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Palabras de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en la presentación de la Recomendación 08/2020

Discurso 59/2020
26 de noviembre de 2020

Como un pájaro libre de libre vuelo, Como un pájaro libre así te quiero. nueve meses te tuve creciendo dentro. Y aún sigues creciendo y descubriendo. Descubriendo, aprendiendo a ser un hombre No hay nada de la vida que no te asombre Como un pájaro libre … Cada minuto tuyo lo vivo y muero Cuando no estás mi hijo como te espero Pues el miedo, un gusano, me roe y come Apenas abro un diario busco tu nombre Como un pájaro libre … Muero todos los días, pero te digo No hay que andar tras la vida como un mendigo. El mundo está en ti mismo, debes cambiarlo. Cada vez el camino es menos largo. Como un pájaro libreComo un pájaro libre, de Adela Gleijer y Diana Reches, en interpretación de una canción de Mercedes Sosa, que les invito a oir.

 

Buenos días a todas, todos y todes quienes nos acompañan el día de hoy en la presentación de la Recomendación 08/2020 por la Violencia institucional perpetrada en contra de mujeres trabajadoras al servicio del Estado, por razón de maternidad, en detrimento de sus derechos laborales.

En especial, doy la bienvenida a esta Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a Berenice Álvarez Becerril, a María del Carmen Flores Rauda y a Mónica Ríos Santana, víctimas de las violaciones a los derechos humanos documentadas en la Recomendación.

También doy la bienvenida a las personas que siguen el presente acto vía remota, así como al Consejero de esta Comisión Manuel Jorge Carreón Perea, quien se suma de manera virtual, así como a las Consejeras Aidé García Hernández y Rosalinda Salinas, presentes el día de hoy.

La Recomendación 08/2020 está motivada por hechos que derivaron en la violación a los derechos al trabajo y a la seguridad social relacionados con el ejercicio de la maternidad, a una vida libre de violencia, reproductivos y a la seguridad jurídica, cometidos en contra de tres mujeres de manera directa y de cuatro víctimas indirectas: dos niños y dos niñas.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2016), en nuestro país 66.1% de mujeres han experimentado algún tipo de violencia. En la Ciudad de México, el porcentaje es mayor a 13 puntos porcentuales con respecto a la media nacional pues se reporta que 79.8% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia, lo que coloca a la Ciudad como la entidad federativa en el primer lugar en violencia hacia las mujeres: ocho de cada 10.

En particular, al referirnos a la violencia institucional perpetrada en contra de mujeres por razón de maternidad, es importante señalar que se encuentra basada en los estereotipos de género arraigados culturalmente, que asignan a las mujeres el papel de cuidado principal de las personas, su educación, formación y confort, en detrimento de su propio desarrollo. Regularmente, estas actividades no son remuneradas ni están reconocidas, a pesar del claro valor que tienen para el desarrollo económico y social del país.

Es notorio el hecho de que este estereotipo es la causa principal del desequilibrio existente en las labores de cuidado entre hombres y mujeres, que lleva a las segundas a asumir una segunda jornada de trabajo y a enfrentar discriminación en el ámbito laboral, y que sea a la vez el estereotipo que una parte importante de la sociedad busca perpetuar, para garantizar el buen desarrollo de la familia.

Tal paradoja coloca a las mujeres en escenarios de culpa, presión y estrés excesivo. A la par, muchas de ellas, como las víctimas señaladas en la Recomendación, padecen hostigamiento para abandonar su trabajo. Con ello, se profundiza el impacto de la discriminación en razón de género.

Es preciso, por tanto, insistir en que son las mujeres quienes absorben el costo integral de la reproducción, cuyo valor social es incuestionable.

¿Cuántos hombres se han enfrentado o incluso perfilado su ámbito laboral en función de las condiciones que se ofrecen para ejercer sus derechos reproductivos? ¿Cuántos compañeros han tenido temor de dar a conocer a sus superiores jerárquicos el hecho de que serán padres, que llevarán a sus hijos e hijas a una cita médica o les acompañarán a un evento escolar?

La realidad es que, derivado de los estereotipos de género, los pares varones no están expuestos a perder su empleo o a ser señalados en su desempeño por esta razón.

Aun cuando el despido por embarazo es la primera causa de discriminación que las mujeres denuncian en esta Ciudad, existe un problema significativo para la impartición de justicia en esta violación, pues tan sólo 4.2% de las mujeres embarazadas despedidas denuncia el hecho ante la autoridad laboral.

Visibilizar esta disparidad y sus consecuencias e impactos en el ejercicio de los derechos reproductivos de las personas es necesario para concretar la implementación de medidas que contribuyan a generar escenarios laborales que incorporen la realidad contundente de la reproducción humana y permitan a las mujeres vivir su maternidad y ejercer sus derechos de forma plena y sin violencia, al igual que los hombres.

Aun cuando la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México ha emitido 4 instrumentos recomendatorios sobre violencia laboral e institucional en contra de mujeres, este es el primero que documenta esa violencia en el contexto del ejercicio de la maternidad.

Tanto en esos, como en otros instrumentos recomendatorios emitidos por la CDHCM, por la violación a los derechos a una vida libre de violencia en distintos ámbitos, este Organismo protector de Derechos Humanos ha sido enfático en reprobar la violencia de género, por ser un fenómeno grave que limita a las mujeres en el ejercicio de sus derechos, les impide el goce de un nivel de vida digno y perpetúa estereotipos sobre su rol en la sociedad.

Por lo tanto, este Organismo local trabaja para que la violencia en contra de este grupo de atención prioritaria no pase desapercibida, con el compromiso de vigilar y alertar cuando la misma se presenta en cualquier ámbito en que tenga lugar, a fin de abonar a su erradicación.

Nuevamente, mediante esta Recomendación, se rechaza y condena públicamente la violencia institucional y laboral perpetrada en contra de las mujeres, al ser un escenario estructural promovido por autoridades o con aquiescencia de las mismas, y por afectar su participación en el ámbito económico, mermando su desarrollo integral, esto es personal, patrimonial y profesional, situación que además impacta en el núcleo familiar. En especial, tiene por efecto lesionar la esfera de derechos de niños y niñas en la primera infancia.

Los casos presentados muestran la grave situación de mujeres trabajadoras, ampliamente normalizada en nuestra sociedad, a quienes, ante la ausencia de políticas públicas eficaces, se les vulneraron los derechos que nuestro ordenamiento jurídico les reconoce en una etapa esencial y personalísima de su vida: el ejercicio elegido de la maternidad; misma que incluso les fue recriminada, penalizada y cuestionada, ya que de manera directa o indirecta, las acciones de las autoridades responsables condujeron a la pérdida de su fuente de ingresos y al menoscabo en el goce de diversos derechos de las víctimas y sus familias.

Los hechos constatados por este Organismo resultan más alarmantes al ser violaciones ejecutadas directamente por personas servidoras públicas adscritas a dependencias e instituciones públicas del gobierno de la Ciudad de México, reflejando el poco avance que en ciertos escenarios públicos persiste, en relación a la garantía y respeto de los derechos humanos de las mujeres en el contexto laboral.

En consecuencia, la investigación realizada por esta Comisión evidenció que, a pesar del avance normativo y de política pública para reconocer derechos laborales de las mujeres, en específico para el caso de maternidad, el disfrute de los mismos no es una realidad, pues en lo cotidiano no se respetan, ni garantizan, lo que demuestra que no se trata de casos aislados, pues los hechos reflejan que la discriminación y violencia contra las mujeres constituyen conductas sistemáticas cometidas en agravio de las trabajadoras de la Ciudad de México, que pretenden justificarse basadas en argumentos administrativos y presupuestales.

Preocupa que instituciones públicas antepongan ese tipo de argumentos para obviar las obligaciones que tienen frente a los derechos laborales y de seguridad social de las mujeres y, por lo tanto, las afecten en el desarrollo digno de su embarazo, la crianza y salud de sus hijas e hijos.

En ese sentido, esta Comisión manifiesta su preocupación por el esquema de contratación y de percepciones salariales que opera en cuerpos policiales de la Ciudad de México, mismos que buscan no reconocer una relación laboral, otorgándole únicamente un carácter administrativo y que menoscaban el respeto y garantía de los derechos laborales de las mujeres que las conforman, tal como lo señaló en el año 2016 esta Comisión.

Las circunstancias antes señaladas deben superarse no sólo formalmente sino también en lo cotidiano, situación que se logrará con un genuino compromiso de las personas servidoras públicas en el cumplimiento de sus obligaciones, para aplicar las leyes y políticas públicas en favor de las mujeres.

Resulta imperioso terminar con la brecha existente entre el escenario formal de reconocimiento de derechos humanos de las mujeres y la realidad latente en los esquemas laborales de las instituciones dependientes del gobierno de la Ciudad de México y los Organismos Públicos Autónomos.

En este contexto y desde la perspectiva antes referida, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dirige la Recomendación 08/2020 al Instituto Electoral, la Caja de Previsión de la Policía Preventiva y a la Policía Bancaria e Industrial, todas de la Ciudad de México, y establece como puntos recomendatorios, los siguientes:

 

PRIMERO. Impulsar la inscripción de Berenice Álvarez Becerril, María del Carmen Flores Rauda y Mónica Ríos Santana, así como de sus hijos e hijas señalados como víctimas indirectas, en el Registro de Víctimas de la Ciudad de México.

Impulsar también la aprobación de los planes de reparación integral que procedan, por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la Ciudad de México.

SEGUNDO. Ejecutar todas las medidas contenidas en los mismos, bajo los principios de máxima protección, debida diligencia y no victimización secundaria.

TERCERO. Informar sobre los procedimientos administrativos que se hubieren iniciado en contra de personas servidoras públicas por los hechos documentados en el presente instrumento. Asimismo, dar vista a las autoridades revisoras competentes, de los casos en los que aún no se haya iniciado la investigación correspondiente, o incluso, de aquellos que, por omisiones, se hayan prescrito y aportará el contenido de la presente Recomendación a las autoridades que estén integrando las investigaciones.

CUARTO. Diseñar y poner en marcha una Política Institucional que considere:

  1. Medidas para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, con énfasis en los temas del ejercicio de la maternidad y los permisos no retribuidos.
  2. El impulso de una cultura laboral libre de violencia y discriminación.
  3. La ejecución de campañas de información y sensibilización sobre los derechos laborales de las mujeres, los procedimientos para ejercerlos y la importancia de no culpabilizar a las mujeres que pretendan gozar de permisos o licencias por maternidad.

Para el diseño de dicha política pública, las autoridades responsables deberán contar con la participación de personas o instituciones expertas o competentes en el tema y deberán ser presentadas en el marco del Día Naranja, que se conmemora los días 25 de cada mes, para generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres.

 

En estos momentos, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México está haciendo entrega de la Recomendación 08/2020 a las autoridades responsables. A partir de ahora, esta Comisión dará seguimiento puntual, con la expectativa clara de su aceptación.

Agradezco a Los Nawales por el desarrollo del material audiovisual presentado el día de hoy, y al Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), que acompañó dos casos, y también acompaña muchísimos otros más, desde el ámbito de la Sociedad Civil en este país; así como al personal de la Comisión que, bajo la coordinación de la Quinta Visitaduría General, llevó a cabo la investigación y determinación de la violación a los derechos humanos, que motiva la presente Recomendación.

En especial, agradezco también a la Secretaría Ejecutiva, a la Dirección Ejecutiva de Seguimiento, así como a la Dirección de Atención Psicosocial y a la Dirección Ejecutiva de Promoción y Agendas en Derechos Humanos.

En especial, quiero agradecer a Berenice, María del Carmen y Mónica, por permitirnos acompañarles hasta este punto y contribuir a la promoción de una vida libre de violencia institucional.

Muchas gracias.

Inklusion
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