Boletín 22/2022
4 de marzo de 2022
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El lenguaje cinematográfico es un vehículo fluido para la promoción de derechos humanos, el estudio de casos, disfrute, denuncia, llamada de atención y sensibilización, entre otras muchas posibilidades.
Así lo destacó la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, durante la firma de Convenio Marco de Colaboración con el Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México (PROCINE).
El propósito del acuerdo, explicó, es sumar la perspectiva de derechos humanos en los proyectos de formación de jóvenes productores de documentales.
La Ombudsperson capitalina indicó que la labor de apoyo, fomento y promoción de la industria cinematográfica mexicana que realiza el PROCINE en la Ciudad de México, se inscribe en el marco de los derechos culturales a los que todas las personas debemos acceder.
Enfatizó que la vocación social de PROCINE se puede ver ejemplificada por proyectos como la publicación de la “Colección de Manuales para la Producción Audiovisual” o el programa “Barrio adentro”, propuesta integral de prevención social de las violencias entre las y los jóvenes.
Y en esa lógica de proyectos, dijo, se inserta el trabajo de colaboración institucional para articular la perspectiva de derechos humanos y el cambio social, a través de una alianza sólida y permanente.
En tanto, el Director General de PROCINE-CDMX, Cristián Calónico Lucio, destacó la colaboración que se ha dado con esta Comisión en otro momento sin Convenio de por medio; no obstante, siempre es importante institucionalizar el trabajo conjunto para potenciar la promoción y difusión de los derechos humanos.
El cine, dijo, forma parte de los derechos humanos y complementa de forma natural la labor de dichas instituciones, mediante acciones de capacitación, convocatorias y producciones.
Así como en PROCINE se ha trabajado mucho la perspectiva de género en estos tres años, también es necesario la de derechos humanos: “Hay muchas áreas de oportunidad en todos los procesos de capacitación que tenemos; en las producciones que apoyamos; y en las formaciones con jóvenes sin recursos educativos, ni económicos, ni posibilidades de trabajo; podemos hacer convocatorias temáticas y en los trabajos que ya venimos haciendo”.