Discurso 18/2023
15 de agosto de 2023
Mensaje inicial:
Muy buenos días a todas, todos y todes quienes estamos aquí y a quienes nos siguen en redes sociales.
Como verán, estamos bastantes en este nutrido presídium, que básicamente es nutrido porque todos los que están aquí han participado y hemos participado de una u otra manera en el ejercicio, los ejercicios y la apuesta que les refería Ángela Guerrero.
De entrada, quiero agradecer naturalmente la alianza con Ángela Guerrero Alcántara y con Valentina Lloret Sandoval.
Un poco para explicarles no tanto a los que estamos aquí presentes que más o menos conocemos, y que nos hemos sumado a esta historia, sino pensar en cómo iniciamos.
Iniciamos exactamente en un evento en donde se daba a conocer esta sentencia histórica alrededor de los derechos políticos, y a partir de eso no hemos dejado de sumar, de trabajar y de articular.
Y yo opino completamente, digamos, concuerdo con lo que Ángela decía en términos de que esto es una demostración de cómo una, como otras tantas agendas de derechos humanos, tiene y que lo que tendría que hacer es sumar.
Sumar a quienes trabajamos en la agenda y sumar también a quienes deberíamos de trabajar en la agenda y sumar a muchos otros que, básicamente, creen en la agenda y están comprometidos en esa agenda. Y en este caso estamos hablando de los derechos políticos de las personas privadas de libertad.
Y creo que, también lo creo así, en un ambiente no nada más nacional, sino regional y me atrevería a decir mundial, en donde la perspectiva del castigo, en el más clásico sentido, es el que gana el dominio de las políticas públicas, no nada más de las personas privadas de la libertad naturalmente, sino de por qué llegan a ser privadas de la libertad y qué necesitamos como sociedades para limitar y naturalmente resolver ante acciones y actitudes que no nos favorecen a la colectividad. Pero también sin el costo mayúsculo social que implican ciertas políticas que aún prevalecen.
Lo que les compartía Ángeles exactamente eran datos que habíamos sacado aquí en la Comisión con motivo de ir con las legisladoras y los legisladores y decirles que están legislando en el punitivismo. La mayoría de sus iniciativas parten de ahí y tenemos que entender que necesitamos también legislar para apoyar políticas de apoyo, para apoyar otras políticas que permitan tener mejores niveles de seguridad. Que todas, todos y todes nos sintamos tranquilos y podamos vivir en convivencia natural y normal, pero que no es exclusivamente esta ruta la que nos va a llevar a ese sentido.
En este sentido, estamos ante un escenario en donde al estar aquí, el ser lo que somos y estar los que estamos, da un mensaje poderoso de que habemos también en todo esto personas que pensamos que el construir desde los derechos humanos, desde la dignidad, es el mejor camino que tenemos como sociedad, es el mejor camino que tenemos como seres humanos.
Y, bueno, también coincidir que se haga en la Ciudad de México, pero por qué no se va a hacer en la Ciudad de México. Sería al revés, por qué si no se hiciera aquí ahí tendríamos que estar más bien espantados de que no se hiciera aquí y que no fuéramos nosotros en la Ciudad, con nuestra pluralidad, nuestra diversidad, el que tengamos en la agenda y discutamos en la agenda esto que tiene que ver con los derechos humanos de las personas privadas de la libertad y todos los procesos de reinserción.
Una reinserción, que quede claro, no inicia cuando las personas salen. Al contrario, exactamente inicia cuando las personas entran y, más bien, cuando no entran a prisión también. Eso es como tendríamos que ver la reinserción y creo que por ahí vamos como empujando.
Como les dijeron, aquí se va a presentar un Informe que da cuenta del primer ejercicio participativo de los centros penitenciarios de esta Ciudad, donde han participado todos y todas las instituciones que estamos aquí sentadas. A lo largo de la mañana estaremos viendo qué resultados tuvo, qué nos aporta para seguir adelante y cómo esto hoy, desde hace un rato, estamos inundados de los medios de comunicación y en el entorno de las charlas ya en un ambiente bastante político-electoral, y pues por qué no, exactamente, también en los centros penitenciarios. También para las personas privadas de su libertad esto tiene que ser como lo vivimos las que estamos afuera.
Estamos en el ambiente de eso, es el tema y todos tenemos derecho a discutirlo, a tener información sobre eso y a libremente tomar decisiones sobre nuestro futuro, sobre a quiénes queremos que nos dirijan y que nos aporten en la arena de lo político.
Entonces aquí estamos y muy bienvenidas, bienvenidos y bienvenides a esta Comisión.
Mensaje final:
De entrada, volver a retirar lo que dije al principio: es de mayor relevancia el tener y conjuntar a defensores de derechos humanos desde diferentes trincheras del derecho, de los derechos políticos, del derecho a la información, los derechos general; aquí sentados desde la academia, desde las Organizaciones de la Sociedad Civil, desde la administración pública y desde el Poder Legislativo, en una agenda, ustedes lo saben, quiénes nos dedicamos a esto, que no es fácil y por lo tanto de entrada otra vez un reconocimiento a la tenacidad, tanto de Valentina como de Ángela, para llevarnos hasta aquí.
Estamos frente a un esfuerzo sumamente importante de todas las instituciones involucradas no solo para garantizar y ampliar los derechos políticos y de participación de las personas en prisión preventiva, sino para garantizar la progresividad de los derechos.
Lo anterior, ya que a partir de él se cristaliza la oportunidad de romper ciclos de exclusión, desigualdad y violencia de la vida pública de las personas que viven en prisión preventiva de los distintos centros penitenciarios de la Ciudad de México.
Más aún, considerando que el presupuesto participativo implica que la ciudadanía se involucre en el mejoramiento de sus colonias, para el caso de las personas de prisión preventiva este ejercicio resulta fundamental para la construcción de espacios más inclusivos, en donde sus propuestas también tengan cabida para lo que este ejercicio, a su vez, permite contribuir en la garantía del derecho a la Ciudad para todas las personas.
Es decir, su participación contribuye a la contribución del derecho de quienes estamos no ahí, si no estamos afuera disfrutando del espacio público.
En tanto el derecho a la Ciudad implica una Ciudad equitativa en el acceso a los servicios y espacios de los lugares que habitamos, en el diseño de las políticas públicas que nos materializan, en dar cada quien lo que le corresponde, esto implica hacer diferencias razonables, proporcionales y necesarias para garantizar el uso y el ejercicio de bienes, servicios y mecanismos, mismos que deben de ser accesibles, disponibles, de calidad y aceptables para todas las personas.
Por lo anterior, ejercicios como éstos permiten a las personas privadas de la libertad involucrarse en el mejoramiento de sus entornos y construir sus vínculos dentro de sus lugares de origen, y muy probablemente retorno, en muchos de los casos, esperemos, así como su inclusión en la vida pública, abonando así también a los procesos de reinserción social.
Si bien aún existen actividades que se requieren implementar para fortalecer las capacidades institucionales y hay áreas de mejora en tanto necesario para ampliar ejercicios a todos los centros penitenciarios, es un ejercicio pionero en la restitución de derechos a la participación de estas personas, así como el involucramiento de tan diversas instancias ligadas a los derechos políticos y de participación para garantizar los ejercicios democráticos en los que todas, todos y todes seamos contemplados.
Enhorabuena y esperamos varios capítulos más. Ya nos adelantaban igual las lógicas de ruta Paty y Ángela, y creo que todos los que estamos aquí sentados, quienes están aquí frente a nosotros y muchos de los que nos están oyendo y viendo el día de hoy, querrán sumarse a esta agenda; que como lo dice Ángela, y en eso estoy completamente de acuerdo, hay un fantasma, no tan fantasma, que está rodeando nuestra región, específicamente nuestra región.
No estamos lejos, estamos mucho muy cerca y exactamente por eso es importante estar aquí, alzar la voz y seguir construyendo de diferente manera lo que tiene que ver no nada más como una vida democrática, sino una vida democrática con un sentido amplio de garantía de derechos humanos para todas todos y todes.
Muchísimas gracias.