Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México 
Boletín 39/2021
7 de marzo de 2021
La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, destacó que la migración y la movilidad humana continúan presentes en el mundo y en América Latina a pesar de la emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19), y se está llevando a cabo en las peores condiciones para las personas.
“La pandemia está dejando la idea de que verdaderamente está aislándonos socialmente, de tal manera que la gente no se está moviendo, lo cual es mentira. La gente se está moviendo y lo está haciendo en peores condiciones. No hay que bajar la guardia, porque ésta es una agenda prioritaria”, subrayó.
Al participar en el PODCAST #1000Días, de la Red de Líderes por la Primera Infancia, Convergencia para la Acción, con sede en Chile, la Ombudsperson capitalina puso como ejemplo que en 2013 en México hubo mil 296 solicitantes de asilo, mientras que para el 2019 la cifra fue de 70 mil 427 y en el 2020 alcanzó los 41 mil 227.
En el “Capítulo 5: Migración y la Primera Infancia”, expresó que las personas migrantes siguen cruzando el territorio nacional rumbo a Estados Unidos, ya no tanto en caravanas grandes, sino que en la cotidianidad y en el día a día sigue la movilidad, pero ahora en condiciones muy adversas.
Destacó que a lo largo y ancho de México se han diversificado las rutas de cruce hacia vías más peligrosas, y un ejemplo es lo que sucedió recientemente con el asesinato de 19 migrantes guatemaltecos en Camargo, Tamaulipas.
En ese sentido, se pronunció por apostar más al enfoque de los derechos de las personas migrantes, a lo que llamó la “portabilidad de los derechos”, que significa que cualquier persona de Honduras, El Salvador, Guatemala o México, tiene la protección y el acceso a sus derechos, aunque no se encuentre en su país de origen.
Dijo que hoy en día se ve muy natural que las personas migren e intenten llegar a Estados Unidos para alcanzar su sueño de mejorar o salvar vida, pero que en los últimos años en la región se ha dado lo que llamó la migración sur-sur.
“México era generalmente un país de tránsito y de expulsión, y ahora se ha vuelto de destino a fuerza de lo que implican las movilidades. Y en esa lógica, se despiertan socialmente cosas que se deben atacar en la parte cultura y que tienen que ver con la discriminación”, manifestó.
Apuntó que hace cinco años todavía los menores de edad en los procesos migratorios eran adolescentes mayores de 14 años, pero ahora cada vez se tiene más la participación de niñas y niños, acompañados o no acompañados, de menor edad.
Destacó que en septiembre del año pasado la Cámara de Diputados aprobó reformas a las Leyes de Migración y de Refugiados, en materia de infancia migrante, que prohíbe que niñas y niños, bajo ninguna circunstancia, se encuentren en las estaciones migratorias del país.
Ramírez Hernández señaló que en esta época de emergencia sanitaria se debe apostar a la inclusión social. “Y Creo que es un gran reto adicional que nos pone la pandemia con relación a la movilidad, porque ahora vemos a los otros como fuentes potenciales de contagio, e incrementamos más estas visiones que excluyen”, dijo.
Aseveró que el gran error es no colocar el tema migratorio a nivel mundial como un asunto de derechos humanos y sí en la agenda de seguridad.
Por último, aplaudió el trabajo que hacen en México las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que trabajan a favor de los derechos de las personas migrantes, porque sin ellas se estaría hablando de un escenario peor que catastrófico en la materia.
En el “Capítulo 5: Migración y la Primera Infancia”, convocado por la Red de Líderes por la Primera Infancia, Convergencia para la Acción, también participaron la responsable de Educación de la Fundación Educo de El Salvador, Rosa Virginia Sánchez; y la Coordinadora del Proyecto de Prevención de la Migración Irregular de la Niñez y Adolescencia en Centro América y México; junto con Elisa García, quien fungió como moderadora.
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