domingo , 22 diciembre 2024
Galería: Testimonios y vestigios, exposición Chile 1973-2023

Personas chilenas exiliadas en México comparten sus vivencias luego de ser despojadas de su derecho a vivir en su país, por el golpe de Estado

Boletín 125/2023
8 de septiembre de 2023

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El golpe de Estado en Chile marcó un antes y un después no sólo en la historia de ese país, sino en toda Latinoamérica, pues dio inicio a una serie de prácticas que atentaron contra el goce y ejercicio de los derechos humanos, lo que cambió drásticamente la vida de miles de personas.

Así lo destacó la Directora Ejecutiva de Investigación e Información en Derechos Humanos de este Organismo, Domitille DelaPlace, durante la “Mesa de Testimonios y vestigios” y la “Exposición Chile 1973-2023, arpilleras y vestigios”, llevada a cabo en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM).

Aseveró que en la actualidad aún quedan pendientes en Chile para transitar hacia la justicia, la verdad y la reparación de la memoria, así como para garantizar la no repetición.

Informó que el próximo 11 de septiembre en la CDHCM se realizará un encuentro para reflexionar sobre las repercusiones de la dictadura en el ejercicio de los derechos humanos y la relevancia de la lucha social en Chile para transitar hacia la democracia, así como de la solidaridad del pueblo mexicano para con las personas exiliadas.

La CDHCM se suma al Colectivo Chile-México 50 años, en su propósito de compartir con la sociedad mexicana, organizaciones sociales e instituciones diversas, en particular con la juventud, la memoria sobre lo que fue el golpe de Estado y las lecciones de la experiencia chilena.

A su vez, el integrante del Colectivo Chile-México 50 años, Juan Eduardo Esquivel, afirmó que a medio siglo del golpe de Estado el sistema jurídico chileno continúa apostando por la legalidad, pero no por la justicia, de manera que siguen abiertas las heridas ocasionadas por la dictadura.

Ivonne Szasz, quien estuvo 11 meses en prisión por ser militante del Partido Socialista, narró que estuvo detenida en Villa Grimaldi (en la ciudad de Santiago), el principal centro de detención y tortura durante la dictadura; en la Casa Correccional de Mujeres y en el campamento de Tres Álamos. Relató que a través de la “Hora del Silencio”, una acción colectiva llevada a cabo por todas las mujeres detenidas, les servía para recuperar la paz. Otra acción llevada a cabo fue acercarse a los muros que colindaban con el espacio donde estaban detenidos los hombres para llevar su canto solidario y de esperanza. El ritual de despedida para quienes conseguían una visa para salir del país, dijo, fue interpretar el tango “Volver”. Mujeres compañeras que lograron salir adelante, le enseñaron que “la lucha por la vida es más fuerte que el horror”.

Javier Vargas, quien fue llevado a cinco centros de detención y expulsado del país en 1975, explicó que el propósito del golpe de Estado fue destruir la democracia chilena y lamentablemente se contó con cómplices chilenos, quienes han sido desenmascarados por el tiempo y la historia. Nunca, subrayó, se vivió tanto odio a un pueblo que aspiraba a vivir en paz y mejorar sus condiciones de vida.

Inés Enríquez, a través de un escrito, compartió que fue un acierto salir de Chile (primero a Inglaterra y después a México) luego de ser despojada de su derecho a vivir en su país nativo. Si bien se les abrieron nuevos horizontes, su mayor preocupación fue su familia, cuyo padre Edgardo Enríquez fue Ministro de Educación en el Gobierno de Salvador Allende. En la actualidad, apuntó, “Chile sigue estando presente en lo que pienso, hago y recuerdo. Me duele la posibilidad de que fracase el proyecto Constituyente. Tantos esfuerzos por abolir la constitución herencia de la dictadura y redactar una nueva, parecen estériles”.

En su testimonio, Hernán Castro, conocido como “Chico Lalo”, que fue escolta del entonces presidente chileno Salvador Allende, aseguró que el asalto militar al Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973 nunca se olvidará. En medio de la irrupción, relató, logró salir del lugar, pero los oficiales castrenses le colocaron una “orden de fusilamiento en el acto, sin juicio”, por lo que las personas que lo protegieron lo condujeron a la Embajada de México en Chile, para salvarle la vida: “Desde ese día estoy agradecido con este país y con su gente, porque me han dado cariño y seguridad”.

En su oportunidad, el ex prisionero político chileno y actual académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Ricardo Yoselevzki, expresó la importancia de valorizar el golpe de Estado en Chile, porque hoy en día éste sigue siendo un campo de batalla ideológico en el país sudamericano: “Hay que revalorizar y plantear su importancia hoy. No podemos buscar el programa (político) del futuro en el pasado, pero sí podemos buscar en el pasado los valores que deben orientar cualquier programa que se quiera implementar hoy”.

El integrante del Colectivo Chile-México 50 años, Iván Moscoso, agradeció a la exiliada chilena Margarita Labarca, autora de las obras que integran la “Exposición Chile 1973-2023, arpilleras y vestigios”, a través de la cual se narran las vivencias de las mujeres durante la época de la dictadura militar.

Cabe mencionar que la exposición se ubica en el lobby de la Sala Digna Ochoa de la CDHCM y estará abierta hasta el 11 de septiembre, la cual está integrada por una muestra de imágenes y relatos de exiliados chilenos en telas rústicas, que dan cuenta de los sucesos del golpe de Estado y del contexto social en los años de la dictadura.

La “Mesa de Testimonios y vestigios” y la “Exposición Chile 1973-2023, arpilleras y vestigios” fueron moderadas por el primer actor mexicano nacido en Chile, David Rencoret.

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