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Discurso de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez, en la presentación del Reporte Especial de Niñas, Niños y Adolescentes con Discapacidad, en el marco de la Consulta Infancias Encerradas

Discurso 41/2020
5 de octubre de 2020

Muy buenos días todas, todos y todes. Bienvenidos a la presentación de este primer Reporte Especial de la Consulta Infancias Encerradas, que promovió durante la última semana del mes de mayo y junio la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

Para nosotros, una parte fundamental de la Consulta tenía que ver con cómo hacíamos y cómo promovíamos que fuera una Consulta inclusiva. Creo que lo logramos si consideramos ahorita rápidamente los datos que voy a proporcionar de una Consulta y de un reporte sumamente rico.

No nada más se trata de ver otra vez como homogéneamente a los niños, niñas y adolescentes con discapacidad que participaron en la Consulta, sino también básicamente arroja elementos de diferenciación sobre los diferentes tipos de capacidad, y entonces qué están opinando y cómo se están sintiendo a partir de estas diferencias los propios niños, niñas y adolescentes que participaron de manera —lo vamos a ver— bastante copiosa en esta Consulta.

Entonces —antes de nada— agradecerles exactamente a todas esas niñas, niños y adolescentes que participaron, a sus cuidadores que hicieron también en muchos momentos posible que esto sucediera y agradecer a Ernesto (Rosas Barrientos), a Katia (D’Artigues) y a Margarita (Garfias) que estén hoy aquí en la Comisión en esta presentación acompañándonos y comentando y viendo cómo podemos sacar jugo de esta información.

Participaron un total de 1,307 niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad.

Dos datos importante de esto: es que a nivel nacional la participación de niñas fue mayor que la participación de niños, pero en el caso de niñas, niños y adolescentes con discapacidad esta relación es inversa; es decir, participaron más varones que mujeres.

El otro dato importante tiene que ver con el tipo de discapacidad: 44% de ellos señalaron que tenían alguna discapacidad visual; 11% física; 10% intelectual; 8% auditiva; 4% múltiple y 3% psicosocial.

Si vamos…, digamos, a la estadística nacional con relación a esta distribución a nivel de los datos de población en general, pues más o menos estamos en la misma dinámica. Nos da el mismo tipo de representación.

¿Qué pasa y en qué tipo de contextos están viviendo? Básicamente aquí lo único que yo quisiera destacar rápidamente es que la mayoría —como el resto de los niños, niñas y adolescentes del país— vive y afirma vivir con su mamá.

En el caso de quienes afirman vivir con su papá, estos niños, estas niñas y adolescentes están por debajo de la media nacional. Están partiendo de que solamente 6 de cada 10 afirman que, bueno, además de estar con su mamá y alguien externo, están con su papá y es por abajo de la media. Nada más para tenerlo, digamos, en el radar.

Otra cosa que es importante en términos del contexto, es cómo se están sintiendo. Si se sintió o si se están sintiendo bien con su mamá, si están pudiendo platicar con ellos o estar con ellos más tiempo.

También es importante aquí señalar que están un poco también por debajo de la media nacional y de lo que nos estaba diciendo, digamos, el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes sin discapacidad, se sienten bien.

Básicamente estamos hablando de 6 de cada 10, pero si estamos hablando de niños, niñas y adolescentes sin discapacidad esto es 7 —y hasta en algunos momentos 8— de cada 10 y aquí está abajo de esa media.

Aquí en esta parte…, y eso es algo que no voy a poder profundizar mucho, pero que está en el reporte y qué es importante el considerar, es que todos los resultados están por tipo de discapacidad y es importante irlos, digamos, revisando.

Entonces, por ejemplo aquí el porcentaje de niños, niñas y adolescentes con discapacidad visual que tienen celular es mayor que al resto de los niños, niñas y adolescentes con otro tipo de discapacidad.

Entonces, por ejemplo, pues son 30 puntos porcentuales de diferencia por ejemplo entre los niños, niñas y adolescentes con discapacidad usar celular, que es el 71% contra el 41% de los…, o el 48% de los que tienen y afirman tener discapacidad psicosocial o intelectual.

¿Qué significa el encierro? El aburrido y el aburrimiento es algo constante en la consulta en general, tanto en los reportes nacionales como en los que hemos hecho a niveles de entidades y locales en la Ciudad de México. Básicamente es algo compartido por todos y todas y todes los niños que contestaron la encuesta.

Aquí lo que es importante mucho para nosotros es cómo revisamos y hacemos un buen análisis de lo que nos están diciendo a puño y letra, no tanto en la parte de las preguntas cerradas, estas niñas, niños y adolescentes.

“Tristeza, preocupación y no duermo. Si a mis papás les pasa algo quién cuidaría de mí”, una niña con discapacidad intelectual de 12 años de la Ciudad de México.

“Soy autista, no puedo estar quieta y en un solo lugar. Estar encerrada me enoja mucho”, niña con autismo de 7 años de la Ciudad de México.

“Es horrible. Mi familia es muy mala”, un adolescente con discapacidad múltiple de 17 años de Guanajuato.

¿Qué están haciendo y cómo se entretienen? Básicamente ahí hay una variación…, digo, más o menos está en las lógicas de lo que los niños, niñas y adolescentes sin discapacidad nos están planteando.

Aquí hay unas diferencias importantes y tienen que ver con la parte que tiene que ver con la escolaridad. El tiempo que los niños, niñas y adolescentes afirman que no les está alcanzando por la sobrecarga de tareas es muchísimo mayor en los niños con discapacidad, que los niños y niñas sin discapacidad y esto va variando además, dependiendo del tipo de discapacidad.

¿Qué es lo les preocupa? Como a todos los niños del país pues les preocupa la familia, la muerte, las enfermedades. Sienten menos preocupación por cuestiones que tengan que ver con cuestiones económicas. Están más bien preocupados por la parte, digamos, de enfermedad y de muerte de seres cercanos; y en general en todos los temas de preocupación están sus porcentajes un poquito menores que los niños, las niñas y los adolescentes sin discapacidad.

¿Qué les preocupa? Entonces la familia; “Tener que pausar mis sueños”, nos está diciendo este adolescente con discapacidad auditiva de la Ciudad de México.

“Quedarme solito”, dice un niño con discapacidad intelectual de 11 años de la Ciudad de México. “Todos los monstruos del coronavirus”, le preocupan a esta mujer adolescente con discapacidad auditiva de 13 años del Estado de México.

¿Qué están sintiendo? Básicamente se sienten bien con la vida en general. Cuatro de cada 10 afirman que básicamente es su ánimo y la manera en que están transcurriendo en el encierro.

Más niños con discapacidad se sienten bien en su familia y en su casa en la que viven, que quienes no tienen discapacidad; es decir, el entorno de protección en el hogar y con la familia es mayor que con los niños que no tienen discapacidad. Así lo están refiriendo, se sienten protegidos, se sienten felices y se sienten tranquilos básicamente en porcentajes mayores que los niños sin discapacidad.

¿Qué es lo que les da alegría? Pues la familia, jugar. “Que me ponen más atención y bailo”, dice un niño con discapacidad intelectual de 8 años de la Ciudad de México. “Jugar con mi mamá”, dice un niño con discapacidad psicosocial también de la Ciudad de México.

En la parte de… ¿Qué es lo que les hace sentir triste? Pues no poder salir y la parte de los amigos. “No ver a mis amigos. Extraño a mi maestra. Extraño el CRIT, extraño ir a nadar”, una niña con discapacidad física de 9 años de Guanajuato.

“Que mi padre tenga que dormir en otro lado para protegernos”, dice una mujer adolescente con discapacidad visual de 16 años de edad.

¿Qué es lo que añoran? Si lo vemos en términos generales añoran en un alto porcentaje jugar con amigos y amigas. Esto es diferente, igual que en la parte de lo que añoran los niños, las niñas y los adolescentes sin discapacidad. Pero en este caso tenemos que…, como yo les decía, la riqueza de poder ver que los promedios generalmente nos están ocultando cosas.

Entonces si nos fuéramos con esta parte pues diríamos está así, pero si nos vamos dividiendo y viendo qué es lo que más añoran, dependiendo del tipo de discapacidad, ahí vemos que hay variaciones.

Entonces, mientras que los niños con discapacidad intelectual básicamente lo que más añoran es salir a la calle y salir de compras; los niños, niñas y adolescentes con discapacidad auditiva añoran ir a la escuela y añoran visitar a sus familias, a diferencia de ellos.

Si esta misma pregunta la hacemos y la analizamos con niños, niñas y adolescentes con discapacidad múltiple, también en menor porcentaje, pero de todos modos, en el primer lugar está la escuela y salir a la calle.

Mientras que los niños, niñas y adolescentes con discapacidad visual extrañan la escuela y extrañan ahí sí jugar con sus amigos y sus amigas.

Mientras que los niños con discapacidad física vuelven a poner la escuela, ya no los amigos, sino la escuela como primer lugar; y resalta muchísimo que los niños, niñas y adolescentes con discapacidad psicosocial e intelectual lo que nos dicen es que no extrañan la escuela, no extrañan a los amigos, extrañan más bien las cosas que les permiten estar afuera: la calle, ir al parque, poder ir al cine, hacer otro tipo de actividades que el encierro les está impidiendo hacer.

¿Qué es el deseo que tienen básicamente alrededor del Coronavirus? Que se acabe, esa es una constante con niños, niñas y adolescentes con o sin discapacidad. “Que todos salgan adelante después de esto. “Ojalá que pueda cambiar mi ansiedad”, nos dice un adolescente con discapacidad física de 17 años del Estado de México.

“Salir al parque, cine, inflable, ver a mi abuelita, a la escuela, al doctor, salir a caminar”, nos dice una niña con discapacidad física de 7 años de edad. “No más violencia, más empleo, más amor y más maestros para niños con autismo”, un niño con discapacidad intelectual de 11 años de la Ciudad de México.

Algunas conclusiones… Lo primero es que básicamente este tipo de análisis y reporte nos hacen dar cumplimiento a lo que la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad nos está llamando y nos está planteando como los estándares en términos de inclusión en derechos humanos para todas, todos y todes las personas con discapacidad.

Hay un menor número de niñas, niños y adolescentes con discapacidad que cuentan con herramientas propias, con libros, con mesas donde estar, con juegos. Aquí hay un elemento, digamos, importante para señalar que se requieren más herramientas y más materiales educativos y recreativos que sean accesibles.

Se enfrentan básicamente a barreras cotidianas, que ahora se enfrentan en la cotidianidad en la casa. Hay una gran necesidad de salir, por lo tanto es importante tomar esta visión.

Lo que les decía yo anteriormente con relación a la escuela, a las tareas y a cómo éstas están impactando en el ánimo y en los tiempos de las niñas, los niños y los adolescentes con discapacidad.

Básicamente creo que el gran mensaje de la Consulta es —una vez más— ver a las niñas, niños y adolescentes con discapacidad como sujetos de derechos, que desean ser escuchados, vistos; que básicamente tienen deseos como cualquier otro de los niños, las niñas y adolescentes sin discapacidad.

Tienen básicamente anhelos de profesión, de ser autosuficientes y también bajo ninguna lógica piensan naturalmente como todos los niños, las niñas y los adolescentes de nuestro país; básicamente que este tiempo les está haciendo tener una pausa —nos decían— y que básicamente para ellos también trunca anhelos y trunca sueños y que los tienen y los tienen de verdad.

El poder tener la oportunidad de ver cómo lo expresan, de ver cómo lo dicen, de escucharlos, de oírlos, es verdaderamente fruto de básicamente una lección al mundo adulto y a las políticas públicas a quienes las hacen para poder seguir en estas lógicas de inclusión y poder hacer cosas importantes para ellos.

Básicamente tenemos que seguir trabajando sobre los mensajes discriminatorios que persisten sobre la discapacidad como algo que se debe curar y eliminar; y más bien lo que tenemos que curar es la visión adulta y del mundo que tiene que curarse, porque eso sí se puede curar, que es la visión discriminatoria, y básicamente lo que nos toca para eliminar todas las barreras para que esto suceda.

Comentarles que la Consulta va a estar a disposición en las redes de la Comisión terminando esta presentación y que también logramos aquí hacer el Reporte Especial en versión sencillo, en versión amigable, y también va a estar ahí a la disposición en la redes de la Comisión gracias a las labores de Marcela, que es la persona que ve la agenda de personas con discapacidad aquí en la Comisión.

 

Muchísimas gracias.

 

 

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