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Palabras de la Presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez, en la presentación de la Recomendación General 01/2020

Discurso 61/2020
09 de diciembre de 2020

Novedad de hoy y ruina de pasado mañana, enterrada y resucitada cada día,

convivida en calles, plazas, autobuses, taxis, cines, teatros, bares, hoteles, palomares, catacumbas,

la ciudad enorme que cabe en un cuarto de tres metros cuadrados inacabable como una galaxia,

la ciudad que nos sueña a todos y que todos hacemos y deshacemos y rehacemos mientras soñamos,

la ciudad que todos soñamos y que cambia sin cesar mientras la soñamos,

la ciudad que despierta cada cien años y se mira en el espejo de una palabra y no se reconoce y otra vez se echa a dormir,

[…]

hablo de la ciudad inmensa, realidad diaria hecha de dos palabras: los otros,

y en cada uno de ellos hay un yo cercenado de un nosotros, un yo a la deriva,

hablo de la ciudad construida por los muertos, habitada por sus tercos fantasmas, regida por su despótica memoria,

la ciudad con la que hablo cuando no hablo con nadie y que ahora me dicta estas palabras insomnes,

hablo de las torres, los puentes, los subterráneos, los hangares, maravillas y desastres,

El estado abstracto y sus policías concretos, sus pedagogos, sus carceleros, sus predicadores,

las tiendas en donde hay de todo y gastamos todo y todo se vuelve humo,

los mercados y sus pirámides de frutos, rotación de las cuatro estaciones, las reses en canal colgando de los garfios, las colinas de especias y las torres de frascos y conservas,

todos los sabores y los colores, todos los olores y todas las materias, la marea de las voces agua, metal, madera, barro, el trajín, el regateo y el trapicheo desde el comienzo de los días,

hablo de los edificios de cantería y de mármol, de cemento, vidrio, hierro, del gentío en los vestíbulos y portales, de los elevadores que suben y bajan como el mercurio en los termómetros,

de los bancos y sus consejos de administración, de las fábricas y sus gerentes, de los obreros y sus máquinas incestuosas,

[…]

de la luna entre las antenas de la televisión y de una mariposa sobre un bote de inmundicias,

hablo de madrugadas como vuelo de garzas en la laguna y del sol de alas transparentes que se posa en los follajes de piedra de las iglesias y del gorjeo de la luz en los tallos de vidrio de los palacios,

hablo de algunos atardeceres al comienzo del otoño, cascadas de oro incorpóreo, transfiguración de este mundo, todo pierde cuerpo, todo se queda suspenso,

la luz piensa y cada uno de nosotros se siente pensado por esa luz reflexiva, durante un largo instante el tiempo se disipa, somos aire otra vez,

hablo del verano y de la noche pausada que crece en el horizonte como un monte de humo que poco a poco se desmorona y cae sobre nosotros como una ola,

reconciliación de los elementos, la noche se ha tendido y su cuerpo es un río poderoso de pronto dormido, nos mecemos en el oleaje de su respiración, la hora es palpable, la podemos tocar como un fruto,

han encendido las luces, arden las avenidas con el fulgor del deseo, en los parques la luz eléctrica atraviesa los follajes y cae sobre nosotros una llovizna verde y fosforescente que nos ilumina sin mojarnos, los árboles murmuran, nos dicen algo,

hay calles en penumbra que son una insinuación sonriente, no sabemos adónde van, tal vez al embarcadero de las islas perdidas,

hablo de las estrellas sobre las altas terrazas y de las frases indescifrables que escriben en la piedra del cielo,

hablo del chubasco rápido que azota los vidrios y humilla las arboledas, duró veinticinco minutos y ahora allá arriba hay agujeros azules y chorros de luz, el vapor sube del asfalto, los coches relucen, hay charcos donde navegan barcos de reflejos,

hablo de nubes nómadas y de una música delgada que ilumina una habitación en un quinto piso y de un rumor de risas en mitad de la noche como agua remota que fluye entre raíces y yerbas,

hablo del encuentro esperado con esa forma inesperada en la que encarna lo desconocido y se manifiesta a cada uno:

[…]

hablo de nuestra historia pública y de nuestra historia secreta, la tuya y la mía,

hablo de la selva de piedra, el desierto del profeta, el hormiguero de almas, la congregación de tribus, la casa de los espejos, el laberinto de ecos,

hablo del gran rumor que viene del fondo de los tiempos, murmullo incoherente de naciones que se juntan o dispersan, rodar de multitudes y sus armas como peñascos que se despeñan, sordo sonar de huesos cayendo en el hoyo de la historia,

hablo de la ciudad, pastora de siglos, madre que nos engendra y nos devora, nos inventa y nos olvida.

“Hablo de la ciudad”. De Octavio Paz a Eliot Weinberger.

 

Buenos días a todas, todos y todes quienes nos acompañan el día de hoy en la presentación de la Recomendación General 01/2020, sobre la falta de garantía efectiva del Derecho colectivo a la Ciudad, por la ocupación privada del espacio público.

Doy la bienvenida a todas las personas que siguen el presente acto vía remota, en especial a aquellas involucradas en las quejas que derivaron en la presente Recomendación General, así como a la Consejera Genoveva Roldán Dávila, quien acompaña este evento de manera presencial, y al Consejero Manuel Jorge Carreón Perea, quien lo hace de manera virtual.

La Recomendación General 01/2020 es la primera presentada por esta Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México en sus 27 años de existencia. Como se ha mencionado, la posibilidad de hacerlo se concretó con la publicación de su Ley Orgánica, en julio del año pasado, y representa una oportunidad para que este Organismo aporte elementos para la transformación de una situación estructural que lesiona derechos humanos individuales y colectivos de las personas que habitan y transitan esta Ciudad, a través de modificaciones concretas de política pública y legislativa.

Esta primera Recomendación General da cuerpo al mandato de la Constitución Política de la Ciudad de México, que orienta a este Organismo Público Autónomo a poner en práctica los principios rectores de la justicia restaurativa, así como la proximidad y, de manera especial, da cuerpo al contenido del Derecho a la Ciudad.

Es una apuesta por vivificar nuestro texto constitucional, es una apuesta para la transformación y construcción de acuerdos con las herramientas del Sistema No Jurisdiccional de Protección de los Derechos Humanos.

A diferencia de las Recomendaciones ordinarias que están dirigidas a autoridades, cuya responsabilidad está determinada y en las que existen víctimas determinables, una Recomendación General hace un llamado activo a las instituciones del Estado involucradas en la problemática estructural, y apela a la voluntariedad y a la vocación de servicio, de cara a la ciudadanía, para transformar el estado actual de las cosas que es distante del estándar de derechos humanos, e incluso lesivo.

A diferencia de las Recomendaciones tradicionales, ésta no tiene por finalidad la reparación del daño a víctimas. El aporte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) en este proceso transformador, es motivar el inicio de un acuerdo de voluntades públicas, a partir de la identificación del problema jurídico y social que origina la problemática estructural y que causa sus efectos.

Asimismo, identifica a los actores públicos involucrados a partir de sus facultades, a la par que brinda la pauta del estándar de cumplimiento y propone una vía de resolución de la situación a partir de la concertación y otros mecanismos con perspectiva de Justicia Restaurativa, pues la finalidad es modificar las condiciones actuales para construir realidades respetuosas de los derechos humanos, con respuestas útiles para el contexto local concreto.

Esta Comisión pone a disposición de la ciudadanía y de las autoridades una primera lectura profunda sobre el problema y sus posibles soluciones.

Es en este sentido que la Recomendación General convoca a la recomposición de un Pacto Social renovado, en el que las autoridades participen, pero sobre todo, en el que las personas que habitan en esta Ciudad podamos avanzar hacia lógicas que valoren, respeten y contribuyan a lo que nos es común: la vía pública.

La Ciudad es nuestro gran vecindario, nuestro patio común. Vivirlo y disfrutarlo implica acuerdos entre particulares para concretar mecanismos para el cuidado y mantenimiento de lo colectivo. Es preciso trabajar por formas de relacionamiento entre particulares que extirpen la idea de que hay vecinos de primera y vecinos de segunda en esta gran urbe.

La fuerza de esta Recomendación General es el llamado poderoso que hace esta Comisión de Derechos Humanos para provocar un cambio respecto al uso del espacio público en esta Ciudad.

El llamado de esta Comisión es a reconocer las motivaciones que han llevado al ánimo de hacer un uso privado de aquel espacio que es de todas las personas, y a partir de éstas, tejer sobre realidades compartidas y no compartimentadas para avanzar en la lógica de lo comunitario: lo que es de todas las personas.

Además del presente instrumento recomendatorio, esta Comisión ha emitido otros de diversa índole que pueden contribuir al análisis de esta problemática estructural. Por ejemplo, en el año 2012 esta Comisión emitió el Informe Especial sobre el derecho a la Movilidad en el Distrito Federal. Y en el año 2018, los Informes Especiales sobre Crecimiento Urbano y derechos humanos en la Ciudad de México y El estado que guarda la garantía de los derechos humanos de las personas damnificadas por el sismo de 2017 en la Ciudad de México.

Tales instrumentos y documentos desarrollados, sumados al que hoy se presenta, dan cuerpo a la problemática estructural que se busca transformar con miras a rescatar, para todas y todos, el Derecho al uso y usufructo equitativo de la Ciudad, la Movilidad, la Seguridad Ciudadana y la Seguridad Jurídica, como importantes derechos con una dimensión colectiva de enorme relevancia en nuestros días.

Así, estamos convencidas de que la lucha por los derechos colectivos, incipiente y pendiente, encuentra en el Derecho a la Ciudad un paraguas potente que, al ser interpretado y aplicado en su natural interdependencia e indivisibilidad con otros derechos de idéntica entidad, como el Derecho a la Movilidad, y el Derecho a la Seguridad Ciudadana, permite avanzar en el propósito de contar con una Ciudad de México garantista, de libertades y derechos, democrática, solidaria, incluyente, habitable y segura.

De esta manera, el Derecho a la Ciudad presupone que las políticas públicas de movilidad, uso del espacio público y seguridad ciudadana, que se adopten para solucionar la problemática estructural documentada en este instrumento, sean impulsadas e implementadas con la participación responsable y equitativa de las y los habitantes de la Ciudad. Esta participación implica que las personas y comunidades que habitan la Ciudad tengan plena conciencia de sus derechos, individuales y colectivos, así como de sus deberes.

Así, cuando opera el fenómeno de la ocupación privada del espacio público, sin contar con las autorizaciones correspondientes, se materializa un impacto negativo en los Derechos a la Ciudad, a la Movilidad, a la Seguridad Ciudadana y a la Seguridad Jurídica, en los términos expuestos en esta Recomendación.

Lo anterior no significa, en ningún sentido, que las autoridades públicas puedan o deban declinar de su obligación general de garantizar estos derechos, ni con su obligación específica constitucional de impedir la ocupación privada del espacio público. Significa más bien, que la superación de una problemática estructural, como la que se ha documentado en este instrumento, impone que las autoridades cumplan con sus obligaciones, y las y los ciudadanos con nuestros deberes.

Las autoridades deben consolidar un mecanismo claro y específico, que regule la posibilidad de autorizar la instalación de rejas, plumas y otros obstáculos, respetando los principios de Excepcionalidad, No Discriminación, Equidad, Legalidad, Necesidad y Proporcionalidad.

Asimismo, es importante insistir que, como se ha dicho, las personas deciden ocupar el espacio público, por lo menos por tres razones: seguridad, mejora de la calidad de vida y segregación social.

Si bien esta última finalidad deberá estar proscrita sin excepciones y en todos los casos, así como ser combatida como una forma de discriminación, es de la mayor relevancia atender las dos primeras y legítimas causas. La tercera, la segregación social, hay que encararla y trabajar en sus orígenes, para también transformarla.

En lo que toca a la seguridad ciudadana y la reducción de la inseguridad, la ocupación privada de la vía pública tiene un fin legítimo, que puede estar excepcionalmente justificado, pero en cada caso deberán valorarse las circunstancias y condiciones, así como la proporcionalidad de cualquier autorización en ese sentido.

En aquellos casos en los que esta ocupación privada de lo común tiene origen en el deseo de mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades también puede justificarse; sin embargo, es preciso que cualquier autorización en ese sentido busque compensar a la Ciudad por la parte del usufructo equitativo que se estaría cediendo por todas y todos a una parte de la población.

Además, la autoridad debe tomar esta situación en consideración para impulsar políticas de rehabilitación y recuperación de espacios públicos que mejoren la calidad de vida de todas las personas en la Ciudad.

La problemática estructural documentada y analizada con enfoque de derechos humanos en la Recomendación General 01/2020, implica señalar sin ambages que la ocupación privada del espacio público, sin las debidas autorizaciones y, más bien, con la ineficacia de diversas autoridades públicas, imposibilita la consolidación de la Ciudad de México como una Ciudad Incluyente.

Este instrumento recomendatorio es también un llamado respetuoso y urgente al Congreso de la Ciudad para que, en el ámbito de su función legislativa, en el debate actual o futuro sobre los diversos proyectos de Ley, que pudieran involucrar cuestiones de espacio público y seguridad ciudadana, se considere como un factor ineludible la necesidad de consolidar soluciones claras y efectivas a la problemática estructural aquí establecida.

Es también un llamado para la construcción de la Ciudad de Derechos por la que hemos luchado, y que nos llevó a contar con una Constitución, y que es también una Constitución de avanzada.

Es así que esta Comisión está convencida de que, para avanzar hacia la plena vigencia en el ejercicio del Derecho a la Ciudad y el acceso equitativo a los espacios públicos, particularmente en lo relacionado con la obstrucción irregular de calles y espacios públicos, es indispensable una acción articulada y una conjunción de esfuerzos por parte de las instancias competentes del Gobierno central de la Ciudad, de las Alcaldías y del Poder Legislativo, así como de las personas que habitan la Ciudad. Todo ello, desde un enfoque de derechos humanos.

En este contexto y desde la perspectiva antes referida, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México emite su primera Recomendación General 01/2020, y recomienda los siguientes puntos:

 

A las 16 Alcaldías de esta Ciudad:

PRIMERO. Articular esfuerzos, de manera individual y conjunta, con el resto de las dependencias a las que se dirige esta Recomendación General, para lograr el diseño de una política pública integral, que atienda la problemática estructural que se plantea en este instrumento. De ser necesario, para lograr esta articulación, podrán solicitar la colaboración de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México.

SEGUNDO. Adoptarán las medidas necesarias para establecer y poner en marcha, de manera homologada, una política institucional para la atención integral de la problemática que representa la obstrucción irregular de las calles, la cual deberá considerar, mínimamente:

  • Estrategias para la solución del conflicto social derivado de las posturas encontradas que se generan por la obstrucción de calles, así como alternativas de conciliación vecinal y ciudadana, entre las que se contemplen mecanismos de diálogo y sensibilización a las personas particulares sobre el uso del espacio público y el deber de respetar las disposiciones constitucionales y la normatividad de la Ciudad en materia de espacio público.
  • Criterios para la autorización de la colocación o permanencia de rejas, casetas, plumas, jardineras, portones, tubos u otros objetos, que tomen en cuenta, desde una perspectiva de Integralidad y Equidad, las necesidades de quienes pugnan por colocarlas, y las de aquellos que se consideran afectados por su colocación.
  1. Mecanismos de diálogo y de información con los grupos de vecinos o colonos, así como mecanismos de información y atención de queja y problemática ciudadana.
  • Estrategias de acción territorial y de coordinación con las instancias de Seguridad Ciudadana, para establecer mecanismos orientados a la reducción del delito.

Las acciones de articulación no sustituyen de modo alguno la responsabilidad de cada órgano político de desarrollar, dentro de sus facultades, acciones efectivas para la atención del problema en sus demarcaciones.

 

A la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), a la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) y a la Secretaría de Seguridad Ciudadana:

  • Colaboren, en el marco de sus atribuciones, en el diseño y ejecución de la política institucional integral recomendada previamente.
  • Particularmente, la SEDUVI realizará aportaciones desde sus facultades para el establecimiento de políticas sobre el espacio público, mediante la denominada Autoridad del Espacio Público; y la SOBSE participará desde sus atribuciones respecto de los servicios urbanos.

 

Al Congreso de la Ciudad de México:

  • En el marco de los trabajos de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público de ese Congreso hacia la construcción de la Ley del Espacio Público de la Ciudad de México, con base en el contenido de la presente Recomendación General, organizará foros que aborden la problemática de la obstrucción irregular de las calles; a los mismos, además de especialistas y/o instituciones, convocará a representantes vecinales y ciudadanía.

 

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México manifiesta su disposición y apertura para contribuir a la transformación de esta cuestión estructural, que lesiona el Derecho a la Ciudad de las personas, en lo individual y en lo colectivo, mediante el acercamiento con las autoridades señaladas en la Recomendación General 01/2020.

Agradezco al personal de la Comisión que, bajo la coordinación de la Tercera Visitaduría General, llevó a cabo la investigación que motiva la presente Recomendación.

En especial, agradezco a la Secretaría Ejecutiva, a la Dirección Ejecutiva de Seguimiento y a la Dirección Ejecutiva de Promoción y Agendas en Derechos Humanos; así como a la Dirección General de Administración de esta institución.

Muchas gracias.

 

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