viernes , 10 mayo 2024
Discurso de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en la inauguración del Mausoleo Tiresias, en el Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco, Alcaldía Iztapalapa

Discurso de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en la inauguración del Mausoleo Tiresias, en el Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco, Alcaldía Iztapalapa

Discurso 23/2023
14 de septiembre de 2023 

Buenas tardes. Me da mucho gusto estar aquí. Quisiera saludar naturalmente a quienes me acompañan aquí en el presídium y a todas, todos y todes ustedes que están aquí. Pero especialmente agradecerle a mi queridísima Kenya Cuevas el que me haya invitado para estar aquí, y también a mi muy querida Clara Brugada por estar aquí.

Estar en Iztapalapa hoy, a partir de la gestión de Clara Brugada, es estar en un Iztapalapa trans. Trans porque estamos aquí (en esta ceremonia), pero trans porque está transformada. Está transformada no nada más desde la lógica de la incorporación de la diversidad, ya lo han dicho quienes me antecedieron en la palabra, Iztapalapa es una de las alcaldías que más ha hecho términos concretos en política pública a favor de la diversidad, si no también porque podemos caminar por aquí y de entrada verla desde el aire con colores, ver murales y arte por todos lados, soñar y ver utopías y hasta de repente toparnos con un barco en medio de una avenida. Y todo eso lo ha hecho realidad una administración comprometida encabezada por Clara. Muchísimas gracias, Clara, por la invitación.

Hace 7 años, el 30 de septiembre de 2016, Paola Buenrostro fue asesinada. Sus amigas, su familia de vida, recorrían las calles con el féretro que contenía su cuerpo sin vida sobre sus hombros. Salieron con ella a las calles, por última vez, para pedir justicia y, desde entonces, han mantenido viva su memoria.

Desde entonces, Kenya Cuevas y esa familia que por suerte es cada vez más numerosa, ha emprendido una lucha constante para dignificar la vida y la muerte de sus hermanas, para que ninguna más sea invisible o rechazada incluso a su muerte, para que haya un lugar digno en donde llorarles y, también, para recordarles y reunirse en torno a su memoria cada 2 de noviembre.

En su libro Marcos de guerra: las vidas lloradas, la filósofa Judith Butler elabora en torno a cómo la maquinaria política y social nos convence de que los cadáveres del enemigo no merecían continuar entre los vivos. Esta afirmación parte de un planteamiento ya antes trabajado en sus obras previas en el que afirma también que sólo reconocemos ciertas vidas como humanas y como reales y esto ocurre porque existen esquemas conceptuales que determinan aquello que somos capaces de reconocer.

Butler hace un llamado, a lo largo de su obra, a ser críticos con ese esquema conceptual que nos hace decidir “qué vidas merecen ser lloradas y cuáles no”, así como a desarrollar esquemas nuevos que nos permitan reconocer la vida en general, la de todas las personas como valiosas. Esa valía debe, a su vez, traducirse en mecanismos de acceso universal para su cuidado, su protección, para procurarla, para impulsarla y también, por qué no, para tener una muerte digna porque todas, todos y todes merecemos ser llorados.

De acuerdo con el Observatorio de Personas Trans Asesinadas de la organización Transgender Europe, de 2008 a septiembre de 2022 se han registrado 649 transfeminicidios en el país. Esta cifra hace a México el segundo país con mayor número de feminicidios de mujeres trans en el mundo después de Brasil, país en el que se registran al menos 1,749 transfeminicidios en el mismo período.

En cuanto al tipo de violencia no letal hacia mujeres trans, nuestro país también ocupa el segundo lugar después de ese país sudamericano.

Por su parte, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra las Personas LGBTQ+ documentó en su informe del 2020, último disponible, 209 crímenes de odio durante el año 2019 en tan sólo 10 estados del país. De este total, el 44.5% correspondió a asesinatos de mujeres trans.

Tan solo de enero a mayo de 2023, se documentaron 13 asesinatos de mujeres trans. Sin embargo, la denuncia del subregistro es reiterada y la principal fuente de información para documentar estos graves delitos sigue siendo la periodística.

De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en México la esperanza de vida de las mujeres trans es de 35 años, cuando el de la población en general es de 77. En América Latina el promedio de edad es similar.

Por su parte, de acuerdo con Equis y la Casa de las Muñecas Tiresias afirman que en México 22.7% de las mujeres trans se vio obligada a interrumpir definitivamente sus estudios.

Y en la actualidad, la Ciudad de México es la única entidad federativa que a partir de la Recomendación 02/2019 comenzó a desagregar los casos de feminicidios de mujeres trans. De acuerdo con solicitudes de transparencia realizadas, del 2018 al 2021 se iniciaron 133 averiguaciones previas por transfeminicidios.

A nivel federal no se han presentado iniciativas para tipificar transfeminicidios. Mientras que en la Ciudad de México se han presentado por lo menos tres que buscan incluirlo en el Código Penal como un tipo penal distinto. Sin embargo, la discusión académica, social y legislativa se encuentra pausada.

Ante el horror que develan estas cifras, hoy se abre un espacio para dignificar la muerte de la comunidad trans. Desde hace muchos años, Kenya nos recuerda que la mayor venganza ante todo esto es ser felices y un paso pequeño es caminar hacia la memoria digna de las y les compañeres.

Por eso aquí, aquí hoy mismo en Iztapalapa, en este lugar santo de recuerdo, exactamente en esta semana acabamos de enterrar a Lupita Xiu, que en paz descanse y que murió hace algunos días. Hoy, a diferencia de otros años, tiene un lugar y tuvo un lugar a donde llegar dignamente, y por qué no, aquí en Iztapalapa, porque como dice la canción: “De Iztapalapa para el mundo”.

Muchas Gracias.

Inklusion
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