Boletín 79/2022
23 de junio de 2022
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En lugar de introducir más policías para guardar el orden, apostemos a la calidad regulatoria en el espacio público, cuando hay conflicto, exhortó la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández.
Lo anterior, en la presentación de la Caja de Herramientas para la coexistencia de dos derechos en la Ciudad de México, que calificó como un estudio único, novedoso y pertinente sobre cómo hacer compatible el ejercicio de derechos, sin que entren en colisión.
“Es decir, el diseño del espacio para la convivencia de personas y actividades que nos aportan socialmente es relevante para la calidad de vida individual y colectiva, y es un medio de protección también de otros derechos”, advirtió.
Ramírez Hernández comentó así al referirse al documento “Trabajo en el espacio público y movilidad: Herramientas para la coexistencia de dos derechos en la Ciudad de México”, elaborado por Women in Informal Employment Globalizing and Organizing (WIEGO) México y el Institute for Transportation & Development Policy (ITDP), Programa México.
De enero de 2018 a mayo de 2022, la CDHCM -explicó- registró mil 940 expedientes de queja (4.8% del total), por la violación de derechos humanos en el contexto de dicha actividad económica en la vía pública.
Especificó que las quejas fueron recibidas por presuntas violaciones a los derechos a la integridad y a la seguridad personal de quienes ejercen el comercio en la vía pública (39%, investigadas por la Primera Visitaduría); así como el derecho de petición a las autoridades (Tercera Visitaduría) y al derecho al trabajo (24% en la Quinta Visitaduría).
Sobre la conflictividad social, relacionada con la violación o la falta de garantía para el ejercicio de los derechos al trabajo y a la movilidad, dijo que la propuesta de WIEGO y el ITDP es acertada, en términos de que su implementación puede contribuir desde el paradigma de la seguridad humana y no de la seguridad pública.
Al respecto, la Consejera de la CDHCM, Tania Espinosa, celebró que la propuesta de diseño de las calles y el espacio público derribe los mitos que existen en torno al choque entre el ejercicio del derecho al espacio público por parte de las personas que trabajan ahí y de quienes hacen uso de él como peatones y usuarios del transporte público, principalmente.
En las calles el derecho a la movilidad no significa desocupar espacios, sino hacer un adecuado reordenamiento para las diversas funciones del espacio público, como lo es el del comercio, por lo que quienes lo ejercen y pasan ahí la mayor parte de su tiempo trabajando deben participar de su rediseño.Permitirles trabajar en condiciones dignas a quienes ejercen el comercio como función social, subrayó, le brinda mayor seguridad a las personas que consumen y a quienes se mueven desde ahí hacia su trabajo y escuela, y evita que, sobre todo las mujeres, sean víctimas de hostigamiento o acoso.
La también Coordinadora para la Ciudad de México de WIEGO expresó su confianza en que las herramientas sean una guía para el rediseño del CETRAM Tacubaya y que puedan ser aprovechadas y replicadas por las autoridades responsables en otros puntos de la Ciudad de México.
En tanto, Gonzalo Peón Carballo, Director del Programa México, del Institute for Transportation & Development Policy (ITDP), recordó que junto con la CDHCM, 10 años atrás, pusieron en la agenda pública el Derecho a la Movilidad, el cual hace apenas hace unas semanas se materializó para todo el país, en la Ley general de Movilidad, para los tres órdenes de Gobierno.
De la misma manera, señaló, las herramientas presentadas para el Buen Diseño Urbano plantean una distribución equitativa del espacio público, tanto para quienes trabajan en él, en este caso ejerciendo el comercio, como para quienes se desplazan de ahí a través de los diferentes medios de transporte.
Es, dijo, una solución de bajo costo, y que de forma similar a como ITDP lo proyectó para Indonesia, respeta las necesidades y los derechos de las personas involucradas, no sólo el de la movilidad, sino sus derechos a la salud y a la seguridad, por ejemplo.
La Coordinadora de Diseño Vial y Movilidad Activa de ITDP México, Berenice Pérez, explicó que el proyecto de la Caja de Herramientas partió del estudio al CETRAM Tacubaya donde se analizó la movilidad, la infraestructura y servicios existentes, el trabajo en el espacio público; se realizaron entrevistas, dos grupos focales y un taller con personas comerciantes de la zona, con el fin de llevar a cabo un proceso participativo.
Enfatizó que la coexistencia entre el trabajo en el espacio público y la movilidad de las personas que se desplazan a pie en el caso del CETRAM, se puede lograr, teniendo una distribución equitativa del espacio, tanto en intersecciones, franja de estacionamiento, fachadas, mobiliario urbano y extensión de banquetas; considerando estructuras fijas, semifijas o sin fijar.
Teresa Pérez, trabajadora en el CETRAM Tacubaya, agradeció que se tomará en cuenta la participación de las personas que laboran en la zona, ya que algunas tienen cerca de 45 años en el lugar.
Sostuvo que tanto peatones y comerciantes requieren de usar el espacio público con dignidad. Por eso es importante que sean tomados en cuenta en el diseño y planeación de nuevos proyectos de calles en la Ciudad de México. El trabajo para nosotros, dijo, es un medio de subsistencia: «nosotros somos aliados».
El documento de la Caja de Herramientas se puede consultar en: