamos en una alcaldía, que como tú sabes, Alcaldesa, pues hay mucha jefatura femenina y muchas mujeres que trabajan y que básicamente se ven en esta disyuntiva.
Creo que además a mí me gustó muchísimo esto que nos dice este adolescente de 12 años para ver cómo están cambiando las visiones: “Anteriormente pediría ir a un concierto de mi artista favorito, ahora sólo deseo que puedan encontrar una vacuna muy pronto para que todos podamos salir”.
Algunas conclusiones, lo que hemos estado recorriendo ahorita y es que están muy preocupados. Básicamente los niños, las niñas y adolescentes de Iztapalapa van por arriba del promedio de la Ciudad. Están preocupados mucho por esta parte económica y esta parte de pérdidas y de muertes. Tiene que ver también con cómo ha impactado en muchas colonias y en muchos barrios de Iztapalapa el Covid, las angustias, los duelos y esto lo están resintiendo las niñas, los niños y los adolescentes.
La parte económica, el temor naturalmente ligado a esto de reprobar materias y de no poder pasar año, y esto va a ser una constante y seguirá siendo una constante en estos tiempos. Están empezando su nuevo ciclo escolar.
Y lo que hacía yo referencia al principio, cómo finalmente no tienen el acceso a los teléfonos celulares y esto por un lado los protege de ciertas cosas, pero también los desprotege de que puedan tener comunicación con sus amigos y familiares.
Y finalmente lo que decíamos exactamente, el que no pudieran tener contacto y creo que con esa terminamos.
Muchísimas gracias y este reporte más completo en su totalidad estará disponible en las páginas de la Comisión concluyendo esta presentación. Gracias.