domingo , 24 noviembre 2024

Discurso de la Presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en acto de Disculpa Pública y Reconocimiento de Responsabilidad en honra y memoria de Josafat Hasam López Balderas. Recomendación 11/2018

 

Discurso 15/2024
4 de octubre de 2024

Buenos días a todas, todos y todes, bienvenidas a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

El día de hoy nos reunimos para atestiguar el acto de Disculpa Pública y Reconocimiento de Responsabilidad en honra y memoria de Josafat Hasam López Balderas, por las violaciones a derechos humanos documentadas en la Recomendación 11/2018.

Saludo respetuosamente a la hermana de Josafat, así como a la profesora Guadalupe Josefina Balderas Barrios, su madre, ambas víctimas indirectas de los hechos que nos reúnen; así como a las autoridades de la Ciudad de México que encabezan este evento, inscrito en el cumplimiento de la reparación integral del daño.

Asimismo, doy la bienvenida al maestro Santiago Aguirre Espinosa, Director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

Han pasado casi 12 años desde la muerte de Josafat López Balderas, y recientemente se cumplieron 6 años de la emisión del instrumento recomendatorio 11/2018, sobre las violaciones al derecho a la vida, por falta al deber de cuidado e indebida procuración de justicia, al no agotar todas las líneas de investigación, incluida la posible ejecución extrajudicial de Josafat Hasam López Balderas.

Como ha expresado la profesora Guadalupe, han sido 12 años de dolor, de intranquilidad, de sufrimiento y desgaste; y es justo concluir ya con el proceso mediante el cumplimiento de los puntos recomendatorios.

Este día se cumple uno de ellos, mediante este importante acto simbólico, que no conduce –como ninguno lo hará- a la devolución de la presencia de Josafat, pero sí contribuye a la restitución de su dignidad.

El Reconocimiento de Responsabilidad por los hechos que constituyeron violaciones a derechos humanos, acompañado de la consecuente Disculpa Pública, es una medida de satisfacción necesaria. Forma parte de otras medidas de reparación integral del daño que deben cumplirse en su totalidad, y no podría ser de otra manera, pues es lo justo, lo merecido y lo que debe esperarse de una autoridad.

Al respecto, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, a través de su órgano jurisdiccional -la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH)- ha desarrollado jurisprudencia, modelo útil para otros Sistemas Regionales, así como para el propio Sistema Universal de Derechos Humanos, para caracterizar las medidas debidas y conducir a las víctimas al lugar más cercano posible al que se encontraban antes de que sucedieran las violaciones.

A partir de 1998 en que se propuso en una resolución el concepto de Proyecto de Vida, no cesó el desarrollo de criterios y elementos que reconocieran todos los aspectos trastocados en la vida doméstica y colectiva, con motivo de las transgresiones a derechos humanos.

A partir de 2004, la integralidad de la Reparación incluyó Medidas de Satisfacción, como la presente, y el contar con este estándar fue resultado de los procesos de exigibilidad a las víctimas y sus representantes legales, así como de la apertura y trabajo jurisdiccional del órgano interamericano.

De 2018 a la fecha, se han establecido 75 puntos recomendatorios con Reconocimiento de Responsabilidad, lo que representa 61% de las Recomendaciones y 15 Disculpas Públicas.

En cuanto a los actos llevados a cabo, mientras que de 2008 a 2018, esta Comisión acompañó nueve Disculpas Públicas y tres Reconocimientos de Responsabilidad, de 2018 al día de hoy, se han llevado 25 Disculpas Públicas y 16 Actos de Reconocimiento de Responsabilidad.

Esto habla también de un avance, en términos de cómo estamos integrando, desde la misma concepción de las autoridades, no nada más lo expuesto en las Recomendaciones en las medidas de reparación y de no repetición, sino también en estas medidas que son muy importantes y, en este caso, como ya lo decimos, muy importantes, en cuanto a la devolución de la dignidad, en este caso, de Hasam.

Lamentablemente, el perjuicio principal causado a la familia López Balderas no puede subsanarse: Hasam no está más con ellos ni pudo continuar desarrollándose como el hombre que debió ser, por lo que la Disculpa Pública y de alto nivel, como la que se lleva a cabo el día de hoy, tendrá algún sentido adicional a la Restitución Pública de la Dignidad y el Buen Nombre de Josafat, si cumple con su finalidad transformadora y correctiva, de modo que ninguna persona ni familia transite por situaciones victimizantes como las sucedidas, y las ya compartidas a ustedes por la maestra Guadalupe.

Al igual que las otras medidas de reparación recomendadas en el presente caso y, junto con ellas, la finalidad de este acto debe de ser el acceso pleno a la justicia, la sanción de los culpables y la dignificación de la memoria de Josafat, lo cual las autoridades ya han dado cuenta y han comprometido que esto tendrá y seguirá teniendo continuidad.

Sumado a ello, esta medida de satisfacción es un acto público para la memoria.

Tal como ha referido la Relatoría Especial sobre la Promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las garantías de No Repetición, en su Informe Anual, de 2020, los procesos de memorialización en el contexto de violaciones graves de derechos humanos son un pilar de la justicia transicional, entre los que se encuentran también la necesidad de enfrentar la responsablidad para construir sociedades democráticas, inclusivas y pacíficas; restablecer la dignidad de las víctimas y permitir la recuperación de la confianza, que impulse un proceso de reconciliación a varios niveles, que complemente los procesos y sanciones penales a los responsables, y que repare de manera efectiva a las víctimas; y la certeza de que la falta de reconocimiento y castigo conducen a legitimar y perpetuar la violencia.

Sin memoria no puede haber derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación, ni garantías de no repetición; es fundamental para exiliarse de la lógica del odio y el conflicto y avanzar hacia procesos colectivos e individuales de paz, de mayor libertad, como la que expresa la profesora Guadalupe.

El día de hoy resulta importante en la memoria, en que se activa de nuevo la posibilidad de honrar la verdad sobre quién era Josafat, y para reconocer el daño que se causó, no solo por los hechos que terminaron con su vida, sino el daño ocasionado con motivo del manejo de las circunstancias e investigación de su caso, puesto que al dolor por la pérdida evitable de su vida se sumó la ignominia, el ultraje y la calumnia, respecto a lo más preciado: Josafat, su existencia, su ser; y lo que fue para su madre, su hermana, sus familiares, sus amigas y sus amigos.

Se ha dicho ya en repetidas ocasiones, pero lo seguimos repitiendo: Josafat Hasam era un joven, estudiante de medicina, un hijo y un amigo amado, un hermano cariñoso, una persona que amaba, soñaba, deseaba y se armaba la vida, como tantos de nosotros. Este es, por tanto, un paso importante.

Queda pendiente aún para la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y el Tribunal Superior de Justicia, y este acto público solemne que tiene lugar el día de hoy, cobrará sentido, sólo si se adoptan medidas con vocación transformadora y correctiva, en busca de que casos como éste no sucedan más y que se asegure la obtención de justicia para Josafat, su hermana y su madre.

La Comisión de Derechos Humanos mantendrá el acompañamiento a su madre y a su hermana, a través de la Dirección de Seguimiento, quien ha trabajado arduamente, también en estos años, para llegar aquí.

Tu fuerza y tu tenacidad, maestra Lupita, han sostenido este proceso, y ahora corresponde a las autoridades trazar la ruta de transformación y prevenir que no sucedan otros semejantes.

Deseo que este paso contribuya a escenarios de mayor tranquilidad para ti y tu familia.

Maestra, gracias.

Inklusion
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