Boletín 110/2022
4 de septiembre de 2022
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- “Hablemos del placer”, Día Mundial de la Salud Sexual 2022[1]
El libre ejercicio de los derechos sexuales es fundamental en el bienestar físico, mental y social de las personas pues estos parten del reconocimiento de la sexualidad como una dimensión social, esencial para el goce de otros derechos.
El 4 de septiembre de este año, Día Mundial de la Salud Sexual, se promueve la adopción de políticas públicas que consideren el placer sexual como parte de la salud y el bienestar de las personas; así como visibilizar que existen barreras políticas, legales y culturales que impiden la libre expresión de la sexualidad y la experiencia del placer.
Es importante también reconocer que los prejuicios e injusticias de género se sostienen en sistemas de creencias que legitiman las prácticas de violencia sexual, la falta de servicios de salud sexual o los sentimientos de culpa, estigma y vergüenza por el ejercicio de la sexualidad.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el 49.7 % de las mujeres mayores de 15 años han vivido violencia sexual. En la Ciudad de México, la orientación sexual se sigue percibiendo como la tercera causa de discriminación y en relación a la Educación Sexual.
Sin embargo, la reciente Encuesta de Opinión sobre Religión, Política y Sexualidad, realizada por la organización Católicas por el Derecho a Decidir, da cuenta de que en México, 9 de cada 10 personas quieren que se enseñe educación sexual en las escuelas y el 70% considera que recibirla es un derecho de las niñas y niños. Mientras que el más del 80%, está muy de acuerdo en que todas las personas tienen derecho a vivir libremente su sexualidad, sin importar su orientación. Estos datos, revelan la importancia de generar estrategias de política pública respecto de la educación sexual que respondan a las necesidades que la población misma identifica.
En la Ciudad de México, la Constitución, separa los derechos sexuales de los derechos reproductivos. Los primeros, se refieren a la libertad de las personas a decidir sobre su sexualidad, a ejercerla de forma libre, responsable e informada, con respeto a la preferencia y orientación sexual, a la identidad y a la expresión de género, sin discriminación, coerción o violencia. Mientras que los derechos reproductivos involucran la decisión libre, voluntaria e informada de tener hijos o no, con quién y el número e intervalo entre éstos, de forma segura.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) considera necesaria la implementación de una Educación Integral de la Sexualidad y la promoción de políticas públicas que reconozcan la sexualidad y el placer como elementos fundamentales para la autodeterminación, la no discriminación, el respeto a la privacidad, integridad física e igualdad para el ejercicio de todos los derechos humanos.